Ciberdelitos

Estafan a un vecino de Vejer casi 10.000 euros de su cuenta bancaria

Capturas de la pantalla del móvil de Francisco Raúl durante la conversación con su estafador.

Capturas de la pantalla del móvil de Francisco Raúl durante la conversación con su estafador. / D.C.

La pesadilla para Francisco Raúl Moreno Mera comenzó en el momento que recibió tres mensajes en su teléfono móvil donde le informaban que habían realizado devoluciones por transferencias bancarias a su cuenta.

Según consta en la denuncia presentada ante el cuartel de la Guardia Civil de Vejer, el delito de estafa se produjo sobre las 15.40 horas del viernes 15 de diciembre, hora en la que ya es imposible ponerse en contacto con el banco al estar cerrado hasta el lunes. A ese primer mensaje siguió un segundo a las 15.42 horas y un tercero a las 15.45 horas.

En el primero se informaba de la realización de una devolución de transferencia de 3.400 euros de un tal Ayoub Lamkalcha a la cuenta que comparte con un familiar en la entidad bancaria.  Dos minutos más tarde recibe otra comunicación de la misma persona, que le devolvía 4.900 euros. La tercera comunicación llegaba a las 14.45 horas, comunicando una nueva devolución, esta vez de 831 euros, lo que hace un importe total de 9.131 euros. De las tres operaciones se adjuntan a la denuncia comunicaciones de las operaciones realizadas emitidas por su entidad bancaria.

Lo que parecían devoluciones económicas en realidad eran cargos a su cuenta en beneficio del  citado Ayoub Lamkalcha.

Francisco Raúl Moreno Mera,  agricultor y ganadero de profesión y vecino de la pedanía vejeriega de Patria, recibió otro mensaje en el que le indicaban una serie de instrucciones para seguir con su terminal móvil, al hacerle creer que estaba infectado por un virus. Entre las pautas a seguir estaba la de restaurar los valores de fábrica, con lo que se perderían todas las aplicaciones, entre ellas, el acceso a la banca digital. Igualmente, le aconsejaban que se bajase un antivirus para garantizar la seguridad del teléfono, indicándole que en un periodo de 72 horas se restablecerían los accesos a la banca digital, los cuales habían sido borrados al resetear el móvil.

Posteriormente, tras volver a cargar el sistema de mensajería instantánea, le informaron de que le agendaban una cita con un gestor del banco, que se pondría en contacto con él el lunes, día 18, a las 9.30 horas.

El día 18, a las 9.54 minutos, recibió un nuevo mensaje saludándole por su nombre y diciéndole que no podían llamarlo, ya que había un problema, aunque unos minutos más tarde esa llamada se produce.

Un varón, identificado como Óscar García, se dirigió a Francisco Raúl en perfecto castellano y le informó de que un tal Ayoub Lamkalcha le pretendía realizar tres transferencias y que no debía de aceptarlas.

Para ello le pidió la tarjeta de coordenadas codificadas de su entidad bancaria, cuya información facilitó confiado, ya que el supuesto gestor conocía los datos de los movimientos que había realizado con su tarjeta de gasóleo bonificado y lo que había pagado del recibo de luz, entre otras muchas operaciones.

El interlocutor le informó que la cuenta había sido bloqueada y que no fuera al cajero, ya que la tarjeta también había sido bloqueada, debiéndose personar en su entidad bancaria para reactivar la cuenta.

Sin embargo, cuando llegó a la entidad bancaria le comunicaron que había sido estafado. Además, le explicaron que el supuesto empleado conocía los datos de su tarjeta de crédito pues había retirado los importes que tenía disponibles. Lo que supuestamente pretendían ser tres devoluciones se habían convertido en tres cargos en su cuenta familiar.

Tras presentar la denuncia en el cuartel de la Guardia Civil, Francisco Raúl se acercó con una copia al banco y allí le dijeron que tenían que investigar lo sucedido, pues cabía la posibilidad de que “se hubiese puesto de acuerdo con otra persona para sacar el dinero”, lo que le puso aún más de los nervios ante la empleada de la entidad bancaria a la casi le lanzó un ordenador. “No lo hice porque tengo un hijo y otro en camino y sé que voy a la cárcel”, dice el denunciante.

Tal fue el ataque de ansiedad que sufrió que precisó personarse en el servicio de Urgencias del Hospital La Janda, donde le diagnosticaron una crisis de ansiedad que requirió de medicación. Además, esta persona sufre de trastorno afectivo bipolar, según consta el informe clínico de consulta que también ha sido acompañado a la denuncia.

Ganaron su confianza y le pidieron la tarjeta de coordenadas de su entidad bancaria

Tras lo sucedido, Francisco Raúl ha buscado el asesoramiento de un abogado, quien le ha dicho que se trata de una situación de difícil solución, “aunque vamos a intentarlo”. “Yo no sé si lo recuperaré, pero quiero que se entere la gente, me da igual salir en la tele, la radio o la prensa,  pero que estos sinvergüenzas  no vivan a costa de nosotros”, apostilló.

Precisamente, en una reciente sentencia pionera en la provincia, la Audiencia de Cádiz ha condenado a un banco por un caso de phishing al considerar que falló la seguridad de la entidad financiera y por eso el tribunal le ordenó que pagar a sus clientes casi 6.000 euros, el dinero que extrajeron de su cuenta unos ciberdelincuentes.

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