Cultura

Concluye la actividad arqueológica de recuperación de Baelo Claudia

  • Estudiantes de las universidades de Alicante y Cádiz limpian las estructuras exhumadas de las antiguas excavaciones. Encuentran nuevos restos funerarios

La actividad arqueológica desarrollada en la necrópolis oriental de la ciudad hispanorromana de Baelo Claudia, promovida por el Conjunto Arqueológico y la Universidad de Alicante, finalizaron con éxito a finales del pasado mes de septiembre. Dicha actividad se ha enmarcado en una de las líneas estratégicas de investigación incluidas en el primer plan director del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia y ha sido financiada por la Junta.

Jóvenes estudiantes de las universidades de Alicante y Cádiz han sido los encargados de limpiar parte de las estructuras exhumadas en las antiguas excavaciones, realizadas por Pierre Paris y George Bonsor entre 1917 y 1921, para proceder al levantamiento de los enterramientos visibles y a la reexcavación de algunos de los mausoleos más destacados como es el caso del Hornillo de Santa Catalina.

El joven equipo ha contado con la asesoría científica de especialistas en mundo funerario romano como los catedráticos de Arqueología L. Abad (Universidad de Alicante), J. Remesal (Universidad Autónoma de Barcelona) y M. Bendala (Universidad Autónoma de Madrid).

Junto a los trabajos de limpieza se ha integrado toda la información recopilada para la exposición Bonsor y la recuperación de Baelo Claudia, promovida por el Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia y el Archivo General de Andalucía, consistente en una planimetría bastante completa de las excavaciones conservada en el citado Archivo, que el arqueólogo anglo-francés efectuó en esa misma necrópolis entre 1917 y 1921.

Asimismo se han podido incluir datos de otras intervenciones posteriores de la recuperación de la planta completa de una necrópolis ubicada al sur de la vía, que desde la ciudad se dirigía hacia Traducta y Carteia y de la que hoy día apenas es visible un 15%.

Durante las limpiezas superficiales han ido apareciendo restos de los expolios históricos y materiales arqueológicos no recuperados en la excavación de Bonsor tales como: urnas cinerarias, vajilla fina y restos anfóricos, entre otros, así como elementos pertenecientes a ajuares funerarios.

Por otro lado, se han recuperado cuatro nuevos cipos funerarios, a los que Bonsor, dado sus rasgos antropomorfos, calificara como muñecos. De los cuatro nuevos ejemplares recuperados se observa perfectamente en uno de ellos los ojos, la nariz y la boca. Dos de estos cipos han aparecido junto al expolio antiguo de un sepulcro que contuvo los restos óseos cremados en el interior de una caja de piedra, cuyos elementos también han sido recuperados.

Una vez más se localizan cipos de este tipo en el área central del espacio funerario, siempre orientados hacia el mar. Las limpiezas en otras zonas de la necrópolis, como las más próximas a la playa, no ofrecen este tipo de elementos, pues según parece y, a la luz de las nuevas investigaciones, serían de una cronología algo posterior (siglo II d.C.) y de un carácter más itálico, fiel reflejo de una sociedad baelonense mucho más romanizada y donde quizás podemos rastrear la presencia de algunos aportes demográficos provenientes de otras áreas de la Bética o quizás de la misma península itálica.

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