Ocio
El tiempo para el puente en el Campo de Gibraltar

Marruecos juega un póker geopolítico en torno al Estrecho de Gibraltar

Washington, Tel Aviv, Bruselas, Moscú y Abu Dhabi muestran sus cartas en el tablero que propone Rabat, que pretende posicionarse ante todos como un socio fiable a las puertas del Mediterráneo

This browser does not support the video element.

Entrenamiento entre soldados marroquíes e israelíes en túneles. Los soldados hebreros son acusados de la matanza de 15 médicos en Rafah, Gaza. Fuerzas Armadas de Marruecos.
Iago Soler Castiñeira

Algeciras, 08 de junio 2025 - 04:01

Que Estados Unidos sea un férreo aliado del Gobierno marroquí no es casualidad. Las relaciones entre ambos países se remontan a 1777, cuando el Sultanato de Marruecos fue el primero en reconocer lo que hasta ahora es la primera potencia mundial. Muestra de ello es la legación estadounidense en Tánger: un precioso edificio enclavado en mitad de la medina y una de las misiones diplomáticas estadounidenses más antiguas. Dos siglos y medio más tarde, los lazos siguen presentes. Pero no únicamente de Estados Unidos, también de aliados de la Casa Blanca como Israel. Y especialmente en el apartado militar.

Desde mediados de abril hasta finales de mayo se ha desarrollado el African Lion 25, un gran ejercicio multinacional en suelo africano liderado por el Pentágono, donde han participado más de 10.000 soldados de casi medio centenar de países, incluidos miembros de la OTAN. España estaba entre ellos, pero en los que se desarrollaban en Túnez.

Estuvo en suelo marroquí el ejército hebreo. No sin polémica. Entre los más de 54.000 palestinos asesinados por las bombas israelíes, 15 médicos fueron masacrados. El ejército israelí intentó esconder los cuerpos en fosas comunes; según testigos, con signos de tortura, atados de pies y manos. Un equipo de Naciones Unidas los recuperó seis días después. Los soldados que abrieron fuego contra los sanitarios pertenecían a la brigada Golani, un batallón que estaba hace unas semanas adiestrando al ejército marroquí para combatir en túneles.

Un bombardero B-52 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (con base en Morón de la Frontera, Sevilla) volando en formación con aviones de combate F-16 marroquíes. / USAF

La Relatora Especial de la ONU para los territorios palestinos, Francesca Albanese, respondió a Marruecos sobre la posible presencia de soldados israelíes involucrados en la masacre del 23 de marzo en Rafah, al sur de Gaza. "De confirmarse, constituiría un nuevo umbral de depravación y una violación de la obligación internacional de investigar y enjuiciar a los autores de crímenes atroces. Insto a las autoridades marroquíes a que respeten el Estado de derecho. El mundo entero nos observa", escribió en su perfil de la red social X.

El Barómetro Árabe apunta que únicamente el 13% de los marroquíes se encuentra a favor de mantener relaciones con el país hebreo

¿Valores o dinero? En Marruecos son habituales las protestas contra los acuerdos con Israel después de que Estados Unidos reconociese en 2020 la soberanía marroquí del Sáhara Occidental. Una encuesta del Barómetro Árabe apunta que únicamente el 13% de los marroquíes se encuentra a favor de mantener relaciones con el país hebreo. “Hay que diferenciar al Estado de Israel y su acción política de la comunidad judía. Rabat tiene una relación histórica con la comunidad judía marroquí. El judaísmo es anterior al islam y es reconocido constitucionalmente como una de los componentes identitarios de la nación. También tiene una relación geoestratégica clave con Israel y esto pone nervioso al Estado marroquí, que ve cómo parte de su población protesta por las atrocidades que se llevan a cabo en Gaza”, comenta a Europa SurBeatriz Mesa, periodista, analista y profesora en la Universidad Internacional de Rabat.

Para la diplomacia marroquí es clave seguir manteniendo relaciones con el Gobierno israelí. Esto provoca aumentar su crecimiento como potencia regional y permite comerciar abiertamente en materia militar. Las relaciones militares entre Rabat y Tel Aviv no son nuevas, se remontan a finales de los años 70, cuando expertos israelíes ayudaron a construir el muro militar que divide en dos el Sáhara Occidental. A finales de los 90, tras la firma de los acuerdos de Oslo entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), se sucedieron las iniciativas comerciales.

