Gibraltar acepta la equiparación fiscal al IVA de España en tres años desde la aplicación del tratado con la UE
El futuro texto incluirá una equiparación fiscal progresiva para los productos de consumo, hidrocarburos, alcohol y tabaco
El pacto ratifica la desaparición de la Verja, la libre circulación de personas y mercancías, compromisos ambientales sobre vertidos y un fondo económico para reducir desigualdades en el Campo de Gibraltar
España gestionará los controles Schengen en Gibraltar y participará en la gestión del aeropuerto, que se abrirá a vuelos españoles y europeos
Gibraltar tendrá que subir el impuesto sobre las ventas del 3% al 15% cuando entre en vigor el acuerdo
El futuro tratado entre la Unión Europea y Reino Unido sobre Gibraltar supondrá una equiparación fiscal progresiva con España en un plazo no superior a los tres años mediante la aplicación de impuestos indirectos que gravarán los productos de consumo, así como a los hidrocarburos, el alcohol y el tabaco. La redacción del tratado resultante del acuerdo político alcanzado esta semana en Bruselas se encuentra muy avanzada, en torno al 90%, con la previsión de que pueda ser firmado en diciembre de este mismo año y comenzar a continuación el proceso de ratificación.
La fiscalidad en Gibraltar y el calendario del acuerdo son dos de los aspectos fundamentales que han trascendido este viernes de las reuniones celebradas en Madrid entre el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, con los ocho alcaldes y con agentes sociales y económicos de la comarca, según han explicado a Europa Sur fuentes presentes en los encuentros. En estas reuniones también han participado representantes de la Junta de Andalucía y la Mancomunidad de Municipios.
El futuro régimen impositivo de Gibraltar en la era post Brexit ya fue avanzado el jueves por fuentes comunitarias. Gibraltar tendrá que subir el impuesto sobre transacciones (equivalente al IVA para los bienes) en inicio al menos hasta el 15% (tipo impositivo base en la UE, si bien el más bajo entre los Veintisiete está en el 17%) desde la entrada en vigor del acuerdo; actualmente la colonia aplica un 3% y propuso uno del 10%. Y de dicha equiparación fiscal se desprende que deberá ascender hasta el 21% (o el tipo impositivo que rija en España) a lo largo del primer trienio de aplicación del tratado. Se trata de una cuestión clave para evitar el dumping fiscal entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar, más aún teniendo en cuenta que la libertad de movimientos de personas y mercancías son las dos patas sobre las que se sustentará el tratado.
Las reuniones entre Albares con los representantes del Campo de Gibraltar se han celebrado apenas dos días después del "acuerdo político definitivo" alcanzado en Bruselas entre España, la Comisión Europea y Reino Unido sobre los aspectos fundamentales de la futura relación de la colonia con el marco comunitario y, más específicamente, con la comarca como su vecino más cercano.
Como ya se había indicado casi desde los primeros compases de la negociación política, uno de los puntos clave será la desaparición de la Verja, la última barrera física que se mantenía entre Gibraltar y el continente europeo, y la garantía de libre circulación de personas y mercancías entre el Peñón y La Línea de la Concepción. Esta medida beneficiará a los miles de trabajadores transfronterizos que cruzan a diario, y se acompañará de un cambio sustancial en los controles fronterizos: será la Policía Nacional española la encargada de realizar los controles Schengen en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar, en nombre de la Unión Europea.
Esta competencia, que contrasta con las declaraciones del ministro principal gibraltareño, Fabian Picardo, refuerza la implicación directa de España en el futuro del enclave, según ha refrendado Exteriores en un comunicado remitido al término del encuentro con los alcaldes, que se ha prolongado por espacio de dos horas. Picardo había llegado a hablar de la supresión de una línea de ferry con Marruecos para evitar la presencia española en el puerto al que también llegan mercantes de todo el mundo y cruceros, lo que hace necesarios e imprescindibles los controles Schengen.
El aeropuerto de Gibraltar abrirá al tráfico civil para vuelos británicos, europeos y españoles, y su gestión se encomendará a una empresa mixta, un paso inédito hacia la cooperación práctica en infraestructuras estratégicas, según el departamento encargado de la diplomacia española.
Principios económicos y ambientales
En el plano económico, el acuerdo recoge los principios de una unión aduanera entre la UE y Gibraltar, por la que las mercancías de fuera de la Unión Europea pasarán los controles -aduaneros y fitosanitarios- en un puerto español (principalmente el de Algeciras) antes de entrar al Peñón sin restricciones. Además, habrá un mecanismo permanente de trazabilidad. Exteriores ha apuntado en su comunicado, de una forma un tanto críptica, a la convergencia fiscal progresiva, especialmente en materia de impuestos sobre tabaco, carburantes y alcohol, "con el objetivo de evitar distorsiones y asegurar un libre mercado beneficioso para ambas partes".
La libre circulación será de personas y bienes, pero no de servicios ni capitales, ya que se trata de una condición impuesta por la UE. Asimismo, las empresas españolas no podrán trabajar en Gibraltar sin autorización previa de las autoridades de la colonia.
En materia ambiental, el texto incorpora por primera vez una mención explícita a "vertidos y rellenos" como parte de los compromisos a asumir por Gibraltar en línea con los estándares europeos. Este punto, aunque formulado en términos generales, se interpreta como una referencia indirecta al controvertido proyecto de urbanización y ganancia de terreno al mar en la zona del Eastside, objeto de críticas por parte de colectivos ecologistas del Campo de Gibraltar.
Para fomentar el desarrollo de la zona y reducir las desigualdades, el acuerdo contempla la creación de un fondo financiero conjunto, en el que participarán la Unión Europea, España, Reino Unido y Gibraltar. Este mecanismo servirá para impulsar el empleo, promover la cohesión territorial y compartir los beneficios económicos de un espacio sin barreras.
El ministro Albares subrayó que el acuerdo "salvaguarda las posiciones jurídicas de España en materia de soberanía y jurisdicción", al tiempo que sienta las bases de un modelo de prosperidad compartida para los más de 300.000 andaluces que viven en la comarca.
El texto definitivo comenzará ahora su fase de redacción técnica por parte de los servicios de la Comisión Europea. Albares ha solicitado ya su comparecencia ante el Congreso de los Diputados para explicar los detalles de un acuerdo histórico que, según el Gobierno, marca "el comienzo de una nueva etapa de bienestar, convivencia y crecimiento conjunto" entre Gibraltar y el sur de España.
La reunión con los representantes de la comarca y la Junta con Exteriores ha tenido varios precedentes durante la negociación del acuerdo; la última tuvo lugar hace ahora un año, en junio de 2024.
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