La derecha abducida

La socialdemocracia fané y descangallada asusta con la llegada del monstruo, que tiene cara de mujer

La derecha no es que sea cobarde sino que está abducida. No ve la realidad de las cosas por cobardía sino por incapacidad. Debiera saber que el retroceso de la izquierda en Andalucía es paralelo al de cualquier otro lugar de España, incluida España en su conjunto. El corpusculeo asambleario, actualización del postureo universitario de los años sesenta, es improbable que llegue a ser algo sustancial más allá de servir de apoyatura a un PSOE que ni sabe ni contesta.

La resistible ascensión de Pedro Sánchez fue vana en su cualidad, cuando los fondo sur del Partido, en 2017, ante la consideración de lo que pudieran dar de sí las alternativas de Patxi López y la Díaz, queriendo evitar lo malo conocido, propiciaron lo peor por conocer. Como en Francia, como en Italia, como incluso en los países nórdicos, sedes de la réplica capitalista al auxilio social franquista, la socialdemocracia se agota en la mediocridad de sus líderes.

Las viejas habilidades de la izquierda para hacerle nido a sus larvas en las mentes de la derecha de medio tapón, están siendo ahora recurridas. Podría ser que entendieran que no hay otra forma de sobrevivir a la decadencia ideológica y al fracaso político, que crear el monstruo común que se come a los niños y asusta a las viejecitas. Y el monstruo va a ser VOX. La derecha abducida, a la que Moreno Bonilla se está prestando a personificar, además de no saber contar, está cayendo en la trampa.

La izquierda corpuscular se ha inventado un Por Andalucía que es un frankenstein chiquitín, con pecas y a lo loco. Mientras, la socialdemocracia fané y descangallada, asusta con la llegada del monstruo, que mire usted por dónde tiene cara de mujer. Bella por cierto, preparada por cierto y con el talle acoplado al traje de gitana y el rímel en su sitio. Lo de Macarena fue una premonición. Tal vez una ocurrencia de Felipe Choclán, el abuelo materno, que era de Ceuta y vivió en Jaén antes de instalarse en Alicante.

VOX es el fascismo para los que, como Juan Espadas, después de cuarenta años de socialismo, dicen que el subdesarrollo andaluz es cosa del franquismo. Para los que mendigan en el neocomunismo placentario y en el separatismo, y calientan sus posaderas en los rescoldos del terrorismo. De modo que el descansado de Rubalcaba pudo ser diputado por Cádiz, Inmaculada Nieto va a ser candidata por Málaga y a la Olona hay que buscarle las cosquillas donde las lapas de Almuñécar.

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