La estantería

“Ligero”. La poesía es un arma para reflexionar sobre nuestra propia intimidad.

  • La obra se fija en los pequeños detalles que nos rodean como insectos, animales o plantas

“Ligero”. La poesía es un arma para reflexionar sobre nuestra propia intimidad.

“Ligero”. La poesía es un arma para reflexionar sobre nuestra propia intimidad. / E.S.

¿Tiene la juventud herida frustraciones, anhelos y derrotas? Por supuesto, igual que los adultos. Pero ellos poseen menos experiencia para poder superarlos o como buen torero de la vida, capotearlos. La poesía es un buen instrumento para exteriorizar las emociones, los sentimientos, para reflexionar sobre nuestra propia intimidad.

“Ligero” es un poemario que se fija en los pequeños detalles que nos rodean: los animales pequeños como los insectos, los perros, las vacas, las plantas descuidadas de los pisos de alquiler, la clase estrecha, el autobús o la pequeña mesa de la cocina que sirve de escritorio. Estos poemas convierten la vulgar rutina en grandeza de vida. El cariño de la madre a su mascota subraya el incompresible amor que tienen las madres, amor y perdón que no se puede comparar con nada ni con nadie.

En “Ligero” su autor se escucha, se contempla, se estudia. Pero parte de uno mismo, es todo lo que te rodea, tu madre, tu padre, tus amigos, tus vecinos o las mujeres de la limpieza. Son poemas muy humanos, donde se nota el roce de la gente, las miradas fugaces, el abrazo deseado y también el mordisco inesperado.

La luz, y el deseo de tenerla, alumbra tus pasos y te permite contemplar tu reflejo en el que te contemplas dentro de un mosaico más complejo de lo que deseas. “No somos dueños de nuestros poemas, igual que jamás lo somos de nuestras vidas.”

En “Ligero” el joven es pobre, pero es libre incluso cuando está concentrado en la lectura de un libro. Es como si no tuviese nada que hacer, aunque puede realizarlo todo. No le importa a nadie lo que haga y todavía tiene todo el tiempo. El futuro es desorden manejado como las ramas de un árbol en el bosque. “Podríamos llamar futuro a la diferencia entre lo que intentamos ser y lo que somos, entre lo que creemos ser y lo que verdaderamente somos”. Es una invitación del autor a vivir en la incertidumbre, ser felices con el momento justo en el que estás, gozar de la indecisión.

También “Ligero” nos hace sonreír con su ironía: “éramos jodidamente listos, eso sí. / Nuestro porvenir se dictaba entonces en periódicos extranjeros. Era necesario aprender idiomas” O “recordaba perfectamente dónde lo había leído y por qué lo decía”, pero no nos aclara para darnos libertad.

Es una poesía clara, fácil de leer y que llega rápidamente a tu corazón. En más de un momento, el poema, se contradice, pero es lo normal que nos ocurre en la vida.

El jurado destaca la obra “por la potencia de su imaginación poética, capaz de emprender un canto generacional entonado desde un desencanto reconciliado que conjuga ironía y nostalgia”. Y señala que como “buen conocedor de la tradición poética contemporánea, Ismael Ramos ofrece una propuesta desprovista de afectación y muy depurada lingüísticamente que conforma una suerte de épica vivencial de tono a la vez trascendente y ligero”.

Los pequeños lectores recomiendan: Ismael González, alumno de 2º de Bachillerato es quien nos ha presentado esta obra: “Como me gusta la poesía me pidieron que eligiera un poemario para presentarlo al club de lectura. Tenía delante seis poemarios de jóvenes autores, no conocía a ninguno de ellos, estuve a punto de no elegir este libro, pero fue la portada la que me atrapó. En ella se une modernidad y clasicismos, pienso que representa a un joven lleno de humanidad y naturaleza. Tengo que reconocer que me gusta más escribir que leer, pero para escribir tengo que leer. No me agrada la poesía que nos imponen en los estudios, no es nada natural, ni me dice nada. Sin embargo, Ismael Ramos con su poemario “Ligero” si me dice mucho, lo que me cuenta es tan normal, tan natural que parece que nos conocemos, que él me conoce. En sus versos está presente la familia que te arropa, pero a veces te asfixia, te intimida. Su lectura me empuja a seguir disfrutando de los días, del sol y de la lluvia, de mirar a todos lados, al chico del autobús, a ese niño que corre por la playa, a mi futuro, sea el que sea. Y sobre todo me anima a mirar el futuro con una sonrisa. Después de su presentación me enteré que era premio Nacional de poesía joven. Una portada no hace a un libro, pero ayuda a su elección.”

Autor: Ismael Ramos, Mazaricos (A Coruña), poeta, escritor y profesor de Lengua Castellana en Secundaria. Autor de los poemarios “Os fillos da fame” (XVII Premio “Johán Carballeira” de Poesía; Xerais), “Lumes”’ y “Lixeiro” que él mismo lo ha traducido como “Ligero”. Es un amante de la lectura y escribe desde los once años, por ello la literatura forma parte de su vida. Escribe en su lengua materna, el gallego, y es él mismo quien traduce sus versos al castellano.

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