La estación del olvido
Los Amarillos se hizo cargo de estas instalaciones hace casi un año La empresa debe acometer mejoras urgentes y aún no las ha llevado a cabo
Casi un año después de que la empresa Los Amarillos se hiciese con la gestión de la estación de autobuses de La Línea, contrato que conllevaba por obligación la mejora urgente de algunos elementos, estas instalaciones continúan en el mismo o peor estado en el que fueron concedidas a esta compañía.
Ésta ya puede llamarse la estación del olvido. Es el primer punto que los viajeros que llegan en autobús conocen de La Línea, y la primera impresión no es la más adecuada. Nada más entrar en la estación se encuentran con un vallado del perímetro muy deteriorado, oxidado y a punto de derrumbarse, y con un asfalto muy defectuoso y lleno de baches. Nada más bajarse se encuentran con un suelo y paredes sucias, y dentro de la estación con un espacio vacío y en el que es difícil encontrar a alguien que pueda atender a los viajeros, ya que las taquillas suelen estar cerradas durante casi todo el día y no hay un puesto de información.
Desde hace unos meses tampoco está abierta la papelería con la que contaba, y del cierre del bar hace mucho más tiempo. Y ya si el viajero necesita entrar a los aseos, mejor que se de la vuelta y busque otros, porque su estado es más propio de un edificio abandonado que de una estación operativa en el primer mundo.
Los Amarillos se hizo con la gestión de la estación después de que el pleno lo aprobara, con votos a favor de PSOE y PA, el 4 de septiembre de 2010. La formalización del contrato tuvo lugar el día 10 de septiembre y desde entonces la adjudicataria, que logró la concesión a 25 años, no ha hecho nada en estas instalaciones, que cada día están más deterioradas.
De hecho el pliego técnico recoge que como mínimo, la empresa que se hiciera cargo tenía que llevar a cabo obras de reforma y puesta a punto inicial a corto plazo valoradas en unos 85.500 euros. Estas obras consisten en la modificación de los baños para adaptarlos a la normativa de accesibilidad a y a su mejora por unos 30.000 euros; la reparación de la marquesina metálica exterior que recubre los andenes, por unos 50.000 euros; la sustitución del vallado exterior, 2.500 euros; y la reparación o sustitución de las cancelas de accesos para los vehículos (3.000 euros).
De todos estos arreglos no hay noticias casi un año después. Pero además, Los Amarillos está obligada a acometer, antes de que se cumplan cinco años desde la concesión de las instalaciones, obras estimadas en 131.000 euros.
También recoge el pliego la obligatoriedad de que haya una persona de forma permanente en los aseos públicos de forma permanente, y que se limpien los suelos del vestíbulo de la estación hasta cuatro veces al día, al igual que el piso del andén.
Si el equipo de gobierno considera que la concesionaria está incurriendo en infracciones muy graves puede sancionar a la empresa con hasta 9.000 euros o incluso declarar la resolución de la concesión, previo expediente administrativo.
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