Origen e historia de los espacios urbanos de Algeciras: Triángulo de la Plaza de Andalucía (y III)

OBSERVATORIO DE LA TROCHA - NUESTRO URBANISMO HISTÓRICO

El espacio en la actualidad es muy importante en la ordenación de Algeciras y ha tenido una historia muy singular

Origen e historia de los espacios urbanos de Algeciras: Triángulo de la Plaza de Andalucía (II)

La plaza de Andalucía en su primera versión.
La plaza de Andalucía en su primera versión. / E.S

Doctor en Historia, cronista oficial de Algeciras, presidente de la Asociación La Trocha y de la Sección 2ª del Instituto de Estudios Campogibraltareños. Grupo de investigación PAI-HUM 1130, de la Universidad de Cádiz.

Algeciras, 25 de julio 2025 - 04:00

No vamos a extendernos aquí sobre la importancia taurina que tuvo la plaza de La Perseverancia, pues doctores tiene la Iglesia, como Cossio, Valdés o Crescencio Torés, por citar solo alguno de los críticos y especialistas que han glosado las páginas de gloria escritas en el coso algecireño.

Atendiendo a la plaza como sistema de servicios aplicado a la fiesta nacional, seguiremos las anotaciones del ineludible José María de Cossio. Este superexperto investigador, nos dice que en los años 30 del pasado siglo realizó la recogida de datos para su obra, que redactó en el terrible Madrid de la Guerra Civil, pero no pudo publicarla hasta 1942. Por lo tanto, deducimos que los datos por él aportados se refieren a La Perseverancia en los citados años 30:

"Algeciras cuenta con una plaza de toros de forma poligonal, con 16 ochavas, situada en las afueras de la población, al norte de la misma. Está construida con piedra, ladrillo y cal, el graderío del tendido es de cantería, y el de la grada del piso alto, de madera. Consta de dos pisos, el primero con una cabida de 4.000 personas y el segundo de 1.500. Para la entrada pública se habilitan 10 puertas: tiene además nueve escaleras de cantería, dos caballerizas capaces para 40 o 50 caballos, 10 chiqueros, dos corraletas para los arrastres, otras dos cubiertas destinadas a carnicerías, un guadarnés, cinco habitaciones para diferentes dependencias. Un corral para la estancia de los toros y otro para el apartadero, una conserjería, dos despachos de billetes, dos salas de toreros, dos enfermerías y una capilla".

Aparentemente, la plaza en teoría estaba bien acondicionada para su uso en aquella época, pero tenía una singularidad, carecía de "callejón" entre la barrera y la arena o coso en sí. Esta deficiencia se intentó paliar con varios burladeros, estratégicamente situados, pero de forma inexplicable para una plaza con tanta solera, el callejón no fue construido hasta 1961, un momento muy tardío en la historia de la plaza.

La plaza de toros de La Perseverancia en sus últimos tiempos.
La plaza de toros de La Perseverancia en sus últimos tiempos. / E.S

El recinto ferial se alejó definitivamente del casco histórico instalándose mucho más al noroeste del mismo, y allí, en su extremo de poniente y en una posición elevada, se edificó la nueva plaza de toros de Las Palomas, inaugurada el año 1969. La antigua, que ya tenía más de un siglo, perdió su misión primitiva, pero podía haberse conservado perfectamente, dedicada a usos culturales. No solo en tiempos se había utilizado como cine de verano, al dividirse provisionalmente en dos el ruedo, quedaba transformada en una especie de teatro romano, apto para diversos tipos de espectáculos al aire libre, como eran los añorados festivales de España, celebrados durante los veranos en el parque María Cristina. Sobre el uso de la antigua plaza de toros como teatro, recordamos haber asistido allí a la representación de una obra de Valle Inclán y pudimos comprobar la perfecta acústica del recinto.

Pero en 1975 se aprobó la demolición de aquel histórico edificio, imponiéndose los aspectos materiales sobre los culturales. Y según los rumores se pensó en edificar en el solar "una gran torre de planta triangular y 50 pisos", siempre siguiendo la leyenda.

La demolición de la plaza de Toros La Perseverancia.
La demolición de la plaza de Toros La Perseverancia. / E.S

La destrucción de aquel monumento fue un error, una agresión al patrimonio cultural, propia de aquella época cuando en la ciudad no existía una normativa para protección de monumentos ni tampoco la madurez cultural para ello. Un día tendremos que hablar de cómo se salvó en 1979 la capilla de N. S. de Europa y el tema da para una pequeña monografía. Hoy, 46 años más tarde, podemos llevarnos las manos a la cabeza si revisamos la polémica que se armó, los silencios cómplices y algunas tonterías que se dijeron.

Los actuales edificios que ocupan el centro del espacio en estudio se dividen en dos bloques, el norte tiene una extraña planta triangular, formada por caras ligeramente cóncavas y vértices achaflanados. Esa parte norte existe, al menos desde los años 50 del pasado siglo, a una estación de servicio que estaba plenamente justificada al estar en aquella época a orillas de la carretera nacional Cádiz-Málaga. Pared con pared de la gasolinera, estaba el antiguo parque de bomberos, que hoy alberga servicios municipales, entre ellos la emisora de televisión Onda Algeciras TV. Es un edificio de interés arquitectónico y por ello está protegido en la última edición del PGOU de Algeciras, al igual que una de las casas del lado correspondiente a la parte alta de Ruiz Zorrilla.

