ESTAMPAS DE LA HISTORIA DEL CAMPO DE GIBRALTAR

El Muelle de la Galera (1908-1913): Ministerio de Guerra contra Fomento (I)

Efectos del temporal del año 1925 sobre el paseo de la Marina.

Efectos del temporal del año 1925 sobre el paseo de la Marina.

Por Real Orden del 10 de agosto del año 1906 se creó la Junta de Obras del Puerto de Algeciras. Después de ciento cincuenta años de frustrados intentos por parte del Ayuntamiento de la ciudad para que se acometiera un proyecto de construcción de un puerto en Algeciras, por fin existía una institución independiente (antes, los proyectos portuarios debían ser enviados al Ministerio a través del Gobierno Provincial), en la que formaban parte, entre otros, dos representantes de la Corporación Municipal, el Comandante de Marina, el Comandante de Ingenieros, el Administrador de Aduana y miembros de los navieros y, lo que era más importante y decisivo, un ingeniero-director encargado de redactar los proyectos portuarios y registrarlos directamente, sin intermediarios, en el Ministerio de Fomento en Madrid.

Tres fueron las circunstancias que favorecieron y posibilitaron que el ansiado proyecto de un puerto para Algeciras se hiciera realidad. Por una parte, la celebración de la Conferencia Internacional sobre Marruecos de 1906 que puso en el foco internacional a la ciudad de Algeciras. Los embajadores de las principales naciones del mundo, los políticos españoles y los numerosos periodistas de los países participantes que acudieron para cubrir el evento, fueron conscientes de las deficiencias portuarias que padecía Algeciras (solo disponía del endeble muelle de Madera construido por la Compañía del Ferrocarril entre 1892 y 1893). Fue al finalizar la Conferencia Internacional cuando se creó la citada Junta de Obras del Puerto.

Otro de los motivos que aceleraron la redacción y aprobación del proyecto portuario, elaborado por el primer ingeniero-director de la Junta, José Rodríguez de Rivera, en 1908, fue la presión ejercida por el Ministerio de Guerra (recogida en las Actas de las reuniones de la Junta de la época) desde el final de la Conferencia de Algeciras. Los gobiernos de España y Francia mantenían conversaciones para establecer sendos Protectorados en Marruecos, y los militares necesitaban contar con un buen muelle para embarcar las tropas, el material de guerra y de la administración para la gobernación del mencionado Protectorado.

Don José Luis de Torres Beleña, diputado por el distrito de Algeciras. Don José Luis de Torres Beleña, diputado por el distrito de Algeciras.

Don José Luis de Torres Beleña, diputado por el distrito de Algeciras.

Posteriormente, un tercer motivo que vino a acelerar las obras del llamado muelle de la Galera aconteció en el año 1911, cuando, la Compañía del Ferrocarril (de titularidad inglesa) había presentado al Ministerio de Fomento un proyecto para sustituir el Muelle de Madera por un gran muelle de mampostería, con línea de ferrocarril incluida. El Gobierno Español se alarmó, pues, si se autorizaba la construcción del muelle propuesto por la Compañía del Ferrocarril, las estructuras portuarias de la estratégica bahía de Algeciras quedarían en manos de una potencia extranjera (el puerto de la colonia inglesa de Gibraltar y el de Algeciras). No hay de dejar de mencionar, también, la decisiva intervención del diputado por el distrito de Algeciras, José Luis de Torres Beleña, entusiasta defensor desde su despacho de Madrid de la causa del puerto algecireño ante don Miguel Villanueva, ministro de Fomento.

El 31 de diciembre del año 1908 el ingeniero José Rodríguez de Rivera, remitió al Ministerio de Fomento su 'Proyecto de Puerto de Refugio en Algeciras'. Una vez analizado por los técnicos del ministerio, le fue devuelto para que hiciera algunas modificaciones. El 11 de junio de 1910, como la respuesta del Ministerio tardaba en llegar, la Junta, mediante carta de su Presidente, reiteraba la necesidad de que fuera aprobado por la Superioridad el proyecto de puerto que se tramitaba. Por fin, en Sesión Extraordinaria de la Junta, celebrada el 2 de junio de 1911, se recogía lo siguiente:

Con la natural satisfacción (sus miembros) han sido informados favorablemente… por el Gobierno (del Proyecto de José Rodríguez de Rivera) y principalmente porque… se asignan 6.500.000 pesetas para la construcción del puerto de Algeciras.

Por Real Orden de 13 de septiembre de 1911 se aprobó definitivamente el Proyecto global del puerto de Algeciras, redactado por el ingeniero José Rodríguez de Rivera en 1908, librando el Ministerio las cantidades necesarias para poder comenzar las obras del muelle, luego denominado de la Galera.

Las obras de este muelle, dirigidas por el nuevo ingeniero-director de la Junta, señor Ramón Martínez del Campo, se iniciaron en mayo del año 1913, una vez realizados los trabajos previos de relleno, dragado y ampliación del muelle Comercial, que quedaría absorbido por el nuevo muelle. Sin embargo, estas obras no estuvieron exentas de polémica.