En 2003, en plena segunda Intifada, Rabat enfrió las conexiones. Hasta hace cinco años. Es entonces cuando resurgió abiertamente un comercio que no ha parado de crecer desde entonces, incluido en el aspecto militar. Israel le ha dado a Marruecos un impulso en el uso de los drones de combate, unos aparatos clave en las guerras que sacuden el mundo durante este siglo XXI. Sólo hay que echar un vistazo a los últimos conflictos, como el que ganó Azerbaiyán a Armenia por el control del Nagorno Karabaj, destrozando blindados del ejército armenio, así como la utilización por parte de las tropas hebreas en todo Oriente Próximo o las oleadas que se mandan mutuamente Ucrania y Rusia.

Marruecos ha invertido 500 millones de euros en un escudo capaz de detectar aviones a 400 kilómetros de distancia y derribarlos a 150

Hace un año, según medios marroquíes, una filial de la puntera empresa israelí IAI firmó un acuerdo para fabricar drones en Marruecos durante los próximos años. El pacto se enmarca dentro de las relaciones que sellaron a partir de 2020 ambos países. También recibirán satélites espías y proyectiles made in Israel para un posible escudo antimisiles. Un ambicioso proyecto donde Rabat ha invertido 500 millones de euros y que roza el sur de España; la protección militar tendría la capacidad de detectar aviones a 400 kilómetros de distancia y derribarlos a 150. Marruecos también ha optado por sistemas de artillería propulsada de fabricación israelí en vez de los hechos en Francia, utilizados hasta hace poco. Todo ello mientras se apoya también en la industria estadounidense.

Un F16 marroquí siendo reabastecido en vuelo por un KC-135 Stratotanker estadounidense. / USAF

EEUU arma hasta los dientes a Marruecos

Los dos mandatos del republicano Donald Trump al frente de la Casa Blanca le han valido al país magrebí para posicionarse como una potencia militar en la zona. Mientras que Rusia apoya a Argelia, el Pentágono da rienda suelta a las tropas marroquíes. En los últimos años Rabat ha recibido armas estadounidenses por valor de 8.500 millones de euros. Los jugosos paquetes incluyen: lanzacohetes HIMARS (sistema de artillería de alta movilidad usado por Ucrania y que hace estragos en Rusia), misiles GM-84L Harpoon Block II, aviones F-16, helicópteros de ataque Apache o los de transporte Chinook.

Rabat lleva años pretendiendo quitarle poder a Madrid como potencia en el Estrecho, traspasando la base naval de Rota a Marruecos

Estados Unidos y Marruecos firmaron en 2020 (el año del restablecimiento de las relaciones del país magrebí con Israel) un acuerdo militar de 10 años. No es nuevo que Marruecos quiere reforzar la presencia militar estadounidense en su territorio. Rabat lleva años pretendiendo quitarle poder a Madrid como potencia en el Estrecho, traspasando la base naval de Rota a Marruecos, algo que Estados Unidos descarta por el momento. Pero el Gobierno marroquí apuesta de nuevo por aprovechar las turbulentas relaciones que el Gobierno estadounidense e israelí tiene con buena parte de la Unión Europea, incluida España.

“Marruecos cuenta con una política exterior bien diseñada, con unos objetivos claros, no como España. La firma de los Acuerdos de Abraham (normalización de relaciones entre países árabes e Israel en 2020) fue clave para lograr el posterior apoyo de Trump a su control del Sáhara Occidental, luego llegó la famosa carta de nuestro actual presidente que rompía con décadas de posicionamiento español para mostrar el mismo apoyo que Washington. Rabat está afianzando su posición regional”, analiza para este periódico Pedro Francisco Ramos, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Internacional de Valencia. Y añade: “El reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el antiguo dominio español no ha supuesto beneficio alguno para España y, para colmo, sí que ha implicado una crisis diplomática con Argelia, nuestro principal suministrador de gas”.

Ramos advierte que los lazos militares entre Marruecos y Estados Unidos, de momento, no suponen un peligro en nuestra relación con la potencia americana, pero “pueden condicionar al añadir un tercero en discordia dispuesto a ocupar nuestro lugar en la ecuación”. Marruecos destina cerca del 10% de su PIB en gasto militar, en plena escalada de tensiones con su archienemigo Argelia. Un pulso en pleno Magreb. Y que se extiende a otros puntos de África claves para Europa.

En las últimas semanas resuena en todo el continente africano las noticias sobre la posible desaparición del Mando Militar de Estados Unidos en África (Africom). Casi dos décadas de presencia militar donde apenas se han visto los resultados. Para Pilar Rangel, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad de Málaga (UMA), es una mala noticia la posible retirada estadounidense del continente vecino: “Es fundamental la intervención de terceros estados para ayudar en el ámbito de seguridad a los países del Sahel y a los del Golfo de Guinea, donde ya se empiezan a extender estos grupos terroristas, buscando tener salida al mar".

