Marruecos y Argelia intensifican la compra de drones para controlar el Magreb
Estrecho, Mediterráneo y África subsahariana
Las dos potencias militares adquieren aviones no tripulados bajo un “telón de acero” comercial
A los más mayores les sonará a películas de Star Wars. A los más jóvenes a los videojuegos de la saga Call of Duty. Pero los drones no son cosa del futuro, es el armamento del presente. Su tecnología se lleva utilizando desde mediados del siglo XX. En la competición armamentística que protagonizan Marruecos y Argelia, los vehículos aéreos no tripulados juegan un papel clave en la línea defensiva y de vigilancia de ambos países a través de una frontera compartida de más de 1.500 kilómetros de longitud. Pese a que la compra de aparatos de alta tecnología es información reservada, las filtraciones a publicaciones especializadas indican que el abastecimiento de estos aparatos se sitúa a ritmo elevado en los últimos meses.
La carrera por la compra de armas tiene un fin, la disputa por la hegemonía del Magreb y de influencia en parte del África subsahariana. Marruecos y Argelia rompieron relaciones diplomáticas en el verano de 2021. Los vínculos entre ambos estados se volvió renqueante tras el proceso de descolonización francesa, pero el conflicto del Sáhara Occidental en la década de los 70 le dio la puntilla a la relación, donde Argel apoya al Frente Polisario, enemigo acérrimo de Marruecos.
Tras más de 20 años de alto el fuego, en 2020 el Aiún y Rabat lo rompían tras la denuncia por parte del Polisario de un ataque marroquí con drones a un puesto fronterizo. Ese hecho hizo aumentar las tensiones entre Marruecos y Argelia, lo que provocó que Rabat destinase en 2020 el 4% de su PIB a armamento, el mayor nivel en gasto militar tras la guerra fría, según datos del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Los drones, dentro de los acuerdos militares, eran y son uno de los platos estrella de la compra marroquí.
El diario progubernamental marroquí Daily Sabah, citando al foro militar FAR-Maroc, informó en septiembre de 2021 que ese mismo mes el reino alauita recibió el primer dron producido en Turquía, el Bayraktar TB2. Los más de 6.000 millones de dirhams (cerca de 500 millones de euros) fueron destinados a adquirir trece aparatos capaces de realizar más de 20 horas de vuelo de forma autónoma, tareas de inteligencia, vigilancia y ataque. Su fiabilidad ha quedado demostrada en diversos conflictos. Varios medios marroquíes afirman que estos drones se ubicarán en labores de vigilancia fronteriza, lucha contra la inmigración irregular, el tráfico de drogas y movimientos terroristas.
“El rearme de Marruecos se puede atribuir de cierta manera a satisfacer los intereses de los militares del reino alauita, un grupo muy importante para la monarquía que necesitaba actualizar su equipamiento tras la guerra del Sáhara. Tras eso se ve un dilema de seguridad entre dos potencias (Marruecos y Argelia) donde la seguridad de uno implica la inseguridad del otro”, comenta Yago Rodríguez, director del medio sobre análisis globales The Political Room.
Otra parte del gasto marroquí en defensa durante el año 2021 fue destinado a la compra de los drones israelíes Heron. Tras la incorporación de Marruecos a los Acuerdos de Abraham, mediante los que la administración del expresidente estadounidense Donald Trump provocó que Estados Unidos reconociese la soberanía marroquí de la antigua provincia española del Sáhara Occidental a cambio de que Israel y Marruecos reanudasen las relaciones diplomáticas, los contratos armamentísticos entre Tel-Aviv, Washington y Rabat han ido al alza.
Según el portal Africa Intelligence, la visita a Rabat del ministro de Defensa israelí, el exgeneral Benny Gantz, en noviembre del pasado 2021, obtuvo la jugosa recompensa del inicio de la adquisición de drones kamikazes Harop por valor de más de 20 millones de dólares. Estos aparatos con forma de cometa y un poco más grandes que un coche estándar son capaces de albergar 20 kilogramos de explosivos y volar a más de 1.000 metros de altitud. En el trato se incluiría la supuesta puesta en marcha de una fábrica en suelo marroquí de drones, aunque el diario israelí Haaretz no ha podido confirmar esta información ya que la empresa IAI, dueña de los aparatos, declina hacer declaraciones “de sus ventas en África”.
La mirada del vecino
Argelia no se ha quedado de brazos cruzados ante este rearme de alta tecnología por parte de las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos. El pasado 2021, según datos del SIPRI, el Gobierno argelino gastó el 6,1% de su PIB en defensa, uno de los mayores niveles en su historia reciente. Si en septiembre de 2021 su vecino recibía el primer dron turco, en el mismo mes más de 20 drones chinos WingLoong II llegaron a Argelia.
