Hoy lunes, se celebra Pleno Municipal en el Ayuntamiento de Algeciras a petición de algunos de los grupos de la oposición, y en relación a las medidas que se han adoptado y se han de acordar, a fin de paliar los efectos sociales y económicos que está padeciendo la ciudadanía por razón de la epidemia del Covid-19. Hubiera sido deseable que tal Pleno, por la importancia que tiene, se hubiese convocado por acuerdo de todos los grupos municipales, de manera consensuada, y como reflejo de una actuación coordinada de lucha contra el virus y sus nefastas consecuencias. Pero en el ámbito local, como en el nacional, la polarización de los bloques es el pan nuestro de cada día, aunque el arreglo del bache, o de la farola no entienda de ideología.

Bellísimo y aleccionador fue el recitar, por parte del paisano Victor Clavijo, del poema de León Felipe, El Hacha.

Es usual el escuchar la crítica nacida desde el gobierno local, en referencia a la supuesta vagancia que presuntamente afecta de manera común a toda la oposición, como si solo fueran ellos los que trabajan (para ello se les paga, por cierto), y son también reiterativas las palabras de tal oposición sobre la falta de eficacia alguna, de la labor ejecutiva que realizan los miembros del gobierno (¿examinamos la labor opositora también?). Pero griegos y troyanos, entiendo, poca solución han proporcionado al ciudadano de a pie, transcurridos estos meses.

Y si comparamos las medidas adoptadas por nuestro Ayuntamiento, en relación a otras tomadas por Consistorios del entorno, y ello en base a la lectura diaria del Boletín Oficial de la Provincia, solo podemos concluir que las mismas son indiscutiblemente raquíticas. Ni consta modificación del presupuesto municipal en curso para reforzar medidas de apoyo económico y social, como sería destinar a la lucha contra la pandemia de partidas presupuestarias que no pudieron ser utilizadas por razón del confinamiento o periodos posteriores; ni concesión de ayudas directas o subvenciones a PYMES y autónomos afectados; ni contratación de personal eventual que pueda realizar labores de apoyo necesarias; ni recolocación de funcionarios en otros puestos que puedan ser de mayor utilidad en este periodo, entre otras medidas que si han decidido otros Consistorios cercanos.

Parece que la inacción municipal, de gobierno (hacer) y de oposición (pedir), es más que evidente. Pero aún están a tiempo de entenderse, de escucharse y de ponerse de acuerdo, no para gloria propia, sino solo para cumplir la obligación que les incumbe, la de servir al ciudadano. Por favor.