La imagen se produce prácticamente todas las mañanas en las inmediaciones de la Verja de Gibraltar. Varios autobuses cargados con turistas llegan hasta la entrada a la colonia británica procedentes de enclaves como la Costa del Sol o Sevilla, sus viajeros descienden en el mismo carril de entrada, junto a la acera, y atraviesan a pie el control de pasaportes para acceder a la Roca.

Una vez dentro de Gibraltar, el mismo autobús -que mientras tanto ha cruzado vacío por la Verja- les espera para reembarcarles y dirigirles hasta la estación de autobuses de la Roca para iniciar la excursión turística. 

Con esta práctica aparentemente inocente, los touroperadores y empresas de transporte concertado eluden el pago de las tasas municipales por la utilización de la estación de autobuses de La Línea, ubicada a menos de 200 metros de la Verja. Son unos 10 euros por vehículo por hacer uso del recinto al que deberían recurrir de manera obligatoria, según la normativa nacional de transporte de viajeros.

La situación también deriva en problemas de seguridad para el tráfico, ya que los autobuses obstaculizan parte del paso hacia Gibraltar, muchas veces en hora punta de la mañana, generando retenciones. La situación será aún más notoria a partir de la próxima semana, con la llegada de las vacaciones de Semana Santa y el inicio de la temporada turística

Fuentes consultadas por Europa Sur apuntan que esta práctica de los touroperadores contraviene la Ley de Transporte de Viajeros por Carretera y el Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres. En sendas normativas se establece que el transporte interurbano de viajeros (lo que abarca a los servicios discrecionales o concertados) deben recurrir a la estación de autobuses. 

"Con carácter general, en los municipios que dispongan de estación de autobuses autorizada por el órgano autonómico competente en materia de transportes para albergar servicios interurbanos, su utilización será obligatoria para todos los servicios de este tipo que tengan parada en ese municipio permitiéndose, no obstante, otros puntos de parada en el municipio en función de las características del servicio y las necesidades de movilidad de la población", destaca la normativa.

Los puntos de parada a los que alude la Ley de Transporte de Viajeros son las paradas con marquesina y debidamente señalizadas, lo cual no es el caso puesto que el carril de entrada a la Gibraltar, que no se encuentra habilitado como parada para viajeros.

Sin embargo, estas mismas empresas, según las fuentes consultadas por este periódico, sí abonan las tasas correspondientes (unas 17 libras) por el uso de la estación gibraltareña.