Violencia de género

A juicio por intentar matar a su pareja golpeándola con un martillo en la cabeza

  • El procesado quiso suicidarse tras atacar a su novia en el verano de 2017

  • La Fiscalía pide para él nueve años y nueve meses de cárcel

Ilustración de Miguel Guillén

Ilustración de Miguel Guillén

La Audiencia Provincial de Cádiz acoge el próximo lunes el juicio a un hombre acusado de intentar matar a su pareja en el verano de 2017 golpeándola en varias ocasiones con un martillo de grandes dimensiones en la cabeza.

La Fiscalía pide para el procesado la pena total de nueve años y nueve meses de prisión por los delitos de homicidio en grado de tentativa, amenazas y vejaciones.

El mismo día de la agresión, el 16 de julio de 2017, la Policía recibió un aviso de un atropello en el puente de la autopista AP-4, en el punto kilométrico 56, donde los agentes desplazados encontraron al encausado en estado crítico tras ser atropellado por una furgoneta. Según confirmaron fuentes institucionales, todo apuntaba a un intento de suicidio.

El acusado se encuentra privado de libertad por estos hechos desde el 1 de agosto de 2017.

Calificación fiscal

La Fiscalía expone en su escrito de acusación que el procesado, vecino de un pueblo de Sevilla, mantuvo una relación sentimental sin convivencia cerca de tres años con una gaditana.

El 16 de julio de 2017 la pareja pasó el día en Chipiona con otros amigos. Durante el trayecto de vuelta hacia Sevilla, el hombre le dijo a su novia que “que era muy chula, que siempre había que hacer lo que a ella le saliera del coño, que era muy temprano para marcharse de Chipiona, que se estaba aprovechando de él y que le iba a dar un volantazo al vehículo” mientras ella conducía.

Una vez que la pareja llegó a la vivienda donde él residía con su madre, mantuvieron una fuerte discusión en el patio de la casa. En el transcurso de la pelea, sostiene la fiscal del caso, el procesado la agarró por la camiseta, le dio varios empujones hasta llegar a un cuarto auxiliar que había en el mencionado patio, la empujó de nuevo hacia un pasillo que terminaba en la puerta que daba a la calle y, con ánimo de acabar con su vida, la golpeó varias veces en la cabeza con un martillo de 22 centímetros de mango y 18 centímetros de cabeza.

La mujer, prosigue la fiscal en sus conclusiones, cayó al suelo, situación que el acusado aprovechó para agarrarla fuertemente del cuello hasta hacerla perder el conocimiento.

La paliza cesó gracias a la intervención de la madre del encausado. Acto seguido, la víctima fue trasladada al centro de salud más cercano, donde recibió los primeros auxilios.

Secuelas

Según consta en el informe médico forense aportado a la causa, a partir de estos hechos la denunciante sufrió las siguientes lesiones: herida inciso contusa en región parietal izquierda de aproximadamente cuatro centímetros sin sangrado activo; herida inciso contusa en forma de ele mayúscula en región parietal derecha de aproximadamente cuatro centímetros; herida inciso contusa de aproximadamente dos centímetros en región parieto occipital izquierda; excoriaciones y hematomas en el cuello.

Para su curación, la mujer se sometió a un amplio tratamiento médico en el hospital de Lebrija y en el Virgen del Rocío de la capital hispalense. Tuvo que ser intervenida para la “reposición de colgajo óseo en el foco de una fractura por hundimiento”, subraya el escrito de calificación fiscal.

La denunciante precisó de un total de 274 días, desde el 16 de julio de 2017 hasta el 16 de abril de 2018, para la estabilización de todas sus lesiones. Hubo, según la Fiscalía, “riesgo vital” para ella en los primeros momentos.

Además, señala el Ministerio Público, la mujer padece hoy, dos años después de lo sucedido, estrés postraumático de carácter grave caracterizado por síntomas recurrentes e invasivos de tipo intrusivo, conductas de evitación, estado de hipervigilancia en relación con los estímulos que le recuerdan al trauma y trastornos depresivos y disociativos. También se encuentra en una situación de incapacidad temporal, “pues su situación psiquiátrica es muy grave”, detalla la fiscal.

Además de las penas privativas de libertad, la acusación pública solicita órdenes de alejamiento y comunicación para el procesado con respecto a su víctima.

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