Meses después, en enero, las fuerzas argelinas firmaban el convenio para recibir otro dron chino, el CH-5 Rainbow, similar en físico y características al histórico RQ-9 Reaper estadounidense, y un escudo antidrones LDK-190, también de fabricación china, capaz de neutralizar objetivos a centenares de kilómetros de distancia, según afirma el portal Menadefense. Todo ello para mejorar las compras de aviones no tripulados tras el fracaso en 2019 al adquirir drones fabricados en Emiratos Árabes Unidos. “Argelia busca un proveedor de seguridad. Rusia no se lo ofrece ya que tiene una capacidad de influencia en su área de inmediata, por eso lo busca en China ya que se convertirá con el paso del tiempo en el principal valedor de Argelia si entramos en una dinámica de guerra fría con dos potencias competidoras”, afirma Rodríguez.
Jesús Román, analista de defensa, afirma que Argelia tendría “bastantes problemas si tuvieran que hacer frente a drones de Marruecos, siempre que Rabat los empleara de manera correcta, lo cual también está en cuestión, al igual que la tasa operativa de los aparatos a futuro”. “No hay ningún país que opere drones CH-5. Los argelinos son muy dados a enseñar los nuevos aparatos y aún no lo han hecho, creo que fue un farol o que se ha retrasado por alguna razón. Esta adquisición tendría sentido, ya que el CH-5 es compatible con los drones CH-3 y CH-4 de la misma familia y compañía y que Argelia sí tiene. Ya sabe cómo mantenerlos, pilotarlos y está familiarizados con ellos”, añade Román.
Argelia ha sido históricamente un comprador de armamento ruso. Los drones fabricados por Moscú, indica el analista, no se posicionan como la mejor opción del mercado. “El problema es que Rusia no posee ni el poder económico ni tecnológico para realizar este tipo de desarrollo al mismo nivel. Es por eso por lo que la mayoría de sus drones están plagados de componentes y microelectrónica occidentales”, indica Jesús Román.
Pasado y presente
Los drones de combate son enemigos invisibles que causan un daño psicológico muy específico entre sus víctimas al estar distantes, a veces a miles de kilómetros, de quienes los controlan sentados en una habitación. Poseen la capacidad de desmoralizar a las tropas, pero también se posicionan como un arma geopolítica.
Los drones turcos mostraron sus capacidades en 2020 en la guerra en torno al enclave del Nagorno Karabaj que se disputan Azerbaiyán y Armenia. Las defensas rusas que posee Armenia quedaron dañadas por los ataques. En la invasión rusa de Ucrania el dron turco volvió a coger protagonismo en los primeros días de contienda. “Los invasores vinieron a Ucrania con uniformes nuevos y columnas de tanques, pero su inventario se derritió en parte por… ¡Bayraktar!”, rezaba la canción que se hizo viral entre las tropas ucranianas al comienzo del conflicto.
“El Bayraktar TB-2 tiene tanto éxito porque es muy eficaz en el campo de batalla con un costo de compra razonable. De hecho, cuesta unas 40 veces menos que su competidor, el americano MQ-1 Predator. Es muy eficiente en la destrucción de los sistemas de defensa antiaérea enemigos y restablecerá el equilibrio de fuerzas con el ejército argelino, que tiene un número importante de los sistemas rusos S-300. Así, su arma constituye una herramienta de disuasión contra toda intención de agresión”, comenta para este diario el analista marroquí Nizar Derdabi, experto en estrategia internacional.
La geopolítica hace acto de presencia en los procesos de compra y venta de armas. “Además, tras la firma de un acuerdo de cooperación en asuntos de defensa firmados por Marruecos y Estados Unidos en octubre de 2020, Rabat podrá beneficiarse de las armas y tecnologías militares estadounidenses avanzadas que estaban reservadas solo para países aliados de la OTAN o de los países considerados socios estratégicos. Es el caso de los aviones no tripulados MQ-9B SeaGuardian, que se encuentran pendientes de aprobación del Congreso estadounidense”, subraya Derdabi.
Jesús Román manifiesta que “aunque Turquía ha hecho una labor de marketing muy significativa con el Bayraktar TB2, es cierto que cuando ha encontrado un ambiente favorable en el que actuar y un conjunto de sistemas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento buenos en los que apoyarse, ha sido un elemento crítico para los enemigos”. Los drones se han convertido en la punta de lanza, a nivel tecnológico, de los diferentes ejércitos e incluso guerrillas. A mediados de marzo de 2022 los rebeldes hutíes de Yemen realizaron un ataque con drones sobre la ciudad saudí de Jeddah, impactando en una refinería mientras se llevaban a cabo los entrenamientos de Fórmula 1 del GP de Arabia Saudí.
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