La crisis se ceba con el comercio y obliga al cierre y a grandes rebajas

La crisis económica que ha dejado en La Línea 10.000 parados y que ha provocado que los cerca de 1.000 empleados municipales del Ayuntamiento cobren con un enorme retraso sus nóminas ha dejado a muchos comercios en la quiebra y a otros en una situación económica muy difícil.

Basta dar una vuelta por el centro del municipio para ver la cantidad de tiendas que están liquidando existencias, en plena temporada y a pocas semanas de las Navidades, ante la imposibilidad de mantener sus negocios abiertos. Otro gran número de comercios ha optado por adelantar las rebajas y realizar todo tipo de ofertas, que van desde descuentos del 20% al 70%, según qué establecimientos, o poner todos los artículos a 20 ó 10 euros.

Sin embargo, una de los comerciantes afectadas, que ya ha decidido cerrar su tienda de ropa, explicó a Europa Sur que a "la gente es que le cuesta trabajo gastarse hasta 10 euros y vamos, si no es por la oferta, ni entrarían en la tienda. La crisis la llevamos notando desde el verano y eso que en La Línea siempre han sido unos meses muy buenos pero este año han sido pésimos y hemos tenido que poner la ropa casi a precio de coste".

Los comerciantes explicaron que ya de por sí, las ventas suelen bajar en septiembre, octubre y noviembre, "aunque este mes ha sido especialmente malo", y esa es la opinión generalizada. Otro propietario de una tienda de ropa asegura que durante el mes pasado "es que no entró nadie en la tienda, ahora nos estamos recuperando pero de todas formas estoy pensando en cambiar de local y buscar un alquiler más barato porque es que no puedo pagar el que tengo".

Y es que el retraso en el pago de la nómina de octubre, que los trabajadores municipales cobraron el 30 de noviembre, tuvo como resultado que cerca de 1.000 familias más tuvieran que apretarse el cinturón.

"Tenemos que pagar el alquiler, el seguro, luz, agua... son muchos gastos y es que la gente no entra a comprar en la tienda", apuntó la dependienta de otro comercio, que añadió que al final, la calle Real "se va a quedar para cafeterías".

El comentario más repetido en los comercios es lo sorprendente que resulta que en plena temporada se hayan visto obligados a tener que bajar los precios. Otros propietarios de dos tiendas en el centro han tenido que liquidar toda la ropa de temporada del local que tiene situado en la calle Jardines "porque vamos a cerrar", mientras la tienda que tienen en la calle Sol la van a mantener abierta, aunque no le ha quedado más remedio que bajar los precios a la mitad. El dueño explicó a este medio que lleva más de 30 años trabajando en el sector "y es la primera vez que a finales de noviembre tenemos que poner la mercancía al 50%. Esta temporada es una ruina y nos vamos de aquí porque no podemos mantener el negocio". Criticó que otros sectores "tienen ayudas pero no el textil y los autónomos estamos desatendidos pese a que las pequeñas y medianas empresas mantienen al 80% de este país. Además los alquileres son muy altos y entre unas cosas y otras al final tienes que pagar 5.000 o 6.000 euros en gastos al mes".

Ante esta situación, han abierto varios establecimientos de compra de oro e incluso algunas joyerías tradicionales se han pasado también a este negocio. Uno de los propietarios de uno de los nuevos locales de compra de oro explicó que tiene las dependencias "llenas de gente siempre. Muchísima gente viene para vender oro pero no sólo por la crisis, sino porque además está de moda, se paga muy bien y la gente ya no tiene el apego emocional que se le tenía antes a las joyas". Reconoce que es cierto que acuden personas "por necesidad porque además te lo cuentan, te dicen que necesitan el dinero para pagar la hipoteca o cualquier otra cosa" pero según el dueño, éstos sólo forman el 30% de los clientes.