Yassine Kanjaa padece "un cuadro psicótico de probable filiación esquizofrénica", según los forenses
ATAQUE EN ALGECIRAS
La acusación particular pide que la diligencias sobre el asesinato de Diego Valencia se mantengan en la Audiencia Nacional como delito de terrorismo
La familia de Diego Valencia pide que a Yassine Kanjaa no se le aplique la eximente por trastorno delirante
La Fiscalía se muestra a favor del examen psiquiátrico a Kanjaa pedido por las víctimas
Dos psiquiatras del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla concluyen que Yassine Kanjaa, autor de la muerte del sacristán Diego Valencia en Algeciras, presenta un "cuadro psicótico, de probable filiación esquizofrénica", según consta en el informe forense remitido al Juzgado de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional al que ha tenido acceso Europa Sur.
El informe, fechado el pasado 5 de mayo, establece dos puntos a modo de conclusiones:
"1) El informado presenta un trastorno compatible con el juicio diagnóstico de cuadro psicótico, de probable filiación esquizofrénica.
2) Independientemente de la filiación del cuadro psicótico, cabe inferir que, en el momento de tener lugar los hechos que se le imputan, el paciente presentaba una descompensación psicótica aguda con un importante grado de implicación afectiva y conductual, lo que afectaría muy severamente a sus facultades intelectivas y volitivas, que constituyen las bases psicopatológicas para la valoración de la imputabilidad".
Este informe se presume como determinante para que la Audiencia Nacional decida si mantiene la instrucción de las diligencias, por un delito de asesinato terrorista de inspiración yihadista, o bien determine su traslado a un juzgado ordinario de Algeciras, como pretende su defensa. En el primer caso, la Justicia podría determinar una condena de prisión permanente revisable.
Además de ello, de considerarse una acción terrorista, la familia de Diego Valencia y Antonio Rodríguez, el cura de San Isidro, herido gravemente en el ataque perpetrado el pasado 10 de enero, serían indemnizados por el Estado como víctimas de terrorismo.
Fuentes de la acusación particular consideran que las conclusiones de los forenses podrían conllevar que el tribunal determine en la futura sentencia una atenuante de la condena, pero nunca una eximente en la responsabilidad de los hechos cometidos y reconocidos por Kanjaa.
Una "muy severa afectación"
En el apartado de las consideraciones psiquiátrico-legales, los psiquiatras forenses indican que, a partir de la información de que disponen, "consistente en los atestados policiales del día de los hechos", más dos informes médicos forenses realizados a petición de la defensa y la acusación particular "y, fundamentalmente, por las exploraciones psicopatológicas realizadas en este Hospital Psiquiátrico Penitenciario con la asistencia de traductor, cabe inferir que en el momento de tener lugar los hechos que se le imputan el paciente presentaba un cuadro de descompensación psicótica aguda, de probable filiación esquizofrénica, en el que presentaba con un importante grado de compromiso afectivo y conductual ideación delirante de perjuicio y mesiánicas, con vivencias de control e influencia e interpretaciones delirantes. lo que constituiría una muy severa afectación de sus facultades intelectivas y volitivas".
"En la actualidad", concluyen los dos psiquiatras, "el paciente está recibiendo de forma voluntaria tratamiento antipsicótico oral e inyectable de liberación prolongada, sin que se haya producido hasta el momento una mejoría en sus contenidos delirantes, de los que no establece crítica alguna".
La familia de Diego Valencia
Hace unas semanas, los abogados de Diego Valencia reclamaron que se tuvieran en cuenta los detalles del crimen para descartar la posibilidad de eximir del delito de terrorismo al autor confeso del crimen por un trastorno delirante, el cual no conllevaría la exención de responsabilidad sino una reducción de la pena.
Sobre este extremo, los abogados de la acusación consideran "difícil" que se pueda eximir de responsabilidad a Kanjaa apelando a detalles de los mismos tales como que "convivía con otras personas de su misma nacionalidad, que meses antes de cometer el atentado comenzó a leer a través de internet páginas de terrorismo; que eligió iglesias cercanas unas a otras; que conocía el horario de misas, con la finalidad de poder atentar contra la religión católica y quienes la encarnan (sus sacerdotes) y resto de fieles que acuden a diario a profesar su fe; y que planeó de forma macabra su acción".
A través de sus abogados, los familiares del asesinado aclaran que su interés "es que se haga justicia con el asesinato de nuestro esposo y padre, y que los medios de comunicación puedan reflejar la realidad de cuanto acontece, todo ello por respeto a la dignidad de nuestra familia".
En torno a las informaciones procedentes de la defensa de Kanjaa, la familia de Diego Valencia sentencia que "no hacen más que aumentar el dolor por el injusto, macabro e inmerecido hecho cometido contra nuestro padre, existiendo, al parecer, un especial interés por parte de algunos en que no encontremos el consuelo y serenidad que, en estos momentos, necesitamos".
El juez Joaquín Gadea decretó el pasado 30 de enero, tras escuchar al presunto yihadista en sede judicial, prisión provisional sin fianza, y le atribuyó los delitos de asesinato y lesiones con fines terroristas que, advirtió, podrían conllevar la prisión permanente revisable.
En su resolución, el juez indicaba que la actividad desarrollada por Kanjaa se podía calificar como un ataque yihadista dirigido tanto contra sacerdotes que profesan la fe de la Iglesia Católica como contra musulmanes que para el investigado no siguen los preceptos del Corán.
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