La muralla de Jerusalén con las banderas de Israel y Marruecos para celebrar el establecimiento de relaciones entre ambos países en 2020. / Estado de Israel 

"Desgraciadamente", añade Rangel, "parece que con la llegada de Trump al poder se ha propuesto desmantelar el Africom y transferirlo al Comando Europeo. Esto es una muy mala noticia”. Para la profesora de la UMA, la salida del Sahel de Francia, la UE y otros socios occidentales (EEUU se marchó de Níger, dejando una base militar en manos de golpistas apoyados por el Kremlin) deja esa vasta región en manos de Rusia, donde estamos viendo, afirma, "la incapacidad para luchar contra el terrorismo yihadista y un número cada vez mayor de violaciones de los derechos humanos".

Marruecos podría ver reforzado su papel como potencia de la región albergando importantes implicaciones de los Estados Unidos en el continente y alineándose con los propósitos de la OTAN en plena escalada antioccidental en África. “El escenario se vuelve más complicado y el resultado será un avance mayor de estos grupos terroristas y un mayor dominio del territorio, con lo cual no se descarta en algún momento pudieran proclamar un califato porque ya controlan y administran determinadas zonas del Sahel”, advierte Rangel.

La seguridad de Europa, en manos de Putin

El Sahel se ha convertido en los últimos años en un avispero. Una región carcomida por el terrorismo (casi la mitad de los atentados del mundo se llevan a cabo en esta zona), el calentamiento global y la inestabilidad política. Estos, y más factores, fuerzan a miles de personas a abandonar sus casas cada día para buscar un futuro mejor. O al menos intentarlo.

En 2024, según datos del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), llegaron a España de manera ilegal por vía marítima 61.372 personas, un 10% más que en 2023. Ya no vienen mayoritariamente del Magreb (apenas 16.000 personas, notándose una subida de los argelinos y una bajada de los migrantes marroquíes tras la aceptación de España de la postura de Marruecos respecto al Sáhara). Ahora destaca el Sahel y Marruecos sabe que esta zona es una mina geopolítica.

Occidente es expulsado de varios países y Rusia mueve ficha ocupando esas plazas. Las juntas militares que gobiernan Malí, Níger y Burkina Faso se alinean con Putin y con su cuerpo militar para África, heredero de los paramilitares del grupo Wagner (tras desaparecer su cúpula en un accidente aéreo de extrañas circunstancias después de una rebelión que por poco llega a Moscú). Al principio se apuntaba a que la presencia rusa acabaría con la violencia, pero para Manuel Paz, analista de terrorismo e insurgencias yihadistas la cosa justamente es al contrario. “Su presencia ha contribuido a una intensificación de las muertes. En Malí, su involucración junto con tropas locales en matanzas y abusos de autoridad contra civiles solo ha intensificado la violencia, contribuyendo a deslegitimar aún más al gobierno local”.

Ese ecosistema es una mina para el reclutamiento de nuevos yihadistas, indica Paz. El pasado año, 15.261 malienses llegaron a España, una subida del 543%, según cifras del DSN. Tres de cada cuatro inmigrantes irregulares provienen del Sahel.

Desde el año 2020 y hasta 2024, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) impuso a las juntas militares yihadistas sanciones económicas. Y ahora Marruecos pretende ayudar a esos países a conseguir una salida al mar a través de los puertos de Tánger y Dajla, este último, ocupado en el Sáhara Occidental (antigua Villa Cisneros, donde el reino alauita planea tener un imponente proyecto portuario en 2028).

Es un camino repleto de peligros e impedimentos mezclado con distancias abrumadoras, viendo que a menos de 1.000 kilómetros los países de la Cedeao disfrutan del comercio marítimo sin problemas. “Juega (el gobierno marroquí) a ese rol de triangularidad entre Europa y el Sahel. En una coyuntura donde ni Francia ni la Unión Europea tienen ningún tipo de influencia, pudiendo hacer labores como, por ejemplo, liberar a unos rehenes franceses en Burkina Faso”, afirma Mesa.

Marruecos es un socio estratégico para la Unión Europea en materia migratoria, pese a que muchos critican a Rabat que lo use como herramienta de chantaje. En 2021 más de 8.000 personas saltaron la valla de Ceuta. Un mes antes, Brahim Gali, líder del Frente Polisario (organización con la que el ejército marroquí se encuentra de nuevo en guerra en el Sáhara Occidental), aterrizó en España para tratarse de covid. Pese a ello, el Gobierno marroquí mete la cabeza en el Sahel para hacer de muro de contención en materia migratoria para el Viejo Continente. Aunque el famoso flanco sur de Europa puede sufrir amenazas.

