Las aguas siguen revueltas en el Xerez, muy revueltas. Ayer, Joaquín Morales, máximo accionista del club, se quejó del trato que está recibiendo pese a haber logrado el ascenso a Primera División y dijo que no entiende "la presión, que ya es acoso y derribo contra mi persona cuando se ha conseguido lo que nunca antes en 62 años se había hecho".

En conferencia de prensa Morales aseguró que es "de carne y hueso, como todo el mundo" y que se le está "maltratando de forma injusta". "De todo lo que pasa en el Xerez la culpa la tiene Joaquín Morales. De lo bueno no ha tenido culpa de nada: pasaba por aquí de casualidad. Y, cuando algo sale mal, al final, el que paga los platos rotos siempre es el mismo", subrayó.

Las palabras del mandatario xerecista fueron adquiriendo un tono más elevado en el transcurso de su comparecencia. "Para mí hubiera sido muy fácil decir sí a las peticiones de Esteban para seguir en el banquillo, pero mientras que yo esté aquí tengo que defender los intereses del Xerez, aunque me canten Morales vete ya, aunque me manden al móvil mensajes desde una cabina amenazándome de muerte o llamando a mi hija de 17 años con palabras en la misma línea. Creo que eso no es justo", dijo.

Morales quiso poner en el acento en que su marcha es posible si llega alguien con la intención verdadera de hacerse con los mandos de la entidad azulina. "Soy el primero que si llega alguien se quiere ir. Estoy hasta los mismísimos de fútbol, pero ¿quién coño hay? Nadie. Y el día que lo haya, bendito sea. Por eso, lo que tenemos que hacer ahora es relajarnos un poquito, que estamos en Primera División por primera vez en la historia".

Muy resentido con la actitud de los aficionados xerecistas, Morales expresó sus sentimientos. "Creo que ya vale. No soy un delincuente. No vengo a robarle a nadie. He venido aquí a poner mi patrimonio, tengo la casa de mis padres embargada por un abogado de Jerez. Y quien tenga cojones que venga y haga lo que hemos hecho nosotros, y perdonad por la palabra pero son las que me salen del alma porque es injusto lo que están haciendo conmigo unos señores. Y eso es una mafia organizada, no sé por quién ni quiero saberlo. Es injusto, una injusticia total", explicó, para seguir diciendo que "a nadie han castigado tanto. En ningún club de España, y mira que he hablado con presidentes, han maltratado como a mí, estoy convencido. Coño, estamos en Primera, y más saneados que nunca, y vamos a tener un buen entrenador y una buena plantilla dentro de nuestras limitaciones. Somos la cenicienta de Primera División y nos tenemos que sanear, una de las promesas que hice al llegar", explicó con argumentos.

Pese a todo el revuelo montado en torno al club xerecista por no renovar a Esteban Vigo y por la marcha de un buque insignia como Mendoza, Morales se postuló firme en su cargo. "El que crea que con la presión Joaquín Morales va a dudar o va a hacer algo que le perjudique al Xerez, se equivoca. Porque yo con las dificultades me crezco y muero en la pelea cuando tengo las ideas claras", concluyó.