En su proyecto, el señor Rodríguez de Rivera, proponía que se construyera, previamente a las obras del muelle de la Galera o de manera simultánea, las del Rompeolas de la Isla Verde, con el fin de obtener una gran superficie de aguas abrigadas que defendieran al nuevo muelle y a las embarcaciones que pudieran atracar en él de los frecuentes y temibles temporales del sudeste que, durante el invierno, azotaban el litoral algecireño.

Inicio de las obras del Muelle de la Galera (año 1913). Inicio de las obras del Muelle de la Galera (año 1913).

Inicio de las obras del Muelle de la Galera (año 1913).

De la misma opinión eran el Comandante de Marina y otros miembros destacados de la Junta, como el señor García Cabezas que, en una de las reuniones de la Comisión expuso que, dada la importancia que para el comercio marítimo tenía la seguridad del muelle, por cualquier medio se realice la obra, si no en prioridad a las del muelle del Galera, al menos simultáneamente las de protección (el Rompeolas de la Isla Verde).

Del análisis de los reformados del proyecto y de lo recogido en las actas de las sesiones de la Junta, se extrae que, junto con el muelle de la Galera, las obras del Rompeolas eran consideradas prioritarias, pues con ellas se esperaba habilitar un amplio espacio de aguas abrigadas en torno al muelle de la Galera, a la dársena y a la desembocadura del río de la Miel. Sin embargo, la prioridad que la Junta (y su ingeniero-director) querían dar a esta obra de protección era contestada por los estamentos militares que presionaban a las autoridades superiores (Ministerio de Fomento) encargadas de informar y aprobar los proyectos, para que se construyera primero el muelle de la Galera, cuyo uso militar era considerado por el Ministerio de Guerra como vital para sus necesidades de abastecimiento y defensa de las plazas españolas en el Norte de África. En ese sentido, en el proyecto de construcción del Rompeolas de la Isla Verde, derivado del proyecto general y reformado por Real Orden de 27 de octubre de 1910, el ingeniero-redactor expresaba las reiteradas quejas del ramo de guerra sobre las dificultades de comunicación de Algeciras con Ceuta. Por Real Orden de 22 de julio de 1910 se había dado carácter militar al proyectado muelle de la Galera, reforzando los argumentos expuestos por el Ministerio de Guerra a favor de la construcción con toda la urgencia posible de un muelle propio para el embarque de tropas en el que pudieran atracar buques de gran calado. Es muy probable que esta oposición del ingeniero José Rodríguez de Rivera a los planes del Ministerio de Guerra, explique su fulminante destitución en el cargo.

Las obras del muelle de la Galera en el año 1915. Las obras del muelle de la Galera en el año 1915.

Las obras del muelle de la Galera en el año 1915.

El ingeniero-director depuesto, para apoyar su propuesta de dar prioridad a las obras del Rompeolas, expuso en una de las reuniones de la Junta que: 

El muelle que se propone (de la Galera) no esté destinado únicamente al embarque de tropas. Ese muelle ―refiere― constituye también la aspiración constante del comercio y de la población en general de Algeciras.

No obstante, como lo atestigua lo ocurrido en los años siguientes, las presiones ejercidas por el Ministerio de Guerra dieron su fruto y se acometieron antes las obras del Muelle de la Galera. Sin embargo, el citado muelle se construiría como un muelle comercial y civil y, únicamente de uso militar cuando fuera estrictamente necesario. Las obras del proyectado Rompeolas de la Isla Verde tuvieron que esperar a que se acabase el primer trozo del muelle de la Galera, no pudiendo iniciarse hasta el año 1920.

Plano del Proyecto de 1908 redactado por el Ingeniero-director de la Junta de obras del Puerto José Rodríguez de Rivera. Plano del Proyecto de 1908 redactado por el Ingeniero-director de la Junta de obras del Puerto José Rodríguez de Rivera.

Plano del Proyecto de 1908 redactado por el Ingeniero-director de la Junta de obras del Puerto José Rodríguez de Rivera.

La construcción del muelle de la Galera, iniciada -tras casi cinco años de trámites, reformados del proyecto y dilaciones por motivos políticos (asesinato del presidente del Gobierno, José Canalejas, el 12 de noviembre de 1912) o económicos-, como se ha referido, en mayo del año 1913. Consistía en la ampliación en anchura y en la prolongación del muelle Comercial o Viejo existente desde los años setenta del siglo XIX. El muelle se construiría en dos trozos: el primero que llegaría hasta las piedras conocidas como de la Galera y la Galerilla, situadas a unos 200 metros por delante del viejo muelle Comercial y que actuarían como morro natural del nuevo. Por la parte sur, el paramento sería la prolongación del muro de encauzamiento de la margen izquierda del río de la Miel y por la parte norte consistiría en un muelle de atraque destinado a pequeñas embarcaciones y al tráfico de pasajeros con Gibraltar.

El segundo trozo del muelle de la Galera se construiría con rumbo nordeste (véase el plano adjunto), en dirección a la roca de los Patrones y tendría una anchura de 80 metros, 443 metros de longitud y 8 de calado hacia la parte exterior, frente al futuro Rompeolas de la Isla Verde, y 6 metros de calado hacia el interior, mirando a la dársena comercial. Los calados conseguidos en su fachada exterior permitirían el atraque de grande buques y las funciones propias de un comercio no sólo de cabotaje.

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