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Origen e historia de los espacios urbanos de Algeciras: El antiguo Calvario

OBSERVATORIO DE LA TROCHA - NUESTRO URBANISMO HISTÓRICO

La zona ahora se halla en la avenida Blas Infante, en la periferia inmediata del casco histórico por el norte

Origen e historia de los espacios urbanos de Algeciras: Triángulo de la Plaza de Andalucía (y III)

La vista de la actual avenida de Blas Infante, a mediados del pasado siglo. / ES

- Especialista en arte prehistórico de la Asociación Cultural La Trocha y consejero de número de la 2ª sección (Arqueología, Etnología, Patrimonio y Arquitectura) en el Instituto de Estudios Campogibraltareños, Miembro del comité ejecutivo de la revista 1902 COMMITTEE, Miembro del Proyecto First Art.

Algeciras, 01 de agosto 2025 - 04:02

En nuestro recorrido por la razón de ser, evolución y personalidad de los espacios urbanos de Algeciras, atendemos en primer lugar a la inmediata periferia del casco histórico, dada la facilidad de su definición e individualización, a causa de generar un cinturón de espacios despejados (las típicas rondas) que han servido muy bien para delimitar el casco histórico o espacio cerrado por el recinto medieval.

Más adelante pasaremos al interior, a intramuros de las casi desaparecidas murallas, donde está el germen de las sucesivas ciudades que se han superpuesto aquí a lo largo de la historia. Por supuesto, este casco histórico comprende la actual Villa Vieja en la cual seguiremos la misma metodología que al norte del antiguo río de la Miel.

En otra fase atenderemos a los "tentáculos", la edificación a lo largo de caminos y vías pecuarias, propia del subdesarrollo unido a la explosión demográfica que tuvo lugar cuando Algeciras, tierra de emprendedores, que duplicó su población entre 1940 y 1950. Después veremos cómo se rellenó el espacio entre "tentáculos", primero con edificación de circunstancias y luego con los planes de vivienda de los años 50 y 60, para completarse el conjunto con las grandes extensiones de chalets de las últimas décadas.

Hemos iniciado nuestra revisión partiendo de un espacio extraño y olvidado, la Huerta del Ancla, y desde allí, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, vimos la plaza de Joaquín Ibáñez, punto neurálgico e importante nodo urbano a lo largo del tiempo. Desde allí, ascendimos por el Secano, espacio estrecho y alargado, que en dos momentos diferentes fue frontera, primero entre el mundo ciudadano y el rural, y luego, con carácter más socioeconómico, entre el castizo barrio de San Isidro y, al otro lado de la carretera, las lujosas mansiones llenas de glamour construidas por la colonia extranjera que se creó en Algeciras a fines del siglo XIX y principios del XX.

A continuación, fue tratado el Triángulo de la plaza de Andalucía, ese “techo” de Algeciras, sin el cual no podríamos entender la ciudad actual. Así se completó la Banda de la Sierra o del oeste, el primero de los lados del alargado cuadrilátero en el que se puede dividir el casco antiguo de la llamada Villa Nueva, situada al norte del río. Ahora iniciaremos el segundo lado o del norte, la zona que antiguamente se conocía como “El Calvario” y más adelante veremos la zona de costa, con el antiguo Murillo, actual Paseo Marítimo, continuado por La Marina para completar el recorrido en la antigua Banda del Río.

El cinturón formado por la inmediata periferia. / ES

Por cierto, se usa a veces ese término para referirse al cauce soterrado del antiguo río de la Miel, según creemos, hasta la zona de antiguo puente del Matadero. Consideramos que esa denominación, en lo que respecta a la orilla izquierda o norte, se debe aplicar solo entre la esquina de la marina y la Capilla del Cristo de la Alameda, y en la orilla derecha, sur o de la Villa Vieja, al espacio entre la desembocadura y el desaparecido puente de la Conferencia; y por extensión, a las casas entre el llamado callejón de la Vieja y la orilla del río, pero no a la otra orilla, donde estaba el varadero de la huerta del Ancla y posteriormente el cuartel de transeúntes. Pero consideramos que es un detalle banal y hasta un poco subjetivo, existiendo cosas mucho más interesantes en las que ocuparse.

El espacio que aquí tratamos y que denominamos genéricamente como El Calvario o avenida de Blas Infante, se puede encerrar en un rectángulo de unos 500 por 80 m., extendido entre la plaza de Andalucía y el paseo marítimo en sentido más o menos oeste-este.

El perfil topográfico es una continuación extramuros del existente dentro del casco histórico, donde desde la altura de San Isidro baja una ladera hasta la plataforma de la plaza Alta y de allí bruscamente se pasa al nivel del mar por un acantilado. Esto es casi igual en el rectángulo del Calvario, aquí desde la altura de la plaza de Andalucía (32 metros de media sobre el nivel del mar) por una pendiente de 150 m. de longitud, se baja a 19 m sobre el nivel del mar en el espacio plano de 120 m ante el parque y desde éste por otra rampa de 230 m hasta bajar a los 2 m sobre el mar que aproximadamente tiene el Paseo Marítimo. Normalmente, la plataforma de la plaza Alta, se corta bruscamente y forma acantilados en su contacto con el mar. En este caso no es así, al quebrarse la citada plataforma en algunas vaguadas donde coincide una de ellas con la Avenida de Blas Infante.

Se distinguen, pues tres tramos con toda claridad, bastante individualizados: A) Desde la plaza de Andalucía hasta la esquina del parque, B) Desde el Parque hasta las ruinas medievales, y concretamente a la puerta de Gibraltar. C) Desde la puerta de Gibraltar, hasta el mar, hoy Paseo Marítimo.

