Semana Santa

El Nazareno barreño vuelve a las calles tras dos años sin procesionar

  • La hermandad demuestra veteranía y saber hacer en la compleja maniobra de la salida de San Isidro

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores pudo, al fin, quitarse una espinita que llevaba clavada. Ambas imágenes desfilaron anoche por las calles de la Villa y se reencontraron con su pueblo tras dos largos años sin procesionar por la lluvia. Y eso se notó en la presencia de público en la Plaza de la Iglesia, congregado para disfrutar de la noche del Jueves Santo con una temperatura agradable y sin riesgo de chubascos.

"Por fin". Era uno de los comentarios más escuchados entre quienes aguardaban la aparición del Nazareno barreño al filo de las nueve de la noche, cuando se abrió la puerta lateral de San Isidro para dar inicio a la procesión con la salida de la Cruz de Guía y los penitentes.

Momentos antes, el hermano mayor, Lucas Benítez, se dirigió a las cuadrillas de cargadores desde el altar mayor y reconoció que suponía una gran satisfacción poder salir.

La espera para los cargadores se hizo notar a la hora de la salida, que ejecutaron por la siempre angosta puerta con maestría demostrando veteranía, saber hacer y entrega hacia sus titulares. El Cristo y, media hora después, el palio de la Virgen fueron recibidos entre aplausos y vítores. Son maniobras complejas porque obligan a retirar los soportes y dejar el paso "al aire", donde sólo el pulso y la fe sostienen la carga. El tintineo de los adornos del palio chocando con los varales confirió un especial sonido coronado con los sones de la Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús Caído y Virgen de la Amargura, venida desde Ceuta para acompañar el desfile.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios