El Algeciras sabe remangarse (1-1)
Juventud Torremolinos - Algeciras CF | La crónica
Los de Javi Vázquez suman un valioso punto en El Pozuelo, donde fueron merecedores de algo más por ocasiones y actitud
Jorge Rastrojo igualó el tempranero gol de Ribeiro en una primera parte dominada por los del Nuevo Mirador
Las mejores fotos del Juventud Torremolinos - Algeciras CF
Empate fuera de casa que refuerza al Algeciras CF. Un punto bueno para los de Javi Vázquez, que seguramente fueron merecedores de algo más. Por ocasiones, por actitud, por saber adaptarse al clima de un campo como El Pozuelo, por minimizar a un rival como el Juventud Torremolinos de Antonio Calderón, un animal competitivo. Por estas razones, el botín puede saber escaso, pero esta vez el Algeciras supo medir y entender que si el partido no podía ganar con cabeza, no merecía la pena el riesgo de tirar por tierra todo en la recta final. Más vale punto en mano que ciento volando, si nos ponemos en plan refranero.
Jorge Rastrojo hizo algo de justicia con su gol tras el tempranero tanto de Ribeiro. El Torremolinos tuvo dos ocasiones en la primera y materializó una. El Algeciras llegó sin cesar y metió a los blanquiverdes en campo propio: los de Javi Vázquez pudieron tener media docena de oportunidades prometedoras, pero solo engancharon la de Rastrojo. Entre el portero Javi Cuenca, que salvó a los suyos varias veces, y esa falta de tino en los metros finales se escapó un primer tiempo casi redondo para los algeciristas.
La segunda mitad fue otro cantar, un duelo mucho más equilibrado, más táctico, con más batalla y con llegadas para los dos bandos. Lo más positivo fue que el Algeciras esta vez no cayó en las garras del miedo y no se dedicó solamente a defender ese punto que ya iba cobrando forma. Los de Vázquez se ajustaron con los cambios, pero no dejaron de pisar el campo contrario ni de tener en vilo al Torremolinos, que hizo bien en no lanzarse a lo loco. La moneda giró y giró, pero en esta ocasión no se decantó, a pesar de que el Algeciras estuvo más cerquita que su rival de que saliese cara.
Los del Nuevo Mirador se sitúan con 15 puntos, en ese pelotón de la zona media, y enlazan dos semanas sin perder. Los albirrojos, además, zanjan su mala racha fuera de casa y sostienen ese carácter competitivo que se hacía tan necesario en un césped como el de Torremolinos.
Ficha técnica
Juventud Torremolinos (1): Cuenca; Rafa Roldán (Héctor, 61’), José Alonso, Climent, Edu López, Alset, Gallego (Pito Camacho, 68’), Gori (Cristóbal, 61’), Ibán Ribeiro (Diao, 75’), Álex Camacho y Christian (Escardó, 75’).
Algeciras CF (1): Iván Moreno; José Carlos, Mayorga, Aleix Coch, Tomás, Óscar Castro, Joe Riley (Garrido, 68’), Rastrojo, Manín, Juanma (Víctor Ruiz, 68’) y Obeng (Nader, 61’).
Árbitro: Juan Antonio Manrique Antequera (Motril). Amonestó a Rastrojo (40’), Riley (42’), Roldán (52’), Climent (84’), Víctor Ruiz (87’), Pito Camacho (90’), Tomás (90') y Adrián (90').
Goles: 1-0 (19’) Ribeiro. 1-1 (38’) Rastrojo.
Incidencias: Partido correspondiente a la 12ª jornada liguera del grupo II de la Primera Federación, disputado en el estadio El Pozuelo de Torremolinos (Málaga), con numerosa presencia de aficionados algeciristas. Solo llovió en los minutos finales.
Once con sorpresa
El once algecirista vino con sorpresa porque el club se sacó de la manga un recurso por una de las amonestaciones de Manín. Nadie contaba con el delantero, a priori, sancionado, que obviamente condiciona y mucho a su equipo. El técnico dio la alternativa como titular a JJ Riley en el puesto de Iván Turrillo -este sí estaba castigado- y los de Vázquez salieron con toda su artillería arriba.
El Algeciras -vestido con ese oscuro entre negro y gris- salió mordiendo, como quería su entrenador, y con una presión muy alta que asfixió al Torremolinos. Los locales pudieron asomarse por primera vez al área contraria en una acción rápida en el minuto 7 con un centro envenenado de Rafa Roldán que tocó Christian y tuvo que desbaratar Iván Moreno. Pero el balón estaba más tiempo en el otro lado y el Algeciras vio como el árbitro anulaba por fuera de juego un gol a Manín en el minuto 14: la jugada vino en una falta lateral botada por Tomás, prolongada por Juanma y en la que Rastrojo sirvió a Manín.
El Torremolinos ya había enseñado la patita y no perdonó en la segunda que tuvo cuando en el minuto 19 Camacho hizo la jugada por la banda izquierda del ataque local y puso un centro al corazón del área que remató de primeras Ribeiro. Los blanquiverdes sacaban petróleo del único agujero algecirista en todo el partido.
Los del Mirador no se inmutaron y a renglón seguido tuvieron una ocasión de Obeng que Cuenca mandó a córner. Casi seguido, Manín pudo marcar, pero el meta adivinó la intención y, poco después, fue Rastrojo el que lo intentó. El Algeciras lo merecía e insistía, y encontró el premio en el minuto 38 tras una buena acción colectiva que culminaron entre Juanma, Manín y Rastrojo para que este último marcase de manera sutil con la zurda. Aún hubo tiempo para más con un cañonazo seco del algecireño Tomás que salvó Javi Cuenca con un paradón que estará entre las mejores de la jornada. Iba para la escuadra.
Resultado corto
Tras el descanso, ambos conjuntos trataron de hacerse con el tempo, pero el partido se equilibró y, por momentos, bajó algo de revoluciones entre interrupciones y faltas. El Juventud Torremolinos comenzó a tener más presencia en la parcela algecirista. En una de sus aproximaciones, los locales reclamaron una posible mano que no fue, como corroboró el VAR.
El carrusel de los cambios se puso en marcha. El sueco André Nader tuvo media hora -entró por un fundido Obeng- y, después, entraron Dani Garrido y Víctor Ruiz para dar oxígeno a la zona ancha sin perder la compostura.
A los de Calderón les dio otro aire la gente del banquillo y los malagueños se estiraron algo más con Escardó y Diao. El ex del Betis tuvo un par de ocasiones casi seguidas, al filo del minuto 80. Iván Moreno atajó la primera y la segunda se perdió fuera. Daba la sensación de que el Torremolinos quería acabar en modo asedio, pero el Algeciras no lo consintió. Los visitantes no cejaron en su empuje, siempre con Manín fijando a los centrales, y buscando las cosquillas a balón parado o desde la segunda jugada. En el minuto 85, la enésima acción algecirista en los dominios del Torremolinos acabó con un remate picadito de Mayorgaal palo.
Pudo sonar la flauta en el tiempo añadido para los del Nuevo Mirador cuando un obús de José Carlos se topó con el inspirado Cuenca, cuerpo a tierra para prevenir el bote de un disparo que olía a gol. ¿Una victoria en el maldito tiempo añadido? Habría sido justicia poética, pero ya llegará el momento de saldar cuentas del todo con el caprichoso fútbol.
Temas relacionados
No hay comentarios