Haciendo un poco de historia, comprobamos que apenas se sabe nada del sector en época romana, salvo la cercanía de algún yacimiento cercano a la actual salida norte de la calle Ancha y el paso de una vía romana que transcurría por la actual avenida del Capitán Ontañón y dio origen a la calle convento, para llegar a la zona del puerto y salir en busca de la ruta hacia Mellaria y Baelo Claudia.

 La zona en estudio y sus sectores. / ES

En la Baja Edad Media se levantó el sector norte de las fortificaciones con la llamada en la Edad Moderna Puerta de Gibraltar, que en realidad debe corresponderse con la Puerta del Fonsario, muy citada en la crónica de Alfonso XI y donde se libraron los más duros combates de desgaste durante el famoso asedio de 1342-1344. También las excavaciones han revelado una extensa necrópolis medieval, fuera de la puerta y a orillas de la vía antigua que hemos comentado.

Después, la ciudad fue destruida por los granadinos exactamente en 1375, como demuestra la Crónica de España, iniciada por el arzobispo D. Rodrigo Jiménez de Rada y continuada por Gonzalo de la Hinojosa, obispo de Burgos y después hasta 1430 por un redactor anónimo. Si buscamos el capítulo CCLM, De cómo reino el Rey D. Enrique e de lo que acaeció en su época, puede leerse en la pág. 413: "1375. En este año derribaron los moros Algezira por suelo según esta oy dia. Escrito al margen de esta frase: Algeciras fue todo asolada".

Como sabemos, la ciudad permaneció en ruinas y reducida a unos cortijos hasta su repoblación entre 1721 y 1724. Pero recordemos que cuando se estaba repoblando Algeciras la zona no se cubrió realmente de edificaciones hasta fines del siglo XVIII, y que estas estuvieron mucho tiempo respetando el espacio de las fortificaciones en ruinas por diversos motivos, como veremos en la próxima entrega de este artículo.

El caso es que la parte de extramuros al norte era conocida tradicionalmente como El Calvario, espacio ciudadano al norte de la ciudad e inmediato a la misma, que supuso en un principio un cambio brusco, de la población edificada, al campo puro, con sus actividades agrarias y sin la transición gradual de una clásica periferia.

Cuando la ciudad colmató el espacio intramuros, se encontró al norte con unas extensiones libres que se prestaban a la práctica de los conceptos higienistas del urbanismo desarrollados durante la ilustración y puestos en práctica a gran escala en el siglo XIX. Y aquellos espacios libres fueron ocupados por una zona lúdico-recreativa que comprendía las dos sucesivas plazas de toros, la Alameda Nueva y el Parque María Cristina, paralelos a la vía que hoy es la avenida de Blas Infante. Un espacio más alejado fue la zona del mercado de ganados. El Calvario también dio nombre al primer estadio de futbol que disfrutó la ciudad, muy cercano al actual IES Kursaal.

¿Y por qué este topónimo? El Calvario era un lugar devocional situado no muy lejos de la salida de la calle Ancha al campo libre. Un calvario normalmente era la culminación de un Vía-Crucis y estaba estudiado para tener la mayoría de sus estaciones a lo largo de las calles y algunas, con el calvario, extramuros, a semejanza de la Vía Dolorosa de Jerusalén, que conducía al Gólgota, donde se produjo la crucifixión de Cristo.

En el punto final de esa vía devocional, se disponía algún tipo de edículo o monumento, rematado por la cruz. La ciudad hermana de San Roque conserva su calvario, que consiste en tres pilares ornamentados. En Los Barrios no se conserva el calvario, pero sí se tiene noticia de donde se situaban algunas estaciones del Vía-Crucis.

Uno de los planos de la serie de Verboom (s. XVIII), el óvalo marca la zona aquí tratada. / ES

El de Algeciras debía partir de la iglesia de la Palma y transcurriría, como hemos dicho, por la calle Ancha, o bien por la calle Convento, (denominada imperial en el siglo XVIII y hoy oficialmente de Alfonso XI) donde había algunos edificios importantes, como el convento de la Merced o el Hospital Militar. También se la consideraba entrada-salida de la ciudad al estar en su extremo la puerta de Gibraltar y el camino costero a San Roque y Málaga. En el archivo histórico militar se custodia un plano muy esquemático de ese sector al de la población, en el cual el contacto de la ciudad con el campo abierto era brusco, sin periferia edificada, pero desgraciadamente es muy poco lo que aporta, salvo algunas estaciones de difícil localización.

El calvario y las estaciones de Vía-Crucis debieron ser eliminadas durante el sexenio revolucionario de 1868-1864, en el cual los exaltados también obligaron a destruir la popular capilla del Ecce-Homo, al exterior de la cabecera en la iglesia de la Palma.

El desaparecido Calvario dio nombre a una calle, que transcurría de Oeste a Este desde el Secano y las alturas de la Plaza de Toros hasta la salida de la calle Convento y el Cuartel de Infantería. Era en realidad “media calle”, pues solo tenía una acera de casas, ya que frente a ella solo estaba el campo. Esa disposición se repitió en varios puntos de la ciudad, como El Secano, la Banda del Río, la del mar, y, curiosamente, en la primitiva calle Trafalgar. El actual nombre de esta importante arteria ciudadana es el de Blas Infante.

No existía una transición gradual del espacio urbanizado al campo libre, salvo el representado por la alameda, espacio arbolado que comentaremos en nuestra próxima entrega donde iremos tratando los muchos puntos de interés presentes en el espacio que aquí estudiamos.

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