Un grupo de hombres apedreó desde España a través de la valla fronteriza a dos agentes de aduanas de Gibraltar que acababan de intervenir un alijo de cigarrillos. Aunque los oficiales no resultaron heridos, el coche patrulla en el que habían llegado al lugar surfrió graves daños.

Esta historia de violencia arranca cuando dos agentes de aduanas sorprendieron con las manos en la masa a dos hombres que intentaban hacer contrabando de cigarrillos el pasado lunes. Los oficiales, en una patrulla de rutina, observaron a dos individuos en plena carrera por la zona pública de la playa del Este. Los agentes emprendieron la persecución y durante la misma recuperaron una serie de bolsas que contenían cigarrillos. Los dos hombres hicieron buena su fuga al cruzar a nado hacia la parte linense de la costa tras deshacerse de las bolsas.

El caso es que mientras los oficiales cargaban el tabaco recuperado en su vehículo de patrulla, un grupo de los hombres apareció en la parte española de la valla y empezaron a insultarlos. Al poco, la violencia verbal se transformó en física cuando los individuos empezaron a tirar piedras por encima de la valla fronteriza contra los oficiales.

Según el Gobierno, en la operación se incautaron de 13.940 cigarros (69 cartones).

En un incidente no relacionado con este incidente, un gibraltareño fue interceptado por el servicio de aduanas en el bucle de la frontera camino a España. Fue arrestado después de que los agentes buscaran en su vehículo y encontraran 10.000 cigarrillos (50 cartones) ocultas dentro del salpicadero. El hombre, de 21 años, tendrá que presentarse el 19 de junio. El tabaco y el coche quedaron en poder de la Aduana.

El Gobierno de Gibraltar asegura que está trabajando con firmeza junto al servicio de aduanas y a la Policía para controlar estas actividades que contravienen la Ley del Tabaco.

El Ejecutivo ha acordado recientemente el aumento de los recursos para el servicio de aduanas y la Policía en estas tareas y se compromete a seguir trabajando con las dos agencias en la declaración de zonas especiales y el endurecimiento de las cantidades de tabaco que los individuos pueden poseer en estas áreas.