La oficina del gobernador de Gibraltar protestará por una "incursión" en la tarde de ayer de dos barcos de la Guardia Civil que se encontraban en un punto muerto en las aguas fuera de la Mole Norte.

La embarcación de la Royal Navy HMS Sabre realizó las preceptivas advertencias tanto a los barcos españoles, que con el tiempo dejaron las aguas que GIbraltar reclama como propias sin más incidentes de relevancia.

Según testigos presenciales que cita la GBC, la radiotelevisió pública gibraltareña, las embarcaciones de la Guardia Civil podrían haber participado en una operación con un barco de recreo sospechoso, pero luego se quedaron en las aguas gibraltareñas.

La Policía Real de Gibraltar, el servicio de aduanas y la autoridad portuaria asistieron al encuentro con la Guardia Civil.

Tradicionalmente las autoridades británicas consideran que este tipo de incursiones violan la soberanía del Peñón pero no suponen una amenaza para la misma, por lo que se limitan a expresar una queja verbal.

El Ministerio de Asuntos Exteriores español siempre responde frente a las acusaciones del Gobierno británico que "para España esas aguas son españolas" y que los buques españoles realizan "tareas de control rutinarias contra distintas actividades ilegales, como puede ser el contrabando de tabaco o pesca ilegal". Por lo tanto, España entiende que "la obligación" de velar por el cumplimiento de la normativa de la Unión Europea en ese área marítima.