Oriente Medio no está tan lejano

Una situación de violación del derecho en una parte del planeta puede afectar al quebrantamiento del derecho en otra parte

Una ojeada rápida a los medios de comunicación españoles nos muestra la prioridad en los espacios informativos. Parece evidente que, en un contexto de pandemia, las noticias de mayor interés sean el avance de la vacunación, el comportamiento irresponsable de un sector de la ciudadanía, la primacía de intereses políticos y personales sobre los fines de interés general por algunos de nuestros representantes a ambos lados del espectro político y, lo que es casi más preocupante, por algunos jueces. Las cuestiones internacionales suelen habitualmente ser relegadas en los medios y en la atención general del público.

Sin embargo, en un mundo globalizado y profundamente interconectado, lo que sucede en un lugar alejado del planeta tendrá consecuencias directas e indirectas a miles de kilómetros. Incluso pequeños hechos aparentemente intrascendentes. Cuando un ciudadano de un pequeño rincón de Wuham se aplicó como remedio tradicional de la medicina china una escama de un extraño animal, el pangolín, desconociendo que previamente había sido mordido por un murciélago, desencadenó un cataclismo viral que sacude violentamente todo el planeta.

En este sentido, quiero llamar la atención sobre lo que está sucediendo en Oriente Medio, donde se está bordeando una guerra abierta entre Israel y Palestina. Las protestas que se iniciaron el lunes contra los desalojos forzados en los asentamientos ilegales está llevando a una escalada militar preocupante con decenas de muertos, varios de ellos niños. La primacía de la fuerza sobre el derecho internacional tan habitual ya en prácticamente todo el planeta puede tener consecuencias globales y proyectarse sobre todos los continentes.

Y España no está tan lejana. Hemos leído hace unos días cómo el informe Marruecos, el Estrecho de Gibraltar y la amenaza militar sobre España publicado por el Instituto de Seguridad y Cultura advertía sobre la amenaza para nuestro país y su integridad de la actitud de nuestro vecino -y necesario aliado- Marruecos. Algunos de los esquemas de Oriente Medio se repiten en el caso del Sáhara Occidental: ocupación de un territorio, represión de la población autóctona y de sus derechos humanos, expoliación de los recursos naturales. En definitiva, la violación de las normas fundamentales del derecho internacional que es sustituido por la fuerza. En ambos casos, las potencias ocupantes cuentan con el respaldo de Estados Unidos. Como posiblemente conozcan, Marruecos ha anunciado su apoyo a Israel, a cambio del reconocimiento de Estados Unidos a la invasión del Sáhara.

En definitiva, una situación de violación del derecho en una parte del planeta puede afectar al quebrantamiento del derecho en otra parte, consolidando una peligrosa tendencia que pone en riesgo los frágiles equilibrios institucionales del orden internacional.

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