Algeciras

El IECG relanza su empeño de ser un puente apolítico con Gibraltar

  • El Instituto de Estudios Campogibraltareños estrechará el trabajo con su delegación en el Peñón para, desde la ciencia y la cultura, convertirse en un cauce de entendimiento entre la comarca y la colonia

El emblema del Instituto de Estudios Campogibraltareños (IECG) tiene ocho estrellas. Una por cada uno de los municipios de la comarca y la octava por Gibraltar. La presencia de esa estrella en el distintivo de este organismo de la Mancomunidad pretende ser la rúbrica de su compromiso en las relaciones con el Peñón. Los cauces de colaboración con la colonia británica son fríos desde hace algunos años, en concreto desde 2004. La nueva dirección del Instituto se propone ahora relanzar y revitalizar esas vías de entendimiento. El objetivo es convertir el IECG en un puente de ciencia y cultura entre la comarca y la Roca ajeno a disputas políticas.

El Instituto se fundó en 1991. Gibraltar ha estado presente en su trayectoria desde su creación. Son numerosos los miembros del organismo procedentes del Peñón, que participan de forma activa en el mismo, de manera principal en sus secciones de Historia y Ciencias Naturales. Es habitual su presencia en las jornadas que periódicamente se celebran en las diferentes localidades de la comarca.

En Gibraltar, de hecho, se han desarrollado dos de las jornadas del Instituto, en concreto las primeras de Flora y Fauna, en 1993, y las sextas de Historia, del año 2000. También es sede frecuente de reuniones y estudios de las diferentes secciones del mismo.

En la actualidad, de los 200 miembros activos del Instituto, una decena son gibraltareños. El delegado del IECG en la localidad gibraltareña es el doctor en Biología John E. Cortés, miembro de la Sección 10ª de Medicina, Biología, Ecología y Ciencias de la Naturaleza, director del Jardín Botánico de Gibraltar y secretario general del Gibraltar Ornithological & Natural History Society (GOHNS).

Estos miembros están vinculados, de manera fundamental, a los cuatro grandes centros culturales de la colonia, el museo, el archivo, el jardín botánico y la biblioteca. Es significativo que esas cuatro entidades mantengan, por lo tanto, una relación fluida con el Instituto, lo que no ocurre con otras instituciones españolas. El IECG entiende que es momento de sacar del anonimato este importante rol y se le reconozca.

Las relaciones entre el Instituto y Gibraltar se enfriaron en 2004. Con motivo de la conmemoración del tricentenario de la ocupación británica, el organismo pretendió celebrar sus jornadas de Historia en una doble sede, la Roca y San Roque. La idea no tuvo el apoyo que siempre se había recibido de las autoridades gibraltareñas. Lo ocurrido ralentizó el ritmo de las colaboraciones y enfrió el ambiente.

De cualquier forma, los miembros gibraltareños del Instituto han seguido participando de forma activa en la vida de la institución. Pero el IECG pretende llegar más lejos y restablecer el camino anterior, de ida y vuelta a través de la frontera. Las nuevas fórmulas de coordinación entre el Instituto y su delegación gibraltareña se van a centrar en la colaboración en publicaciones, actividades formativas (tales como conferencias y seminarios), el intercambio de informaciones, la colaboración en la divulgación de las mismas e impulso a la presencia del IECG en los medios de comunicación presentes en el Peñón, además de promover la incorporación de nuevos investigadores gibraltareños a las correspondientes secciones del Instituto.

Esta misión es uno de los compromisos que adquirió la nueva dirección del IECG, que fue elegida el pasado mes febrero y está formada por Ángel Sáez, director del Instituto, y Eduardo Briones, vicedirector. Sáez recuerda lo que sucedió en 2000 y quiere recuperar ese espíritu. En concreto lo ocurrido fue que en plena polémica por el atraque y reparación del submarino nuclear Tireless en la Roca, y en contra de ciertas reticencias que se levantaron por ello, el Instituto llevó a Gibraltar sus jornadas de Historia. "Nosotros no hablamos ni de religión ni de política. Sólo hablamos de cultura, que es un idioma universal y no entiende de verjas", subraya con rotundidad Sáez.

"Queremos que el Instituto de Estudios Campogibraltareños sea ese puente que ha sido siempre y que ha permitido estrechar lazos. Lo que vamos a hacer es trabajar en esa línea. Tenemos vínculos de amistad y profundas relaciones científicas y culturales", añade el director del IECG.

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