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El Algeciras, los abonos y las causas de una regresión

Algeciras CF | Primera Federación

El club se estanca en la campaña de abonados y pierde fieles verano tras verano desde el subidón del efecto Almendralejo

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Futbolistas y aficionados, el pasado curso tras un partido del Algeciras. / Erasmo Fenoy

El Algeciras CF enfila la recta final de julio con una cifra de abonados que ronda los 2.400, una cantidad muy digna, pero por detrás del número de fieles de las últimas temporadas, desde que el club dio el salto a la Primera Federación. Los rojiblancos alcanzaron los 2.000 a primeros de mes, sin embargo, se les ha indigestado la barrera de los 2.500, lo que hace pensar que va a ser complicado acercarse a esos 4.000 abonados con los que aspira contar la propiedad. ¿Qué ha pasado? ¿Qué motivos hay para que parte de la hinchada se haya desenganchado? Es una realidad que se puede abordar desde varios puntos de vista.

Lo que es impepinable es que el Algeciras ha experimentado una regresión en el número de abonados en las últimas temporadas, una pérdida de adeptos progresiva desde el bautizado como efecto Almendralejo -en aquel mágico playoff de ascenso a Segunda División- hasta la actualidad. Después de cuatro campañas consecutivas en la nueva categoría de bronce del fútbol español -algo que pocos clubes pueden decir-, parece como si el algecirismo hubiese sufrido un desgaste en cuanto a la gestión o una falta de ilusión por no poder aspirar a más que la lucha por la permanencia.

Antes de entrar en los posibles motivos de este retroceso en la masa social, hay que recordar que el Algeciras lleva dos veranos en los que ha arrancado la campaña de abonos más pronto que nunca, a primeros de junio. El club comunicó el 20 de junio que había superado el millar de abonos renovados y el 1 de julio dio a conocer que esa cifra ya se doblaba con 2.000 simpatizantes que ya tenían su nuevo carnet. El estancamiento se ha producido durante el mes de julio. Es verdad que es pleno verano, que mucha gente prioriza las vacaciones y que hay aficionados que prefieren esperar a agosto para abonarse. El último anuncio oficial de la institución, el pasado viernes, fue de que el número de abonados era de 2.400, todavía a un centenar de esos 2.500.

Como referencia, el Algeciras alcanzó esos 2.500 el verano de 2024 tan solo 18 días después de iniciar la campaña de abonos. En 2023, a mediados de julio, el Algeciras ya había superado los 2.500 fieles. Si echamos la vista atrás al año siguiente al efecto Almendralejo, los del Nuevo Mirador habían alcanzado los 3.000 abonos en un par de semanas de captación. En aquel entonces, el objetivo superambicioso apuntaba a los 7.000 carnets, un sueño inalcanzable incluso en un momento de máximo euforia.

Robert y Lackey, en el palco del Nuevo Mirador. / Erasmo Fenoy

Los rojiblancos van a necesitar un impulso importante durante el mes de agosto para acercarse a los números del verano anterior, cuando el club anunció el 30 de agosto que llegaba a los 3.700 abonados. Fue la última cifra oficial en un recuento que no superó esa barrera de los 4.000 que ya venía perdiendo fieles.

PPara tratar de entender los porqués de este descenso en los abonados, tan solo basta con escuchar a la afición, atender a los debates en los foros algeciristas, a las redes sociales... Se puede hablar una mezcla de razones que van desde la falta de motivación por ver que el proyecto no puede aspirar a cotas más altas, una pérdida en la confianza en la propiedad, el desconocimiento de hacia dónde camina el club a medio plazo y, sobre todo ahora en verano, el capítulo de fichajes.

El Algeciras está inmerso aún en la confección de la plantilla 2025/26, la que ya entrena Javi Vázquez. A los rojiblancos les faltan algunas piezas importantes en ataque: un delantero diferencial y un par de extremos. La hinchada ha visto marcharse a Rodrigo Escudero, Pablo Larrea, Diego Esteban y alguno más que eran pilares en la última plantilla. Jordi Figueras enfrenta su primera experiencia a los mandos de la dirección deportiva y la grada observa con lupa. El máximo responsable deportivo sabe que necesita un par de nombres para encender la caldera de la afición. El club tampoco ha podido jugar, de momento, la baza de traer a un algecireño, como hizo en su día con Tomás Sánchez o el pasado verano con la cesión de Álvaro Leiva. Hay quienes pensaban que Álex Guti podría haber sido ese reclamo (se ha marchado a Chipre) o incluso Antoñito, recién firmado por el UCAM.

A la propiedad se le pueden achacar muchas cosas mejorables en cuanto a la gestión, sobre todo en cuanto a una información económica más cercana para la afición, pero hay que recordar que el Algeciras mantiene los precios de los abonados un año más, y son precios asequibles para ver fútbol en una categoría como la Primera Federación. Todavía hay tiempo para que muchos algeciristas se sumen al nuevo proyecto, más allá de las diferencias que puedan existir o los gustos personales. Al final, el equipo queda por encima de todo.

Como este periódico explicó el pasado día 22 en un reportaje, los grandes de la categoría empiezan a marcar las diferencias en verano con los abonados. El Tenerife y el Real Murcia ya han pasado los 7.000 fieles y lideran distanciados una clasificación provisional en la que Unionistas de Salamanca y Cacereño, por encima de los 4.000, encabezan el ranking de los mortales. En número similares al Algeciras se mueven, por ahora, el Talavera, el Zamora, el Real Avilés, el Europa o el Nástic.

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