Campo de Gibraltar

González Laya afirma que la Verja caerá cuando se plasme el acuerdo y Gibraltar se adapte a Schengen

  • La ministra de Exteriores afirma ante la comisión mixta para asuntos de la UE que España ha aparcado "la cuestión de la soberanía" para proteger una zona de la "máxima importancia estratégica" 

Arancha González Laya, en la Aduana de La Línea.

Arancha González Laya, en la Aduana de La Línea. / Erasmo Fenoy

La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha afirmado que la desaparición de la Verja se producirá cuando la Unión Europea y Reino Unido conviertan en un Tratado Internacional el principio de acuerdo alcanzado el pasado 31 de diciembre entre Londres y Madrid por Gibraltar y Schengen realice una evaluación y concluya que el Peñón ha puesto en marcha "todos los mecanismos" para equipararse a los países que lo integran. Solo entonces, ha subrayado, "se levantaría la Verja, no antes y no después".

Así lo ha explicado durante una comparecencia de tres horas en el Congreso ante la comisión mixta para Asuntos de la UE, en la que ha recalcado que el acuerdo alcanzado sobre la bocina supone pasar "de la palabrería a los hechos" para conseguir que Gibraltar se ajuste a los estándares comunitarios y se inicie una "gestión compartida de la interdependencia" que lleve al desarrollo económico del Campo de Gibraltar. Es, considera la ministra, el "cimiento" para la creación de una zona de "prosperidad compartida" donde existía una seria amenaza de que se produjera "el único Brexit duro". 

La responsable de la negociación sobre el Peñón ha afirmado que España "aparca la cuestión de la soberanía" en beneficio de una situación inédita pero no renuncia a ella. "Nuestro objetivo es que en el futuro Gibraltar no sea cuestión que enfrente a España y Reino Unido en la que medida en que hayamos conseguido aparcar las cuestiones de soberanía hasta que las circunstancias nos permitan abordarlas en beneficio de todos", ha añadido.

González Laya considera que los efectos negativos del no acuerdo, tanto específico sobre la Roca como del suscrito entre la UE y Reino Unido el 24 de diciembre que regulará la futura relación de este país con el bloque, habrían condenado a toda una generación de campogibraltareños, ya que hubieran sido mucho más dañinos que los que se produjeron tras el cierre de la frontera por el régimen de Franco en 1969, puesto que hubieran alimentado la competencia injusta de la Roca y hubieran abocado a "otros 300 años de reivindicaciones para ser ignorados" y seguir igual en una comarca cuyo 15% del PIB depende del Peñón. 

"España recupera protagonismo respecto a Gibraltar", ha explicado la ministra, que entiende que el acuerdo "avanza en los intereses nacionales de España" al proteger una zona de la "máxima importancia estratégica" y donde ha resaltado que había un "clamor" pidiendo soluciones. 

Calcula González Laya que la negociación entre la UE y Reino Unido para plasmar el principio de acuerdo del 31 de diciembre se prolongará durante seis meses. "Con suerte un poco menos, pero quizás más", ha manifestado, y que solo entonces se podrá eliminar la Verja que separa La Línea y Gibraltar para establecer los controles fronterizos en el puerto y el aeropuerto del Peñón, que "implementará y aplicará España". 

Polémica

Algunos grupos parlamentarios (Vox y PP) le han recriminado precisamente que el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, haya negado este extremo. "Uno de los dos miente", le ha llegado a decir el popular Rubén Moreno, a lo que González Laya ha insistido en que serán las autoridades españolas las que tengan la última palabra en las nuevas zonas fronterizas. Aunque, eso sí, durante cuatro años, España recibirá la asistencia de Frontex, como ya sucede por ejemplo en Canarias cuando llegan pateras con inmigrantes.  

El portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ha considerado que el principio de acuerdo supone "una cesión de soberanía sin precedentes" en tres siglos y "dar continuidad a un paraíso fiscal" como es Gibraltar. También se ha referido a este último aspecto el portavoz popular, que ha lamentado que se haya renunciado a la "cosoberanía".

"Nos han comido la tarta y robado la cartera", ha resumido Espinosa de los Monteros. "Lo que ha quedado claro es que se ha fortalecido la posición de los gibraltareños y que el Gobierno no solo no ha aprovechado la oportunidad del Brexit, el respaldo de la UE y la debilidad de (Boris) Johnson, sino que, además, ha consolidado su estatus de colonia", ha dicho Moreno. 

Uno de los puntos que ha creado más polémica ha sido el agradecimiento de González Laya a Fabián Picardo, que ha sido elogiado por grupos como Junts Per Catalunya o el Republicano y criticado por PP y Vox. "Como decía mi abuela, es de bien nacido ser agradecido", ha manifestado la ministra, antes de especificar que el Gobierno ha negociado con Reino Unido, pero "cómo integra su delegación es su asunto". "Quédense tranquilos, mis agradecimientos en nada suponen un menoscabo de las reivindicaciones de nuestro país para con Gibraltar", ha recalcado. 

"Es un modelo a seguir por parte de España en las relaciones internacionales respecto de sus territorios", ha dicho la diputada de Junts Mariona Illamola, apuntando su anhelo de que España siga el camino marcado por Reino Unido respecto a Cataluña y respetase "el derecho a decidir" de los catalanes. La representante de ERC Marta Rosique ha aplaudido que Exteriores respete la soberanía nacional de Gibraltar y ha animado a que el Gobierno haga lo propio con los territorios que dentro de España anhelan también ejercer el "derecho de autodeterminación".

Proceso y Unión Aduanera

Desde que España y Reino Unido depositaron su principio de acuerdo en las instituciones comunitarias el 31 de diciembre, los expertos de la UE están elaborando unas directrices de negociación que servirán de base para la elaboración del acuerdo definitivo, posiblemente cerrado para el mes de julio. Por el momento, ha dicho, lo planteado por Londres y Madrid ha tenido una buena acogida entre los socios comunitarios.

Arancha González Laya consideró que la fiscalidad es una de las grandes asignaturas pendientes. Para que Gibraltar sea incluida en la Unión Aduanera tendrá que llevar a cabo un alineamiento con el Arancel Común y una adaptación a la legislación europea en materia de IVA e impuestos especiales, entre otros, estando previstos en el documento pactado por Londres y Madrid los relativos al tabaco, el alcohol y el combustible.

Además está pendiente la ratificación en los dos países del Tratado Fiscal, que concede "reglas muy claras para el intercambio de información" y supone "un antes y un después" para la transparencia del Peñón, que se ha comprometido a avenirse a los compromisos del Proyecto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para la lucha contra la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios (BEPS), es decir, para frenar la elusión fiscal por parte de empresas multinacionales.

Para que el Peñón entre en la Unión Aduanera queda por cerrar el acuerdo para determinar la residencia fiscal de empresas y particulares y el alineamiento a los estándares europeos establecidos en el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que combate el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. 

González Laya ha afirmado que Gibraltar ha realizado "claros progresos" en estos sentidos. 

Ante el escepticismo mostrado desde la oposición con que Gibraltar lo cumpla, la ministra ha defendido tajante que si no se produce ese alineamiento con las disposiciones y la fiscalidad europeas entonces "no habrá un ingreso" en la unión aduanera "hasta que eso no ocurra".

Respecto al acuerdo sobre la futura relación de Reino Unido con la UE, ha admitido que "no es perfecto" y ha adelantado su intención de comparecer "en los próximos días" ante el Congreso para que se apruebe el decreto ley del Gobierno sobre las disposiciones respecto al Brexit que servirán para paliar los efectos negativos de la salida entre tanto no se plasmen los acuerdos.

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