Los ratones, de eso se trata

González repetía "gato blanco o gato negro, lo importante es que cace ratones", como si fuera un lema

Apenas se ha cumplido un mes de la desaparición de Rubalcaba: la personificación del pragmatismo envuelto en la laxitud ética. Un político leal al principio que se sintetiza en que "el fin justifica los medios". Es en lo que estamos. Muchos nos hemos quedado atónitos con el modo de llegar al poder de este PSOE de ahora, al que basta con la personalidad de su líder para definirlo. Y aún más atónitos con su recuperación y creciente protagonismo en la Unión Europea. Tal vez lo sucedido haya dejado más clara la subordinación a aquel principio, pero estamos ante unas viejas prácticas de esa formación política.

Cuentan (Ana Aranda, divertinajes.com) que allá por 1962, el sucesor espiritual de Mao (Zedong), Xiaoping, que sin duda fue un personaje bien dotado de múltiples dones, comía en un restaurante de su patria chica, Sichuan, cuando fijó su atención en un cuadro de su compatriota Liantado Chen cuyo motivo principal era una pareja de gatos, uno negro y el otro blanco. En el cuadro había una inscripción que decía "Ninguna preferencia si el gato es blanco o negro, si caza ratones es un buen gato". Xiaoping empezó a recurrir al proverbio cuando trataba de arreglar el desaguisado económico y social que había dejado Mao. No tardó mucho en ser acusado de revisionista y contrarrevolucionario, cuando aquello de la revolución cultural, pero dejó plantada la impronta de esa mélange que es hoy la economía china; un capitalismo de mercado, bajo un régimen comunista que lo denomina "economía de mercado socialista". El caso es que China es hoy la segunda economía mundial tras Estados Unidos de América.

En los primeros días de septiembre de 1985, González viajó a China y volvió entusiasmado con su política económica. "Usted es como el Sol saliente del Este, y yo, como el Sol poniente del Oeste", dijo el viejo mandatario chino a un joven González absorto ante las similitudes que encontró entre China y España y el camino que emprendía aquel inmenso país, en el que, puestos a encontrar semejanzas, hasta pudo comparar lo parecido de la situación en que estaba Hong Kong con la que había y hay hoy en Gibraltar. Una crónica de Félix Bayón en el diario El País (8.9.1985), es un magnífico relato del encuentro. González repetía desde entonces, la frase "gato blanco o gato negro, da igual; lo importante es que cace ratones", como si fuera un lema que ahora se me antoja decididamente premonitorio.

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