La Hermandad del Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Amargura tuvo que esperar media hora para realizar su estación de Penitencia a causa de la espera de la Soledad que tardó una hora en comenzar la procesión por el mal tiempo.

A causa del claro en el cielo, la junta de gobierno decidió jugársela y realizar la estación de Penitencia en la calle.

Una vez que el cortejo estuvo listo en el interior del santuario de la Inmaculada ya antes de que se abrieran las puertas para mostrar la cruz de guía, los presentes compartieron un momento de oración en la que se expresó que la procesión iba a ser "un acto público de fe y catequesis". Representantes de la junta de gobierno añadieron que la jornada del Viernes Santo "es la culminación de un año cofrade viviendo en harmonía con la iglesia". Por su parte, el sacerdote incluyó en sus peticiones "a los que lo están pasando mal en estos tiempos en La Línea".

Las luces del templo se apagaron para que sus titulares salieran solo iluminados con la luz de las velas. El Cristo de la Misericordia salvó sin problemas la salida del templo pero cuando le llegó el turno al palio comenzó a llover por lo que una vez en la plaza de la Iglesia, ambos pasos tuvieron que refugiarse en los arcos de la misma y justo en ese momento llegaba de recogida la Hermandad de la Soledad por lo que se vivieron algunos momentos de tensión aunque ningún problema.

Una vez que pasó la lluvia, que duró solo unos minutos, la Amargura continuó con el itinerario previsto.