El Rey Midas de la cantera tarifeña

Antonio Huesca ha escrito esta campaña una nueva página en su brillante historia en la escuela de fútbol de Tarifa. El entrenador tarifeño, afincado en Algeciras, ha ascendido a Preferente juvenil con el equipo de dicha categoría. Es el cuarto ascenso que logra en los diez años que lleva trabajando en la escuela. Es el Rey Midas de la cantera tarifeña.

Dio el salto del fútbol sala, en el que lo había ganado todo, al fútbol de la mano de López Púa y Juan Lobatón, que puso en marcha la escuela en 2000. "Cuando López Púa se encargaba de la cantera sólo se podía hacer un equipo con los niños que había, de una sola categoría. La escuela empezó con unos setenta niños y ya vamos por más de 200", recuerda Antonio Huesca, cuyo hijo sigue sus pasos con los alevines.

Huesca admite que "con las pistas de césped artificial se incrementó el número de niños, porque a ellos les llama mucho la atención esa infraestructura. Antes, cuando entrenábamos en el estadio, en invierno era muy desapacible. Había muchos niños que no venían a entrenar. Yo entreno todavía en el campo de fútbol y los juveniles, que ya son más mayores, hay muchas veces que no quieren entrenar".

Igualmente considera que el nivel de los monitores es mejor en estos días. Para Huesca, que fue portero en su juventud, ha sido otra de las claves para el desarrollo de la cantera tarifeña, que vive un momento dulce: "En los últimos diez años ha subido mucho el nivel de los monitores. Cuando yo empecé había muy pocos. Ahora hay muchos jugadores de los que he tenido que son monitores en la escuela. También se ha notado mucho la mano de Gaspar (ex meta del Algeciras), aunque este año no ha podido trabajar con nosotros. Entrenaba a los porteros de la escuela y se notó un salto de nivel muy grande de los porteros. En los cadetes, el portero me salvó muchos partidos", asegura.

El entrenador tarifeño, que esta campaña ha dirigido al juvenil y al cadete, no puede ocultar su debilidad por los buenos porteros que están surgiendo en Tarifa y triunfan fuera: "Tenemos un portero, José Antonio, que está en el cadete del Cádiz, en Autonómica. Otro portero, Rafael, está en el infantil de Autonómica del Cádiz, también. El año pasado, siendo infantil, jugaba con el cadete mío. Además tenemos un lateral derecho y uno izquierdo, los dos cadetes de Tarifa, en el Cádiz, además de Víctor y Hoyos, que están en el Cádiz B", narra.

También destaca a otro portero que tiene ahora en sus filas: "Los niños que tenemos en la escieña son de Tarifa y la campiña. Hay alumnos de Facinas, Tahivilla y Bolonia, que hacen un gran esfuerzo para venir tres días por semana a entrenar. De fuera ahora mismo sólo tengo a un jugador de La Línea y al portero del cadete, que es de Algeciras. Fichó poco antes de la Liga, porque se retiró el Salesianos de Provincial. Sólo teníamos un portero y cuando supo que su equipo no salía me llamó. Creo que José Daniel, si tiene un poco de suerte, es un portero con una enorme proyección. Tiene una estatura increíble y una gran seguridad. A mí me ha dado muchos puntos".

Bajo su mando han ascendido a Primera Provincial el alevín, el infantil (el único que aún no mantiene la categoría) y el cadete. Ahora el juvenil ha ascendido a Preferente. Pero por encima de los resultados, la disciplina y la deportividad son valores que Antonio Huesca trata de inculcar a sus alumnos: "Yo era un entrenador con muchas tarjetas cuando empecé. Ahora llevo dos años sin que me saquen ni una amarilla. La situación se ha puesto de una manera que muchas veces entiendo que un árbitro nos pite en contra cuando jugamos fuera; hay equipos de auténticos vándalos. Este año tuve un problema en el cadete y les di la baja a dos jugadores. Es duro, pero hay cosas que no se pueden consentir, porque está en juego la imagen de la escuela y del entrenador. Con la mala conducta y la falta de asistencia a los entrenamientos soy muy radical".

El único reto que le queda en Tarifa es dirigir al primer equipo, aunque no tiene prisa: "Salvo dos jugadores de la plantilla del Tarifa, todos han estado conmigo. Entrenar al equipo grande es lo que me quedaría. Tengo esa ilusión para el futuro, pero de momento no me lo planteo. Para eso necesito un equipo con jugadores con el compromiso de entrenar, dentro de las dificultades que tienen por no cobrar nada del fútbol. De todas formas, Marcelino lo ha hecho muy bien", dice.