Leamos: una noticia de ayer mismo. La natalidad en España sigue bajando. No hay una tasa que garantice el mantenimiento del número de habitantes. La población sigue descendiendo. Siempre ha sido este un país despoblado en comparación con nuestros vecinos europeos. Se puede andar durante kilómetros por el centro de España sin encontrar ni una casa ni un ser racional. Y aún mucha gente repite como un mantra sin fundamento "no cabemos todos" cuando se produce una llegada masiva de inmigrantes. La misma noticia dice que hasta hace poco la inmigración garantizaba a lo justo la tasa de repoblación, y que el país envejece casi sin remedio. Aun así, el partido que más claramente propugna poner barreras a esta entrada de sangre joven es el que más ha crecido en estas pasadas elecciones andaluzas. Y según parece, esa posición ante la inmigración ha sido una de sus bazas electorales. Bueno: que envejezcamos bien.