“Se debe resaltar que los países del Sahel se han comprometido a frenar las corrientes migratorias a través de sus territorios. Pese a las medidas mitigadoras que se han puesto en marcha, en ocasiones, la escasez de recursos y, probablemente, los esfuerzos deliberados de agentes hostiles [una suave alusión a Rusia] a la UE y sus Estados miembros para instrumentalizar la migración hacen que la perspectiva sea que la presión migratoria continúe, e incluso pueda intensificarse, en un futuro”, dice el informe oficial del DSN. No es nuevo en Europa. Varias veces Polonia ha denunciado que Bielorrusia, un país satélite del Kremlin, utiliza a los migrantes como arma arrojadiza a las fronteras comunitarias.

Rangel, avisa: “Si Rusia consigue implementarse en África tendrá el control de todos los minerales (Níger tiene el 10% del uranio que posteriormente se usa en Francia), pero también de todos los tráficos ilícitos que salen hacia el sur de Europa, incluido el de personas, lo que podría ser considerado como un caso de guerra híbrida”.

Imagen propagandística yihadista tras un ataque a una base militar en Malí.

Rabat, el niño mimado -y revoltoso- de Bruselas

Marruecos es un socio indispensable de la Unión Europea. La bandera comunitaria ondea en dos territorios españoles fronterizos físicamente con el reino alauita: Ceuta y Melilla. También lo demuestran los acuerdos de asociación entre la UE y los 27, en vigor desde el 2000, y la política europea de vecindad, donde el país magrebí ocupa un puesto vital.

El primer socio comercial del gobierno marroquí es la UE (primero España, seguido de Francia) y la polémica gestión migratoria -sufragada en buena parte con recursos comunitarios- y la lucha contra el terrorismo figuran como los principales idilios que ambas partes mantienen. Pero como en toda relación… hay una cara oscura. La cuestión de la ocupación marroquí del Sáhara Occidental obligó en 2021 al Tribunal de Justicia de la Unión Europea a revertir los acuerdos pesqueros -claves para las flotas gaditanas- y agrícolas con Marruecos.

Tampoco se queda atrás el escándalo en 2021 con el software espía Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO Group. Marruecos habría utilizado este programa para espiar a políticos, periodistas y activistas, incluidos ciudadanos europeos (como funcionarios franceses y españoles). Esto generó críticas en la UE y tensiones con Marruecos, que negó las acusaciones.

Energía, el bien más preciado

Todos estos apoyos que recibe el reino alauita también tienen un trasfondo energético. A principios de marzo pasado, Marruecos decidió ceder a Israel la exploración de gas en las costas del Sáhara Occidental ocupado. La encargada será la empresa hebrea NewMed con la colaboración de la marroquí Adarco Energy. 34.000 kilómetros cuadrados en pleno Atlántico para la exploración. Todo esto ocurre mientras intenta arrebatarle a su enemigo Argelia un proyecto para llevar gas desde el Sahel hasta Europa.

Arabia Saudí, Qatar y Kuwait han expresado su visto bueno a las demandas alauitas sobre el Sáhara Occidental y a sus planes energéticos, además de aceptar las posturas estadounidenses e israelíes en Oriente Próximo

No obstante, Rabat podría encontrarse otro obstáculo: las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea por el expolio de los recursos saharauis. También Marruecos mira a lo atómico. Pese a no tener plazo de construcción, a menos de mil kilómetros del estrecho de Gibraltar, el Gobierno ruso acordó junto al marroquí la construcción de una central nuclear en la costa atlántica. Todo ello se basa en un acuerdo firmado en 2017 entre la agencia estatal rusa Rosatom, especializada en el sector de la energía nuclear, y la empresa pública de Marruecos Cnesten, responsable de la regulación y seguridad nuclear.

Las cartas marroquíes alcanzan el poderoso Golfo Pérsico. A mediados del año pasado, Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos acordaron estrechar las relaciones económicas en campos como la minería, seguridad alimentaria, transporte, logística y comunicaciones. Abu Dhabi es uno de los mayores inversores en suelo marroquí y junto con el resto de vecinos de su zona (Arabia Saudí, Qatar, Kuwait…) han expresado su visto bueno a las demandas alauitas sobre el Sáhara Occidental y a sus planes energéticos, además de aceptar las posturas estadounidenses e israelíes en Oriente Próximo. Mientras, las relaciones de Emiratos Árabes Unidos y varios países de su área con Argelia, principal apoyo a los saharauis, son cada vez peores. El juego marroquí no entiende de fronteras.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último