José Antonio Nieto, a sus 58 años, está llevando a cabo una iniciativa solidaria para ayudar a los niños que padecen cáncer. Este proyecto dio comienzo el pasado 2 de septiembre desde su pueblo, Ubrique. Hoy, siete semanas después de su partida, se encuentra en Piñeres de Pria tras haber caminado alrededor de 2.100 kilómetros, con una media de 45 kilómetros diarios, lo que implica fuerza de voluntad y mucha empatía.

Comienza su rutina diaria entre las 3 y las 5 de la mañana para llegar a su destino a la hora deseada, ya que hay etapas más largas que requieren un mayor esfuerzo. Todo esto con su mochila, cargada con no menos de trece kilos. Algunos de los lugares que ha atravesado José Antonio son Zarautz, Markina Xemein, Lezama, Portugalete, El Pontarrón, Güemes y Boo de Piélagos, entre otros. 

José Antonio en su marcha, cargando su mochila

El caminante prevé hacer en total 92 etapas diferentes, siendo la mayoría parte del Camino de Santiago. El 2 de diciembre tiene pensado regresar a casa habiendo cumplido una marcha de tres meses de duración. 

Este reto surgió a raíz de una experiencia personal, de esas que te tambalean la vida. La nieta de José Antonio recibió unos resultados médicos que mostraban unos marcadores específicos altos, lo que les condujo a un posible diagnóstico: leucemia. Meses después, mediante una serie de pruebas, se demostró que la pequeña estaba sana. Lo vivido le dio pie a este ubriqueño a poner en marcha esta iniciativa: dar visibilidad al cáncer infantil.

El gaditano compagina el trabajo con su pasión. Por eso intenta unir todos sus días libres y vacaciones para poder tener un tiempo más prolongado con el fin de ayudar a quien más lo necesita. No es la primera vez que Nieto Peña realiza una ruta solidaria, en otras ocasiones ya lo ha hecho, pero con fines diferentes. En 2021 recorrió 2.200 kilómetros para recaudar fondos ayudando a una víctima de incendio. Y en 2022 realizó 3.200 kilómetros por la lucha contra el cáncer. 

Todo esto ha sido posible gracias a su amor por el senderismo y el tracking, donde se somete a grandes exigencias físicas para llegar cada día a su destino. 

A pesar de caminar en solitario, José Antonio cuenta con un equipo logístico, su propia familia, que lo ayuda a contactar con ayuntamientos, asociaciones y, sobre todo, concertar entrevistas. Asimismo, sus familiares gestionan las redes sociales y portales web, publicando noticias diarias acerca de su recorrido, viviencias o anécdotas. 

El caminante da su apoyo a niños con cáncer

Así, diferentes consistorios y entidades le brindan la oportunidad de recibir patrocinio o subvenciones que favorecen a los niños con cáncer. Además, le proporcionan hospedaje en el pueblo, ya sea en hoteles, albergues, pabellones u hostales. El caminante dice que por suerte, a día de hoy, no ha dormido en la calle, ya que siempre encuentra alguna ayuda. 

Día tras día, el ubriqueño busca simpatizantes a su causa, pero dice que este trabajo se hace más ameno sabiendo que su familia lo apoya incondicionalmente. Asimismo, comenta que lo más difícil es pasar tres meses alejado de su entorno, pero al final es un logro que acaba compartiendo con ellos. Para él, es muy gratificante tener en su mano la posibilidad de ayudar al otro sin recibir beneficio alguno. 

Para que las personas también puedan ser partícipes de este reto, se han creado portales web y redes sociales donde se publica los avances de Nieto. Además, se pueden hacer donaciones para ayudar a los niños pacientes de cáncer. En Facebook su perfil es Vuelta España 4 km sumando sonrisas ; en Instagram, 4.000knsumandosonrisas

Campaña publicitaria 4000 kilometros

De cara al futuro, el objetivo de José Antonio es terminar sus 4.000 kilómetros y llegar a casa para pasar tiempo con seres queridos. Por el momento, no piensa en una siguiente vuelta, aunque comenta que no sabe lo que le deparará la vida y los posibles proyectos que puedan surgir. “Hay que disfrutar del momento diario y el futuro ya dirá.”