Rolwind Renovables invertirá 100 millones en la mayor planta de almacenamiento energético de España en Tarifa
El parque ST Palmosilla se levantará con 200 megavatios de potencia, suficientes para cubrir las necesidades de unos 100.000 hogares, a partir de finales de 2026
El recinto tendrá una pantalla vegetal con 370 árboles y los módulos de baterías se camuflarán con los colores del entorno para reducir el impacto visual
El Gobierno autoriza la instalación en Tarifa de la mayor planta de almacenamiento de energía en baterías
Un proyecto pionero para la transición energética. La compañía cordobesa Rolwind Renovables promueve la construcción en Tarifa de una planta de almacenamiento de energía eléctrica. Hasta el momento, se trata de la instalación de mayor capacidad entre las iniciativas de este tipo previstas en España que ya cuentan con una Declaración de Impacto Ambiental favorable por parte de la administración.
Rolwind Renovables invertirá unos 100 millones de euros en la construcción y puesta en marcha de una infraestructura que, además de almacenar energía, permitirá regular los flujos de la red eléctrica para hacerla más estable frente a eventualidades como el apagón general del pasado abril. La planta ST Palmosilla guardará la energía procedente de la generación renovable (principalmente eólica) en baterías instaladas en el entorno del Puerto de la Cruz, cerca del Santuario de Nuestra Señora de la Luz (a unos 800 metros de este), junto a una subestación eléctrica ya existente de Red Eléctrica de España. La empresa aspira a iniciar las obras a finales de 2026, una vez obtenidos los permisos municipales que ya se encuentran en tramitación.
La importancia estratégica de las plantas de almacenamiento se explica porque podrán acumular energía cuando la producción resulte muy barata para venderla cuando sea más cara (el llamado arbitraje energético) o bien almacenarla cuando se produzca un exceso de producción solar o eólica y suministrarla en horario nocturno. El mercado demanda este tipo de proyectos ya que en Andalucía actualmente solo hay operativos 2 megavatios (MW) de almacenamiento de energía en baterías; una cifra testimonial frente a una capacidad de generación de hasta 8.231 MW en plantas fotovoltaicas, los 3.498 MW de eólica o los 607 de termosolar.
"Se trata de un proyecto importante a nivel país y nuestra empresa apuesta firmemente por la transición energética. Este tipo de instalaciones garantizan una gestión segura, eficiente y sostenible de la generación energética. Las plantas de almacenamiento son necesarias para regular la gestión de la red, ya que inyectan la energía cuando efectivamente es necesaria", detalla Beatriz Teijeiro, directora de Rolwind Renovables. La empresa acumula amplia experiencia en la generación energética renovable y ahora diversifica su actividad hacia el almacenamiento.
Electricidad para 100.000 personas al año
La planta de almacenamiento energético ST Palmosilla está proyectada con 200 megavatios (MW) de potencia que serán capaces de almacenar hasta 885.000 kilovatios hora (kWh), energía suficiente para cubrir las necesidades de una población de 100.000 habitantes. Esta capacidad también equivale a verter energía de forma continua durante cuatro horas a la red general. Se trata de una planta de tipo stand alone, conectada a la red pero que no depende de una instalación renovable en concreto.
La planta almacenará la energía en baterías electroquímicas distribuidas en 63 unidades o islas energéticas con una capacidad bruta de almacenamiento de 16.512 kWh. Cada isla energética se compondrá de 288 módulos de baterías de litio refrigeradas por líquido y con una vida útil de 20 años. Las islas energéticas y los módulos de baterías se instalarán sobre cimentaciones superficiales mediante losas de hormigón armado ejecutadas in-situ. La planta contará con un edificio prefabricado de control y otro de almacén y con un cerramiento perimetral mediante mallado cinegético de 2,2 metros de altura y una pantalla vegetal. En total, la superficie ocupada será de 5,18 hectáreas, según detalla Antonio Pérez, director de proyectos de almacenamiento de la empresa.
La energía almacenada se evacuará mediante líneas subterráneas de media tensión hasta la subestación de la propia planta y, mediante una línea subterránea de alta tensión a 220 kV y 170 metros, se enviará la energía hasta otra subestación proyectada.
"Estamos muy orgullosos de promover este proyecto pionero, el de mayor capacidad y con la tramitación más avanzada ante el Ministerio. Y todo con ingenería andaluza", subraya Teijeiro.
Rolwind Renovables también promueve en Álora (Málaga) otra planta de almacenamiento en baterías con otros 77,6 megavatios. Este último proyecto, al igual que el de Tarifa, también tiene aprobada la Declaración de Impacto Ambiental y está a punto de salir a información pública.
Medidas ambientales
La planta Rolwind Renovables en Tarifa tiene aprobada la Declaración de Impacto Ambiental desde noviembre de 2024. Este mes de agosto, el proyecto ha dado sus primeros pasos en el Ayuntamiento de Tarifa con la salida a información pública; un trámite necesario para la gestión urbanística y la licencia municipal. En paralelo, la empresa tiene pendiente la obtención de la autorización administrativa por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco). "Son dos años de tramitación con todo favorable. Además, al ser un proyecto tan novedoso, se ha abierto el camino para otras empresas en muchas cuestiones cuya tramitación ahora es más sencilla y rápida de resolver", apostilla la directora de Rolwind Renovables.
