Olvidados

En Francia vemos la batalla del futuro, harcas salidas de guetos inhumanos contra hordas de irracionalismo

Me encanta esa gente que afirma no ser ni blanco ni esclavo, huyendo de los extremismos, dice. Para mí toda la problemática actual se define como Era de la Ignorancia, barnizada con una pseudocultura mucho más perniciosa que cualquier otro pecado por viscoso que fuere, ir al fondo de las cosas no es signo de nuestro tiempo.

La función del conocimiento ha casi desaparecido sumida en lo tecnológico, la salud (transformada en negocio) y el entretenimiento, esto es, todo aquello que de alguna manera genere beneficios. No hay referencia, el ideal del Humanismo (no hacer daño y procurar un futuro mejor a través del análisis crítico) ha muerto convertido en una parodia pobre de un caritativismo insultante.

Occidente ha destrozado el planeta y ha machacado a la mayor parte de la población humana (y animal) de las formas más vejatorias. Creer que manteniendo su lógica va hacia algún lado es no darse cuenta de que la creciente y pujante población no-occidental va a devolver la quina que ha tragado, cuchara por cuchara. Por puro interés, porque el verdadero no es nocivo, hemos tenido tiempo de amortiguar nuestro impacto, compartir fines y procurar un mínimo bienestar global que, al menos, no convirtiera todo en un polvorín. Sí, hablamos de esa causa final que es la utopía, no como necesidad sino como horizonte pensable permanente.

En Francia estamos viendo la batalla del futuro, harcas salidas de guetos inhumanos contra hordas de irracionalismo, o viceversa. Y de eso no se sale otorgando dineros a los pobres, sino haciéndonos partícipes todos del horror y abandonando los fanatismos (los peores son los religiosos y los nacionalistas), compartiendo objetivos y formación. ¿Existen leyes internacionales con esa voluntad, o bajo la mentira de la tolerancia unos explotan y otros rezan? Necesitamos una nueva referencia laica básica para toda la Humanidad, un ideal común al que todos podamos aspirar a la manera de la Ilustración o nos dirigimos a la guerra total.

La globalización sólo tenía un sentido: el Cultural; la economía planetaria es una abstracción repleta de cadáveres, hay que enfriar la economía, parar el desarrollo, abandonar el consumo y el crecimiento como fines, fomentar (con Código Penal para negacionistas) la formación y estructuración de los países abandonados, una legislación internacional y una Corte global y una Constitución mundiales que den garantías. Si no trabajamos en eso, usted, que ve esto una fantasía, está apuntalando las bases de una destrucción que ya ha empezado.

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