Juicio a Yassine Kanjaa: diez testigos reconstruyen la noche del asesinato de Diego Valencia

Concluye la primera sesión

La vista de este lunes ha sido dada por finalizada al filo de las 13:00. Para este martes, 7 de octubre, están llamados a testificar varios policías nacionales, los dos agentes de la Policía Local que detuvieron a Kanjaa y las pruebas periciales.

La tercera víctima de Kanjaa y otra testigo declararán el martes

Ahmed L., un estudiante marroquí de 20 años al que Kanjaa conocía y que se cruzó aquella noche en el camino del asesino, declarará el martes junto a otra testigo ya que no han podido ser localizados al inicio de la sesión.

"Estaba loco. Se drogaba"

Las testificales en la sesión del juicio han continuado con la grabación de la comparecencia en instrucción de una persona que frecuentaba la casa de la calle Ruiz Tagle en la que Yassine Kanjaa vivía con otros compatriotas. "Él estaba locao. Llegó por la mañana del 25 -el día de los hechos- buscando pastillas o droga que pudiera tener en los bolsillos de su ropa, porque se drogaba", ha relatado.

Este testigo ha enfatizado que Kanjaa "no está normal, se droga mucho" y que salía solo por las noches. "Compartía habitación, pero nadie más podía entrar en ella", ha destacado a la hora de trazar un perfil del acusado.

Este testigo sostuvo en esa declaración que Yassine Kanjaa había protagonizado esa misma jornada, por la mañana, una pelea con su compañero de habitación. Preguntado por el machete, este testigo explicó que el resto de habitantes de la casa le habían advertido de la peligrosidad de Kanjaa "porque se peleaba con cuchillos".

En la testifical, este compareciente también fue preguntado por si Kanjaa había sido visto leyendo material extremista, a lo que esta persona no ha confirmado tal extremo.

Antonio Rodríguez: "Entró un señor vestido de negro. Blandía un machete"

El testimonio del párroco de San Isidro, Antonio Rodríguez Lucena, fallecido a finales de 2023, ha sido presentado al juicio a través de la grabación en vídeo de su primera declaración al procedimiento, efectuado el 24 de marzo de 2023.

Antonio Rodríguez fue agredido por Kanjaa en el interior de la parroquia de San Isidro. "Estaba oficiando la misa. No la pude terminar. Estaba diciendo la misa y acababa de dar la comunión. Iba a purificar los vasos sagrados cuando entró un señor vestido de negro. Bladía un machete", según la grabación.

A continuación, Rodríguez Lucena apuntó que dejó entrar al hombre por el pasillo del templo hasta el altar. "Al llegar, y al ser el pasillo tan estrecho, comencé yo a recorrerlo para salir y él me seguía. Recibí un machetazo y veía caer la sangre sobre las sagradas vestiduras", explicó apenas dos meses después de la agresión.

"Llevaba un cortacocos enorme"

Tras el receso, las pruebas testificales han continuado con miembros de las fuerzas de seguridad que actuaron en la noche del 25 de enero de 2023 en la detención de Kanjaa.

El primero, un agente fuera de servicio, se encontraba en la calle Muro cuando se cruzó con Kanjaa "con aspecto tranquilo" en su camino hacia el mirador de la Plaza Virgen de las Lágrimas, donde fue detenido poco después.

"Se fue al mirador que da al puerto y que ya no existe. Hablaba en árabe. Dejó el cuchillo en el suelo y se puso a rezar. Estuvo entre tres o cuatro minutos hasta que llegaron dos agentes de la Policía Local, a los que avisé de lo que ocurría. Ellos fueron quienes al estar armados le abordaron él por la espalda y le engrilletaron", según este agente.

Según este agente, el cuchillo tenía restos de sangre .

"Cayó al suelo y ahí le dio más golpes"

La séptimo testigo que ha comparecido ante el tribunal presenció la agresión de Kanjaa a Diego Valencia desde el balcón de su vivienda, que da a la Plaza Alta.

"Escuché gritos y me asomé al balcón. Vi a un señor que andaba ligero perseguido por otro que andaba todavía más rápido. Le golpeó una vez. La víctima (por Valencia) cayó al suelo y ahí le dio más golpes. El agresor llevaba un objeto en la mano derecha, algo alargado. Vestía con una túnica o capa", ha descrito la testigo justo antes de un receso.

"Le dio los golpes y se marchó tranquilamente"

Una de las testigos, empleada de una cafetería de la Plaza Alta, ha relatado cómo vio la agresión a Diego Valencia en el céntrico enclave de la ciudad. "Vi a un hombre que perseguía a otro y le dio 'tres palos'. Le dio los golpes y se marchó tranquilamente", ha detallado.

