Cuando el 24 de febrero de este año las tropas rusas lanzaron una operación militar a gran escala con el propósito de invadir Ucrania, muchas de las certezas y seguridades imperantes en las relaciones internacionales desde el final de la Segunda Guerra Mundial se quebraron de golpe en mil pedazos.

Los valores y principios de la Carta de Naciones Unidas que intentaron reconfigurar el mundo desde 1945 ya no son respetados por una de las grandes potencias nucleares y miembro permanente del Consejo de Seguridad, Rusia, con la aquiescencia de otra de las grandes potencias, China. Es en este contexto cuando la alianza de seguridad y defensa que significa la OTAN adquiere un rol de gran importancia.

Como es bien conocido, esta organización internacional está fundamentada en el principio de legítima defensa colectiva del artículo 51 de la Carta de las NU, como así dispone el artículo 5 de su tratado fundacional, el tratado de Washington. En él se dispone que un ataque armado contra una o más de los Estados parte que tenga lugar en el ámbito territorial del tratado será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas.

El ámbito territorial se desarrolla en el artículo siguiente y así como Francia incluyó los territorios que en su día eran franceses en el norte de África, España en el momento de su adhesión no solicitó incluir Ceuta y Melilla. Parece evidente que la preocupación central de la OTAN sea el flanco este donde Rusia además de atacar a Ucrania supone una amenaza real a nuestros aliados próximos a sus fronteras. No obstante, parece un gran éxito diplomático del Gobierno español el reposicionamiento de la OTAN y la consideración del flanco sur como territorio sobre el que se proyectan múltiples amenazas y que debe estar presente dentro de las preocupaciones estratégicas de la organización.

Desafortunadamente la orilla sur del Mediterráneo es una zona altamente vulnerable con Estados autocráticos de distinta naturaleza (Marruecos, Argelia, Egipto), fallidos (Libia) y Estados en deconstrucción de su frágil sistema democrático (Túnez). A su vez, el Sahel es un territorio golpeado por la crisis climática, la inestabilidad institucional, el terrorismo yihaidista y los golpes de estado.

En definitiva, las amenazas son múltiples y es un territorio donde Rusia está presente a través de los sanguinarios mercenarios del Grupo Wagner. El Concepto Estratégico de Madrid incluirá por vez primera la defensa de "la soberanía e integridad territorial" de los países aliados como misión fundamental de la organización. En un mundo inestable con amenazas reales también desde el sur, la defensa y seguridad de España se han reforzado con la Cumbre que se ha cerrado hoy en Madrid.

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