San Roque de Lepe - Real Balompédica | La crónica

La Balona regresa de Lepe con un empatito (0-0)

Nani e Iván Robles forcejean, este domingo en Lepe

Nani e Iván Robles forcejean, este domingo en Lepe / Josué Corrrea

La Real Balompédica Linense ha saldado con empate sin goles su visita al San Roque de Lepe, que sobrepasado el ecuador de la primera vuelta, continúa sin vencer en casa. El marcador supone la cuarta jornada sin perder de los albinegros, tres -que en realidad son casi cuatro- sin encajar un gol y los 14 puntos que atesora tras las diez primeros jornadas no solo le mantienen igualada con los puestos de play-off del grupo IV de la Segunda Federación -eso sí, cada vez un poco más lejos de los dos primeros clasificados- sino que le acerca en posiciones a ese quinto puesto y le aleja un poquito más (ya son dos puntos) de la plaza de promoción.

Todos datos estadísticos positivos que sin embargo chocan con la sensación de que el equipo de La Línea -que ya suma dos partidos sin marcar- solo fue superior en momentos puntuales a un rival que, no hay que olvidarlo, es el penúltimo clasificado.

El empate final no se puede considerar injusto ya que, como sucedía una semana antes en el duelo de la Balona con Rácing Cartagena, la participación de los dos porteros, en este caso las del exalgecirista Gato Romero y la de Facundo Ackerman, se convirtió en determinante para que unos y otros no atinaran con la portería.

El entrenador de los albinegros, Baldomero Hermoso Mere, llevó a un cambio que no supuso en absoluto una sorpresa, sobre todo teniendo en cuenta el dibujo que presentaba su alumno, Juanma Pavón. El míster balono volvió a la línea de tres centrales. Para ello recuperó a Sergi Monteverde para esa función. Sacrificó a Santi Jara. A pesar de esa decisión del técnico portuense los albinegros hicieron más concesiones de la cuenta atrás.

El partido estuvo condicionado por un pésimo terreno de juego -algo que ya se sabía- que propició un juego de mucho contacto, muy intenso, con dos equipos intachables en el esfuerzo, pero poco, muy poco fútbol, sobre todo hasta la hora de juego. Volvió a quedar patente que a la Balona le falta algo cuando es la que le toca construir. Otro factor importante fue la desafortunada actuación del colegiado cacereño Jayro Muñoz García, si bien este último no se puede considerar que privase a cualquiera de los dos del triunfo. Sencillamente, estuvo desacertado.

Leperos y balonos firmaron tablas en un duelo que se rompió a partir de la hora de juego después de una primera mitad y un primer cuarto de hora de la segunda en los que ambos equipos estuvieron más pendientes de impedir fútbol al rival que de jugar ellos mismos.

La primera mitad no fue lo que se dice un prodigio de calidad y de fútbol de ataque, ni mucho menos. Fueron cuarenta y cinco minutos de pelea, presión, intensidad y mucha concentración para evitar que contrincante pudiese llegar con el balón controlado cerca de la portería propia. Se puede decir que en este periodo el balón se convirtió en un objeto que había que quitarle al contrario más que en la herramienta que todos quieren tener para buscar el gol.

Este gol solo estuvo cerca de llegar en una ocasión en este tiempo, en un remate del visitante Fran Carbiá que obligó a Gato Romero a sacar casi desde la escuadra para evitar el tanto en el minuto 8 en un entro desde la derecha en segunda jugada tras saque de esquina.

Mucho más tiempo hubo que esperar para ver intervenir al portero visitante. Todo en el último cuarto de hora, en el que los de casa dieron un paso adelante. En el minuto 32 para atajar un centro raso de Fran Ávila sobre el área balona, a continuación para detener un disparo flojo de Kevin Bautista desde el borde del área tras robar en propio campo y arrancar en jugada individual hacia el área visitante.

La última vez que Ackerman se vio obligado a trabajar antes del descanso fue en el 38 para detener un lanzamiento de Fran López desde la frontal a pase de Iván Robles en la que parecía que el autor del disparo se encontraba en una posición en la que podía haber hecho algo más.

Diehgo Jiménez se estrella en la escuadra

Todo lo dicho de la primera mitad se puede decir del primer cuarto de hora de la segunda. Hasta la hora de juego no varió el guión trazado por los dos equipos. Y entonces llegaron las dos mejores oportunidades del partido. La primera, de mano de los visitantes. Un espectacular disparo de Diego Jiménez casi desde el vértice del área que se estrelló en la misma cruceta de la portería defendida por Romero.

Esta jugada dio paso a unos minutos en los que parecía que la Balompédica tenía más tiempo el balón en su poder, pero no era capaz de cristalizarlo en nada positivo.

El San Roque, cansado por el esfuerzo realizado el miércoles en la Copa, no se desmelenaba, pero visto que el rival hacía concesiones, realizó sus escaramuzas. Un saque de banda en largo lanzado por Pablo Becken fue mal defendido por la defensa balona, cayendo el balón a pies de Mizzian que tras un buen control se revolvió en el área, pero su disparo a bocajarro lo desvió a córner Ackerman en un gran alarde de reflejos. Un paradón del uruguayo, que se sigue consolidando como una certera apuesta para el marco linense. Cada equipo había dejado pasar la suya.

Esta ocasión llegó en el 69 dando paso a los mejores minutos en ataque del equipo de Pavón, pero también provocando que el partido rompiera, aunque las mejores ocasiones comenzaron a caer a favor del equipo lepero.

Mizzian volvió a intentarlo en el 72' con un disparo desde el borde del área que salió cerca del palo y poco después era Kevin Bautista el que disparaba por encima del larguero tras una transición rápida de su equipo, y en el 80 de nuevo Mizzian, tras recortar a su marcador y rematar desde cerca, se encontró con otra gran parada de Ackerman para evitar el gol.

Entre medias, también pudo marcar la Balona en una jugada rápida en la que Fran Carbiá se fue de su marcador, pero su tiro salió por encima del larguero tras rebotar en un defensa.

La última ocasión clara del partido para deshacer el 0-0 inicial volvió a ser del San Roque de Lepe en una jugada individual de Sergio García que dejó en nada Ackerman con otra gran intervención para despejar a saque de esquina el lanzamiento del jugador aurinegro que buscaba la escuadra.

Al final un empate que no satisface a nadie, pero que no deja heridos ni a unos ni a otros.

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