La testigo ha dicho que en principio creía que Kanjaa estaba armado con un bate de beisbol. "Diego Valencia cayó y fui ayudar. Se encontraba entre un charco de sangre en el suelo, herido y convulsionando. Fui al bar a por una bolsa de la basura para tratar de taparle. Cuando volví con ella me dijeron que ya no hacía falta, que ya había fallecido", ha relatado.

Esta testigo ha apuntado que se fijó en Kanjaa una hora antes de la agresión a Diego Valencia porque había piropeado a una compañera. "Llevaba una túnica o chilaba azul", ha rememorado.

"Le remató en la Plaza Alta"

Otra testigo, catequista de la parroquia de Nuestra Señora de la Palma, se encontraba en el patio junto al sacerdote y otra de las testigos. "Estábamos en el patio y vimos entrar a Diego. Se protegió con la silla de un velador y en el momento en que se la quitó, el acusado le golpeó en la cabeza con un cenicero de hierro. Luego salimos a la calle. Iba a por Diego, se pensaría que era cura", ha detallado.

"Cuando llegué a la Plaza Alta ya había pasado todo. Diego estaba tumbado sobre un charco de sangre, ya lo había matado. Le remató en la Plaza Alta", ha explicado.

"Tenía una fijación por Diego"

Otra testigo, igualmente protegida en la mampara para no ser vista por el acusado, ha relatado cómo sucedió la agresión a Diego Valencia desde su punto de vista. Al terminar el oficio religioso, esta testigo ha explicado se encontraba en el patio interior de la parroquia hablando con otras dos personas (otra mujer y el párroco) cuando el sacristán, Diego Valencia, irrumpió acelerado, perseguido por Kanjaa, pidiendo que se avisara a la policía.

"El tiempo del patio se me hizo eterno. Se me puso el chico a la derecha y Diego Valencia estaba a mi izquierda. Diego trató de protegerse con una silla de velador sobre la cabeza. Pensaba que llevaba un bate, pero al oír el ruido metálico al chocar contra la silla del velador me dí cuenta de que no, que era otra cosa", ha precisado.

Según esta testigo, la actuación de Kanjaa era "mecánica" y "sin titubeos". Esta testigo logró huir del patio por otra estancia desde la que alcanzó el exterior del templo. La testigo ha detallado que Valencia y Kanjaa también salieron por dicha puerta. "Cuando ví que el chico me había traspasado, me paré. Él siguió corriendo hasta un bar de la Plaza Alta", según esta testigo, que no vio la agresión ocurrida a las puertas del templo. "Llevaba una chilaba oscura. No le oí decir nada, no profirió ni una palabra. Solo oí el ruido del golpe metálico contra la silla. Me quedé petrificada", ha resumido.

Preguntada por la acusación particular, esta testigo ha considerado que Kanjaa tenía fijación por su víctima. "Yo lo veo así", ha declarado.

Dos testigos relatan la agresión a Antonio Rodríguez

Dos testigos que se encontraban en la parroquia de San Isidro asistiendo a la misa de la tarde del 25 de enero de 2023 han relatado ante el tribunal la primera agresión de Kanjaa, que tuvo lugar contra el párroco Antonio Rodríguez.

El primero ha detallado que Antonio Rodríguez oficiaba la misa cuando Kanjaa entró por la parte izquierda del altar con la intención de agredir al sacerdote. "Él se subió al altar y fue tras el cura hasta que lo cogió. Le golpeó varias veces. Antonio cayó al suelo y siguió golpeándole", ha testificado el primero de los testigos. Minutos antes, Kanjaa había sido visto por los feligreses "formando una pajarraca" en el templo. Según su testimonio, Kanjaa volvío y fue a por el sacerdote.

El segundo ha precisado que Kanjaa llevaba la mano derecha pegada la muslo. "Creo que ahí llevaba la espada", ha comentado.

Kanjaa, ante el tribunal

Fotografía del procesado ante el tribunal. Su aspecto físico es muy distinto al que tenía en enero de 2023, cuando se produjeron los hechos que ahora se juzgan en la Audiencia Nacional.

"Era como un espectro"

El sacerdote que se encontraba en la parroquia de La Palma durante la noche de los hechos ha comenzado relatando cómo vivió aquella noche lo sucedido en la parroquia de Nuestra Señora de la Palma. Según su relato, acababa de terminar la misa y se encontraba en el patio de la parroquia cuando comenzó a escuchar el revuelo. "Era como un espectro", ha definido Vargas a Kanjaa.

