Semana Santa

La solemnidad de la Soledad y el Santo Entierro emociona por las calles del centro

  • El silencio con el que son portadas las imágenes permite oír los pasos de los costaleros

La Soledad y el Santo Entierro sembraron de solemnidad y respeto las calles del centro de La Línea en una estación de penitencia sobria y que emocionó a los fieles más devotos.

Acompañaron al cortejo de la piadosa hermandad y cofradía de Nazarenos de Nuestra Madre y Señora en su Soledad y Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo representantes de todas las hermandades linenses, a excepción de las que también realizaban su estación de penitencia el Viernes Santo. También hicieron el recorrido representantes de la corporación municipal del PSOE, PP y PA, además de la alcaldesa, Gemma Araujo, que encabezaba la llegada del Santo Entierro junto al arcipreste de la ciudad, Juan Manuel Benítez; el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, José Ramón Mata, y el pregonero de la Semana Santa linense de este año, Ernesto Frigolet.

El paso del Cristo Yacente avanzaba con solemnidad y ante el absoluto silencio que incluso permitía oír los pasos de sus costaleros. El silencio sólo se rompía con las notas del trío de capilla Orfeo, que daba aún más sobriedad al avance del paso. Dos caballeros templarios de la Orden de Malta custodiaban a Jesucristo en su entierro.

A continuación los nazarenos de la hermandad, de riguroso luto, anunciaban la llegada de la Soledad, sobre un paso con exornos florales formados por rosas rojas y lirios morados, con la cruz y la sábana del descendimiento a su espalda. También avanzaba la Dolorosa bajo el silencio, sólo interrumpido por el canto de la coral polifónica Ciudad de La Línea en cada parada del paso.

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