El patrullero ‘Tagomago’ de la Armada vigila el Estrecho y sigue de cerca a cuatro buques rusos
Durante una operación de vigilancia y disuasión en el Estrecho de Gibraltar y el mar de Alborán, el buque español ha reforzado el control del tráfico marítimo en una de las zonas más sensibles del Mediterráneo
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El patrullero de vigilancia de zona Tagomago (P-22), de la Armada Española, ha realizado en los últimos días el seguimiento e inteligencia operativa sobre cuatro unidades navales de la Federación de Rusia durante su tránsito por aguas próximas al Estrecho de Gibraltar y el mar de Alborán, uno de los espacios marítimos más estratégicos y vigilados del sur de Europa.
La actuación del Tagomago se enmarca dentro de las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión (OPVD) que las Fuerzas Armadas llevan a cabo de forma permanente para garantizar la seguridad en los espacios marítimos de soberanía, responsabilidad e interés nacional. En este caso, el objetivo ha sido reforzar la vigilancia y presencia naval en una zona clave para el comercio internacional, pero también muy sensible desde el punto de vista geopolítico y militar.
El buque, con base en Cádiz y dependiente del Mando de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima, ha desarrollado su misión bajo el control operativo del Mando Operativo Marítimo (MOM), órgano subordinado al Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) y responsable del planeamiento y conducción de estas operaciones. Durante su despliegue, el Tagomago ha llevado a cabo labores de verificación del tráfico marítimo, control de embarcaciones y vigilancia de posibles amenazas.
Vigilancia en un punto caliente
El paso del Estrecho de Gibraltar constituye un punto neurálgico para el tránsito naval entre el Atlántico y el Mediterráneo. Por él circulan cada día cientos de buques mercantes, petroleros y unidades militares de diversas nacionalidades. En este contexto, el seguimiento a buques de guerra extranjeros, como los observados por el Tagomago, forma parte del compromiso español con la seguridad marítima y el control de su entorno estratégico.
Además de su misión de inteligencia y seguimiento, el patrullero ha realizado tareas habituales de control del tráfico marítimo y vigilancia pesquera en aguas del mar de Alborán, zona que también forma parte del perímetro de vigilancia permanente.
Construido en los años ochenta, el Tagomago es el segundo de los diez patrulleros de la clase Anaga que fueron diseñados para llevar a cabo misiones de seguridad marítima, control de pesca y protección de los intereses marítimos nacionales. Actualmente es uno de los ocho buques operativos del Mando de Acción Marítima en la base naval de Cádiz.
Con su despliegue, el Tagomago se suma al esfuerzo diario de cerca de 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas que participan en las operaciones permanentes de vigilancia terrestre, marítima, aérea, espacial y ciberespacial, como parte de la estructura de Mandos Permanentes del Mando de Operaciones (MOPS).
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