Ayer, miércoles, se inauguraron los Cursos Internacionales de Otoño de la UCA en Algeciras en su subsede Tetuán. Se trata, nada más ni nada menos, que de su vigesimosexta edición, lo que nos sitúa en un proyecto que nació hace bastante tiempo y que la universidad mantiene con un enorme esfuerzo al entender que las relaciones de nuestro Campus con la universidad del norte de Marruecos, Abdelmalek Essaâdi, deben ser una prioridad estratégica.

El Campus de Algeciras tiene la peculiaridad de ser el territorio universitario más al sur de Europa y comparte un espacio geoestratégico con el norte de África. En este sentido, el Estrecho, más que una barrera, debe constituir un puente privilegiado de cooperación. Para ello, hace más de veinte años se diseñó una herramienta capaz de articular los proyectos de cooperación universitaria entre las dos orillas del Mediterráneo, el Aula Universitaria del Estrecho. El equipo actual de gobierno de la UCA ha mantenido la apuesta por esta institución que sirve para mantener activa la indispensable colaboración entre profesores, investigadores y estudiantes de ambas universidades, favoreciendo la movilidad, buscando financiación para proyectos conjuntos que estimulen la cooperación internacional y promoviendo la educación, la cultura y el conocimiento como activo fundamental en la mejora del entendimiento mutuo y la búsqueda de vías de progreso común en dos sociedades que, aparentemente muy distintas, tienen muchísimas cosas en común. Durante los últimos años las relaciones entre España y Marruecos han sido extraordinariamente complejas y muy difíciles de gestionar, envenenadas por las reclamaciones marroquíes sobre territorios españoles en el norte de África, la utilización de los flujos migratorios como herramientas de presión y la cuestión del Sáhara Occidental, entre otros muchos problemas. No obstante, el desafío de las universidades es ser capaces, incluso en tiempos de dificultades políticas, de servir como puente de comunicación entre las sociedades y colaborar para que existan siempre vías abiertas de diálogo.

Los temas elegidos este año para los Cursos de Otoño, la desalinización de agua del mar y la eficiencia energética y energías renovables, son una muestra de ámbitos específicos donde surgen problemas comunes derivados del cambio climático y la crisis energética que golpean con gran intensidad la cuenca mediterránea y a los que necesariamente habrá que buscar soluciones. La cooperación entre universidades es una herramienta indispensable para estos fines. Por todo ello, espero que el Aula Universitaria del Estrecho siga cumpliendo ese papel para el que fue creada con mucho acierto hace más de veinte años.

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