El sacerdote ha explicado que vio el primer golpe atestado por Kanjaa a Diego Valencia en la espalda, ya que el sacristán trató de protegerse. "Fue muy rápido. Tenía una velocidad enorme. Ví el primer golpe con el machete y salí corriendo al despacho para llamar por teléfono a la Policía. Cuando salí a la Plaza Alta, ya había pasado todo", según el testigo. El clérigo ha ratificado en varias ocasiones que vio el golpe del machete.

Según el párroco, el acusado se dirigió al sacristán pese a que en el templo había más personas, incluso niños. "Lo identificaría como sacerdote al estar en el altar recogiendo los libros", ha reseñado.

Comienzan los testimonios

Tras problemas iniciales con una vídeo conferencia, comienzan las testificales en la sala. En este caso, el sacerdote Rubén Vargas Candón, que ha solicitado no ver al acusado, por lo que prestará su testimonio en una cabina.

Lectura de cargos

El magistrado ha comenzado la sesión con la lectura de los cargos contra Yassine Kanjaa. El acusado recurre a un traductor para seguir las interpelaciones directas.

Comienza la sesión

Comienza la sesión del juicio, con el acusado ya en el banquillo. Viste una sudadera negra y se cubre la cabeza con una capucha.

Así fue la detención de Kanjaa

Kanjaa fue detendo en la ya demolida Plaza Virgen de las Lágrimas. Estaba arrodillado, mirando hacia el horizonte con actitud reflexiva cuando dos agentes de la Policía Local de Algeciras le redujeron. Esta es una de las imágenes de aquella intervención:

La composición del tribunal

Los magistrados Alfonso Guevara Marcos, presidente del tribunal y designado ponente de la sentencia, María Riera Ocáriz y José Ricardo de Prada Solaesa serán los encargados de determinar si el supuesto terrorista actuó, como aprecian tanto la Fiscalía como la acusación particular, con una anomalía o alteración psíquica que no mermó su capacidad de planificar su acción y de ser consciente del desenlace que iba a causar.

El magistrado Joaquín Elías Gadea Francés, consideró que Kanjaa actuó con fines terroristas, razón por la que la causa fue tramitada por la Audiencia Nacional bajo su instrucción.

El estado mental de Kanjaa, clave en el juicio

El carácter terrorista de las acciones de Kanjaa es una de las claves en el procedimiento, ya que conlleva que las familias del sacristán fallecido y del sacerdote Antonio Rodríguez, así como Ahmed L. puedan reclamar como víctimas del terrorismo una indemnización del Estado, además de como responsable de lo ocurrido por no haber ejecutado la expulsión de España del acusado, dictada seis meses antes de los crímenes.

El informe pericial forense elaborado en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla sostiene que Kanjaa "presenta un cuadro psicótico que cursa con delirios de probable filiación esquizofrénica" y que "en el momento de tener lugar los hechos presentaba una descompensación psicótica aguda con un importante grado de implicación afectiva y conductual que afectaría muy severamente a sus capacidades volitivas e intelectivas".

El magistrado instructor de la causa, Joaquín Elías Gadea Francés, consideró también que Kanjaa actuó con fines terroristas, razón por la que la causa fue tramitada por la Audiencia Nacional. En torno a la posible alteración psíquica de Kanjaa en el momento del ataque, el instructor subrayó que ese hecho, de probarse, afectaría "al alcance de la culpabilidad", pero no a la calificación de los hechos como terroristas.

Dos policías locales detuvieron al terrorista

Dos agentes de la Policía Local de Algeciras detuvieron a Yassine Kanjaa poco después de asesinar a Diego Valencia en la Plaza Alta. Los agentes se abalanzaron sobre Kanjaa, quien se había puesto a rezar en la Plaza Virgen de las Lágrimas, en cuyas inmediaciones fue hallado el machete.

Esta es la historia de esos dos agentes:

La noche más larga en Algeciras

La noche del 25 de enero de 2023 será recordada como la más larga y amarga en la historia colectiva de la ciudad de Algeciras. A partir de este lunes se juzgan los hechos.

La calificación penal del asesinato con carácter terrorista está tipificada con pena de prisión permanente revisable, aunque la apreciación de la citada alteración mental hace que el fiscal y los abogados de la familia de Diego Valencia -los letrados Manuel Gutiérrez Luna y Manuel Barberá- rebajen en un grado las peticiones de condena, es decir, a 25 años de prisión.

Estos son todos los detalles del procedimiento: