Ha habido días, especialmente los fines de semanas, en los que a la hora del almuerzo era difícil encontrar hueco en los bares y restaurante de Cádiz capital, tanto en el Paseo Marítimo como en el casco histórico, que cada año tiene más fuerza en el veraneo de esta ciudad. Agosto, para el sector hostelero, ha sido especialmente positivo, con una subida del 5%, tras un julio en el que el tiempo no animaba a permanecer en las terraza a partir de determinada hora.

Aquí se une la importancia que puede tener el turismo gastronómico. Sin embargo, a decir de Antonio de María, presidente de Horeca, este turismo no existe como tal "sino que forma parte de un turismo global que, en este caso, gusta de la gastronomía", aunque sí existe en otras zonas del país donde se ha trabajado mejor en la promoción de la cocina autóctona.

"Es cierto que hay turistas que buscan ir a determinados restaurantes tanto por el nombre de éstos como por la relevancia de sus cocineros y que están alojados en otras localidades de la provincia. Acuden a ellos, como se van de turismo a otros puntos. Está pasando con la 'normalización' en el consumo del atún, que tiene cada vez más nombre en todo el país. En todo caso, considero que la gastronomía puede ser más negativa si es mala que positiva si no lo es".

En este sentido, considera que la capital de la provincia aún necesita avanzar en la modernización de este colectivo, en la que está inmersa desde hace unos años. "Hay zonas que están infrautilizadas, como el barrio de Santa María, muy lejos de los avances logrados en zonas como La Viña, Plocia o el Pópulo", constata.

Mejores datos ofrece el comercio, con especial relevancia en lo que se refiere a Cádiz capital, con una elevada afluencia en el comercio tradicional, además de las marcas nacionales e internacionales. El Corte Inglés, el mayor centro comercial de la provincia, ha obtenido también datos excelentes especialmente en agosto, por encima de los resultados del año pasado, según se reconoce desde la propia empresa.