Para avanzar, es imprescindible innovar e investigar. Esto es precisamente lo que premia la Cátedra Fundación Cepsa en la UCA, que entrega este jueves sus premios 2020 a la Innovación y muy ligados al desarrollo sostenible. Cepsa ha querido premiar así a proyectos que busquen un mejor aprovechamiento de la energía y de los residuos.
En el seno de la Universidad de Cádiz hay investigadores con ideas que merecen recibir un empujón, tanto entre el profesorado como entre los alumnos. Los tres ganadores de las distintas categorías son buena muestra de ello.
En la modalidad de Patentes de Invención, el premio ha sido para Ismael Rodríguez, profesor de la Politécnica de Algeciras y el único de los tres premiados nacido en el Campo de Gibraltar. Su proyecto, que ahora podrá convertirse en prototipo, trata de mejorar el aprovechamiento energético de los edificios. Aunque Rodríguez haya sido quien ha recibido el premio, el proyecto ha sido diseñado conjuntamente por seis investigadores, entre los que también ha destacado el investigador Juan Luis Foncubierta.
La idea es integrar placas solares en las fachadas de los edificios a través de vidrios fotovoltaicos, que mejoren el aspecto de las tradicionales y no llamen tanto la atención. Con este sistema, en torno el 10% de la energía solar puede convertirse en electricidad, pero el mismo sistema permitiría aprovechar hasta un 80% utilizando el resto para calentar agua a través de una capa de material llamado de cambio de fase (conocido como PCM), que se funde a baja temperatura (como una cera) y almacena la energía solar.
Rodríguez, nacido en San Roque, graduado en Ingeniería Industrial en Sevilla y profesor de la UCA desde 1995 -en Algeciras desde el 2000- apuesta por una unión empresa-universidad para favorecer los avances: "Hay mucho trabajo por hacer. La innovación aquí solo llega a las grandes empresas como Cepsa y Acerinox. La empresa no hace investigación básica, pero sí aplicada y queremos que empiecen a participar. Con el nuevo edificio de la UCA en el Llano Amarillo, buscamos acercarnos a ellas".
La relación de Vanessa Ripoll con la provincia es más casual. Ripoll es la ganadora del premio al artículo científico técnico por uno de los proyectos que realizó en su etapa como investigadora en Cádiz, en una estancia que duró casi dos años y que es su nexo de unión con el sur de España. Actualmente, es investigadora y docente en la Universidad Francisco de Vitoria en Madrid, pero su paso por la UCA fue también un buen punto en el desarrollo de su carrera académica.
Su premio también es fruto del trabajo de un grupo en el que estuvieron presentes varios investigadores. En este caso, su trabajo va en la línea de la reutilización de los residuos generados en la producción de vino en el tratamiento de lodos de una depuradora, mejorando este proceso e incluso favoreciendo la realización de biocombustibles.
Ripoll opina que en la UCA, al menos en el grupo de investigación donde ella se encontraba, tiene un alto nivel: "Estuve casi dos años en Cádiz, con suerte de haber podido quedarme en España. En la UCA solo tuve experiencia en Revalorización de Residuos, que es muy potente". Ripoll ya tiene un lugar en el mundo de la investigación, pero es un mundo complejo. "La investigación está complicada en todos lados. La gente tiene muchos méritos y es muy difícil hacerse hueco".
Pero, aunque es difícil entrar en ese mundillo, siempre hay quien llega. Silvia Puerta, la ganadora en la modalidad de Trabajo Fin de Grado, a quien ya le han abierto esa puerta después de su proyecto. Gaditana, estudió Ingeniería Química en Puerto Real y continúa especializándose en este campo. De momento, estudia un máster de Ingeniería Química en la UCA y no sabe qué esperar del futuro.
"Todavía no tengo claro qué voy a hacer. Estoy abierta a todo, pero no sé lo que va a pasar mañana. La investigación es un tema que me interesa. En Cádiz es posible quedarse. Hace falta experiencia, pero quizá la tenga que adquirir fuera o tampoco descarto quedarme en la universidad", señala.
Su proyecto también tiene relación con los lodos de depuradoras. En este caso, su trabajo de fin de carrera investiga sobre la opción de utilizar los lodos que entran en este sistema y lograr que se conviertan en biocombustible. Explica que es un sistema que ya se ha puesto en marcha en varios lugares, pero sobre el que todavía falta investigación en el seno de la universidad.
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