Para llegar a las instalaciones se deberá ejecutar un nuevo vial desde el camino existente, conocido como la colada de Ramos, al que se accede tras recorrer un kilómetro de la carretera que lleva al Santuario de Nuestra Señora de la Luz desde la N-340. "Se trata de un enclave que ya está antropizado -transformado- puesto que estará pegado a la subestación. Para la valoración del sitio se tuvo en cuenta el mínimo impacto ambiental y la integración en el entorno", puntualiza Pérez.
El documento ambiental evaluó otras dos alternativas de implantación, relativamente próximas, con sus respectivas líneas de evacuación. Ambas fueron descartadas por suponer mayores impactos sobre la mayoría de los factores ambientales: mayor movimiento de tierras, mayor longitud de las líneas de evacuación, mayor afección a hábitats de interés comunitario y vegetación natural, mayor afección a la red hidrográfica o afección directa a Red Natura 2000, entre otros, antes de decantarse por el emplazamiento final. La DIA resume su resolución favorable en que "no se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente, siempre que se cumplan las medidas y prescripciones establecidas en el documento ambiental y en la presente resolución".
La planta se ha diseñado con medidas como una pantalla vegetal que rodeará a la instalación con 370 ejemplares de palmitos y chaparros (Chamaerops humilis y Quercus coccifera). Además, esta vegetación aportará refrigeración y frescura al entorno, lo que contribuirá a un menor uso de los sistemas propios de refrigeración de las baterías. Los módulos se rotularán con colores similares a los terrenos circundantes a modo de camuflaje para reducir el impacto visual.
Según los promotores, el nivel de ruido será incluso inferior al que ya produce la subestación contigua. La DIA apunta que en la fase de explotación, la ventilación de las baterías puede generar niveles de presión sonora de unos 75 decibelios (dB), por lo que a distancias cercanas a 200 metros se cumplirían los umbrales de calidad acústica legalmente vigentes, quedando el impacto acústico concentrado en torno al recinto de las baterías, según los resultados de la modelización.
La DIA también evaluó el posible impacto sobre los cursos fluviales cercanos y sobre especies de aves como el aguilucho cenizo, el alimoche y el águila perdicera, sin encontrar graves afecciones que desaconsejaran la iniciativa.
Alegaciones de los ecologistas
Agaden-Ecologistas en Acción anunció el pasado agosto que alegará contra el proyecto en el trámite de exposición al público. Frente a las consideraciones técnicas de la DIA, los ecologistas estiman que se trata de una “grave amenaza” para un espacio con valores naturales, culturales y sociales únicos.
Pero para Agaden, el proyecto tiene un alto coste oculto. La asociación alerta de que no se están teniendo en cuenta los efectos acumulativos de este tipo de infraestructuras, ya que existen otros proyectos similares en tramitación en la comarca. Y enumeran los impactos ambientales derivados de la minería de litio, níquel o cobalto necesarios para las baterías; el consumo intensivo de recursos y ausencia de planes claros de reciclaje; el ruido de los sistemas de refrigeración y la generación de residuos peligrosos y riesgos de incendio.
"Como empresa, no tenemos aún constancia documental de las alegaciones de Agaden. Pero parte de sus argumentos son externos a la instalación en sí, en lo relativo al uso de recursos. Sobre el ruido, será menor al de la subestación que ya opera en la zona, mientras que el proyecto cuenta con medidas contra incendios y de gestión de los residuos. Si no, no se podría tramitar", especifica Teijeiro.
Para la directiva de Rolwind Renovables, resulta paradójico que "este grupo ecologista no alegara durante la Declaración de Impacto Ambiental y lo haga ahora en el trámite urbanístico". "Además, Ecologistas en Acción, entidad en la que se integra este grupo, apoya públicamente los proyectos de almacenamiento energético", resume la responsable de la empresa promotora.
Tres compensadores síncronos para evitar apagones como el de abril
El pasado 28 de abril, la red eléctrica de la Península se fue a pique poco después del mediodía. Sin que aún se hayan esclarecido (públicamente) las causas del gran apagón, todo apunta a una concatenación de inestabilidades en las líneas eléctricas. Proyectos como el de Rolwind Renovables contribuirán a evitar situaciones similares en el futuro, ya que la planta de almacenamiento energético tendrá tres compensadores síncronos conectados a la red.
Se trata de unos sistemas que detectan las inestabilidades de la red y compensan el flujo energético inyectando electricidad en caso de caída o tomándola (hacia las baterías) en caso de sobretensión, lo que permite restablecer la estabilidad de los tendidos. "Son sistemas importantes y novedosos que suponen una parte muy importante de la inversión en la planta de Tarifa. Permiten estabilizar la red frente a los posibles altibajos", subraya Antonio Pérez, director de proyectos de almacenamiento de Rolwind Renovables.
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