Al frustrarse el supuesto rascacielos, la plaza, por primera vez en un siglo, volvió a ser una verdadera plaza, o sea, un gran espacio abierto, que se utilizó como aparcamiento, protegido por un dinámico y vocacional guardacoches, que muchos recordarán. Abrigábamos el deseo de que los edificios que cerraban el triángulo por el oeste fueran sustituidos por otros de mayor prestancia y que la plaza o espacio libre se hubiera beneficiado de un buen proyecto de ajardinamiento, como en otras tantas ciudades.

La plaza Andalucía con distintas ubicaciones históricas.
La plaza Andalucía con distintas ubicaciones históricas. / E.S

Pero surgió otra idea, la de crear allí un gran complejo lúdico, que realmente, era necesario en la población. Pero nos tememos que para construir los aparcamientos subterráneos se pudo dañar el foso y la barbacana medievales. No tenemos constancia de ello, salvo la evidencia del sistema defensivo en el sector de la puerta de Gibraltar, que con toda lógica pudo extenderse hasta la altura de la plaza. Hay que tener en cuenta que en aquella época no existía la actual normativa de la Junta de Andalucía sobre protección del patrimonio cultural o bien era muy laxa la aplicación de la normativa anterior. No había arqueólogo municipal, ni carta de riesgo, ni una catalogación de bienes culturales tan eficaz como ahora, que aunque perfeccionable, ha servido para frenar la destrucción de la Algeciras histórica.

El citado complejo, inaugurado en 1986, según algunos, recordaba al de La Cañada, en Madrid; era muy ambicioso y ocupó todo el espacio de la actual plaza de Andalucía. En él destacaba un auditorio al aire libre, que atrajo mucho a la juventud y una galería comercial que comunicaba la avenida de N.S. de Europa con el Secano.

El centro creado disfrutó de una gran popularidad, sobre todo entre la juventud y aún se recuerda con cariño por toda una generación. Pero el conjunto fracasó y ello se debió posiblemente a varias causas, en primer lugar, cuando el aparcamiento subterráneo se hizo de pago, eso molestó mucho a los usuarios, pues todo el mundo creía que siempre iban a ser gratuitos y los responsables del cambio debieron avisar desde el primer momento y de forma clara de que el uso gratuito era provisional. Puestos a mover el coche, muchos clientes prefirieron usar otras grandes superficies con un abanico de compras más amplio que aquella sucursal de Simago y además con aparcamiento gratuito.

En cuanto a los clientes no motorizados, pronto se vio que el acceso a la galería desde las Avenidas de N.S. De Europa o de Blas Infante era difícil, por una serie de escalones, lo cual dificultaba el acceso tanto a las personas mayores o con problemas de movilidad como a los carritos de la compra.

La plaza de Andalucía en su primera versión (Años 80).
La plaza de Andalucía en su primera versión (Años 80). / E.S

Por otra parte, y por las razones que fuera, Simago la gran superficie que lideraba el comercio en la plaza, fracasó y tras su cierre, fueron cerrando en cascada cada uno los locales de la galería. Al final, cerró todo el conjunto, que no obstante, tuvo un tiempo de popularidad y éxito hasta que a la larga se impusieron los problemas mencionados y posiblemente otros que desconocemos.

Desde luego, y desde el punto de vista urbanístico, según la definición de la Real Academia de la Lengua una plaza es "un lugar ancho y espacioso dentro de un poblado, al que suelen afluir varias calles", por lo tanto, aquella no era una verdadera plaza, sino una manzana totalmente ocupada por edificaciones, hasta el punto de llegar al horror vacui, en el deseo de aprovechar todo el espacio para ofrecer servicios y atracciones. En conjunto, y en una vista general, lo que más desatacaba era el cubrimiento a base de pirámides acristaladas, creadoras de una imagen icónica de aquel complejo, del cual solo sobreviven hoy los aparcamientos.

Una secuela de aquellos tiempos es la afición que la juventud tomó a utilizar como punto de encuentro semanal el espacio aquí estudiado, traducido en una cierta proliferación de negocios de hostelería y alimentación rápida, del tipo kebab existentes sobre todo en el vértice norte del espacio, en la curva hacia el Hotel Garrido, y de donde parte la avenida de Ramón Puyol.

Sí puede considerarse una verdadera plaza a la actual, inaugurada en 2006: los edificios forman un ángulo y en él existe un pasaje de comunicación con la calle Juan XXIII. Los locales se destinan principalmente a la hostelería y por ejemplo, en el citado pasaje, en un establecimiento que creemos peruano, se puede disfrutar de un excelente café. Pero también se ubican en esos edificios una clínica de gran prestigio, la sucursal de una acreditada cadena de grandes superficies y curiosamente, las oficinas de la Delegación Municipal de Urbanismo.

El espacio libre ante estos locales si justifica la clasificación como plaza, aunque en el aspecto negativo, hemos de consignar que el citado espacio libre, está dotado de un sistema de techo, a modo de persiana horizontal, al parecer para ser abierto o cerrado a voluntad, pero debe estar estropeado, pues nunca lo hemos visto en funcionamiento. En resumen, el triángulo de la plaza de Andalucía es en la actualidad un espacio muy importante en la ordenación de Algeciras y ha tenido una historia muy singular.

En nuestro siguiente artículo seguiremos revisando la inmediata periferia a extramuros del casco histórico y nos ocuparemos de la Alameda Nueva, la zona del Calvario y la desembocadura en la bahía, entre el fuerte de Santiago y las murallas medievales.

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