San Fernando

La plantilla de Navantia San Fernando reclama más carga de trabajo

El comité de empresa de Navantia San Fernando, a las puertas de la factoría de La Carraca.

El comité de empresa de Navantia San Fernando, a las puertas de la factoría de La Carraca. / Jesús Marín

La plantilla de Navantia San Fernando muestra su preocupación por la falta de carga de trabajo que de nuevo sufre la factoría. Tras culminar la construcción de las corbetas para Arabia Saudí, el encargo ya en marcha del patrullero de altura para Marruecos resulta insuficiente. "Se suponen que son 31 meses de trabajo, pero un barco de 70 metros de eslora no es nada. Ni siquiera cubre a la plantilla propia", abunda el nuevo presidente del comité de empresa, José Esteban Cruz, en su primera comparecencia ante los medios de comunicación. La representación sindical advierte de que a esta preocupación se suma la inmovilización con el nuevo convenio colectivo que negocia el comité intercentros, por lo que amenazan con movilizaciones. Fuentes de la empresa dejan claro que la negociación no está parada, que sigue adelante.

El primer convenio colectivo se encuentra en periodo de ultraactividad, tras concluir su periodo de vigencia de cuatro años y seis años después del inicio de su aplicación y ni siquiera esta ultractividad esta reconocida en su totalidad por la empresa, critica el comité. La negociación con la dirección, que comenzó con retraso a principios del año pasado, se encuentra en punto muerto. Para empezar no hubo acuerdo al principio por no solucionarse los incumplimientos del primer convenio, apunta el comité. Por eso, la plantilla votó masivamente no a la prórroga del documento.

Tras las elecciones sindicales de octubre se retomaron las negociaciones en febrero. Tras dos meses "seguimos sin avance", lamenta Cruz. Las propuestas del comité no son respondidas, y el planteamiento de la empresa "dista mucho" de estas. Las posturas se encuentran muy alejadas entre la parte social y la dirección en cuestiones como las promociones de los trabajadores, la recalificación de los grupos profesionales, la homogeneización de salarios y los complementos. Se trata de una cuestión económica, "de disponibilidad económica declarada por la dirección", lo que a juicio de la representación sindical obstaculiza la idea de ser "una empresa competitiva y atractiva que genere riqueza y trabajo digno para la Bahía de Cádiz y el resto de centros de trabajo". El malestar de la plantilla se extiende por todo el escalafón.

Francisco Molina, miembro del comité de empresa, se detiene en la "permanente dependencia" que la empresa traslada de autorizaciones económicas de la SEPI (la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) que es la principal accionista de la compañía. "A nivel político, de SEPI, tiene que haber un cambio, dar dotaciones económica para resolver los problemas que tenemos. Por mucho acuerdo al que queramos llegar, si no hay autorización expresa del Ministerio correspondiente los temas siguen bloqueados. Desde 2021 estamos sin convenio y la excusa es siempre la misma: dependemos de, dependemos de, dependemos de...", expone. La dirección necesita más autonomía de decisión.

José Estaban Cruz, nuevo presidente del comité de empresa de Navantia San Fernando. José Estaban Cruz, nuevo presidente del comité de empresa de Navantia San Fernando.

José Estaban Cruz, nuevo presidente del comité de empresa de Navantia San Fernando. / Jesús Marín

"Se está perdiendo el atractivo como empresa para que la gente quiera entrar a trabajar en Navantia", avisa Cruz. Porque a los problemas de convenio, se suma la inquietud constante por la carga de trabajo. "Así no se puede trabajar bien, dignamente", reconoce. "Todos queremos tener un futuro firme para planificar nuestra vida. Así sin garantías no se puede estar mucho tiempo", abunda.  El buque de la Armada marroquí ha empezado a hacerse. Es el único encargo que desarrolla la plantilla actualmente. Son 31 meses de trabajo "insuficientes" para tener ocupado al personal del astillero. "La preocupación se extiende a los compañeros de la industria auxiliar", añade.

El contrato con la Marina del país vecino es el único firmado y que ya proporciona actividad al astillero. El resto son especulaciones o no se han concretado todavía. "Lo que te digan, cuenten o quieras creerte no sirve, la plantilla tiene una inquietud continua", deja claro el representante sindical. En ese saco mete la posibilidad de construir buques para Angola o la previsión de un programa de cinco buques de combate multi-misión para la Royal Saudi Naval Force. E incluso los dos Buques Hidrográficos Costeros para la Armada española, porque a pesar de que en agosto el Consejo de Ministro autorizó el inicio del expediente de contratación y de que en diciembre se firmara entre Navantia y el Ministerio de Defensa la orden de ejecución nada concreto sobre el inicio de los trabajos en taller ha llegado a la antigua Bazán. Fuentes de la empresa confirman que los hidrográficos se construirán en las instalaciones de Navantia San Fernando.

El comité advierte de que si no hay cambios sustanciales frente al "inmovilismo" con el convenio iniciarán un calendario de protestas en todos los centros de trabajo. "Estamos esperando que la empresa convoque al  comité intercentros, la próxima semana o la siguiente. Si no hay ningún tipo de avances, seguiremos con las movilizaciones", adelanta José Esteban Cruz.

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