Cuando las cálidas tardes de agosto se apoderan de la Sierra, Benamahoma se transforma. El tiempo retrocede siglos, la localidad recuerda su pasado árabe y se engalana para recordar las luchas entre moros y cristianos . Durante tres días estos enfrentamientos tomarán las calles del pueblo de la mano de sus habitantes. Si nos mezclamos con ellos, el griterío y el estampido de trabucos y espingardas se apoderarán de nuestros oídos para transportarnos a la época en la que esta zona era frontera del reino nazarí de Granada y las escaramuzas entre ambos bandos eran continuas.

Este festejo, que nace como una rememoración de la conquista de la Península Ibérica, es el único de estas características que se conserva en Andalucía Occidental. Su antigüedad no se sabe a ciencia cierta pero cuenta la leyenda que un príncipe árabe fundó la localidad y se refugió en la sierra huyendo de los cristianos. En la actualidad moros y cristianos combaten por la imagen de San Antonio. Entre luchas, al son de trabucos, intentan hacerse con él. Los enfrentamientos entre ambos bandos tendrán lugar el sábado y el domingo al mediodía.

La fiesta comenzará esta noche con la presentación de los capitanes de ambos bandos y el desfile de moros y cristianos, así como la coronación de las reinas mora y cristiana. Posteriormente, a las doce y media de la noche, los fuegos artificiales inaugurarán las fiestas. A lo largo de todo el fin de semana se reprendan las batallas y podrá disfrutarse también de actos culturales y musicales. La suelta de vaquillas se celebrarán el domingo y el lunes a las 19.30.