Cultura

El futuro del Ballet Flamenco será sin Cristina Hoyos e integrado en la Agencia

  • La Consejería prescinde del modelo de compañía de autor que ha representado la coreógrafa desde su llegada a la dirección en 2004. Con este patrón se persigue unificar y rentabilizar las políticas de baile de la Junta

La coreógrafa y directora del Ballet Flamenco de Andalucía (BFA) insistía cuando se le preguntaba acerca de su despedida de los escenarios -y de su salida de la compañía pública- que no anunciaría nada oficialmente, que se marcharía "despacito y a compás". Así lo declaró el pasado mayo a este medio a propósito del estreno en Sevilla del Poema del cante jondo en el café de Chinitas, último montaje hasta la fecha de una compañía, con un presupuesto público anual superior al millón y medio de euros, cuya productividad y rentabiliddad ha estado en entredicho con frecuencia en numerosos sectores de la cultura andaluza. Lo cierto es que a estas alturas de año, y una vez que venciera el contrato de la coreógrafa con la Consejería de Cultura el pasado 31 de diciembre, parece que la decisión ya está tomada. Y ello a pesar de que, a principios de año, fuentes del departamento de Plata aseguraran a este medio que "desde el vencimiento de contrato había un plazo de reflexión de tres meses para dar tiempo a una renovación o un cambio de modelo".

Parece que el futuro no será continuista sino, más bien, más consecuente con los tiempos que corren, tanto económicos como de la presencia continua y rentable de un proyecto que pasa por ser la mejor marca de la reciente declaración del flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Según esto, el equipo de Paulino Plata habría optado por prescindir del modelo de compañía de autor, representado, no sin críticas hacia su excesivo personalismo, por Cristina Hoyos desde su llegada a la dirección en 2004 y apostar por una dirección más cercana a la gestión que al terreno artístico. Este cambio de modelo favorecería su integración y coordinación desde lo que hoy es el máximo órgano de la Junta en materia de flamenco, esto es, la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, que actualmente preside María de los Ángeles Carrasco apoyada en materia artística por el consejo asesor que preside el cantaor Antonio Fernández Fosforito.

Encima de la mesa de Plata hay un nuevo proyecto en el que se promueve un funcionamiento coordinado, unificado y abierto a un control, tanto de productividad como de gastos dirigido por un profesional más cercano a la gestión que al terreno artístico (como ha pasado con el Centro Andaluz de Danza tras la salida de la coreógrafa y bailarina Blanca Li).

Este nuevo modelo de compañía pública -que podría recuperar su antigua denominación, Compañía Andaluza- estaría abierto, según estas mismas fuentes, a los creadores y coreógrafos de Andalucía y fuera de ella dispuestos a contribuir en el crecimiento artístico de esta formación de baile. Precisamente, el veto a los creadores de fuera era otra de las críticas que pesaban sobre el modelo de dirección que practicaba Cristina Hoyos.

Este movido comienzo de año en el que Plata aseguró estar reflexionando acerca de un modelo "sostenible" para el BFA ha pillado a Cristina Hoyos en Pekín. En la capital China y de manos del director general de Turismo del país asiático, la bailaora recibió el pasado enero la alta distinción de Embajadora del Turismo Cultural de Pekín por su aportación a la difusión de la cultura española en China a través del flamenco. En la entrevista concedida en mayo a este medio ya aseguró que tenía una propuesta de crear en este país una escuela de baile.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios