Juan Carlos Ortega: "No he terminado de encontrar mi peinado"

Humorista

El humorista Juan Carlos Ortega.
El humorista Juan Carlos Ortega. / Ulises Ortega
Juan de la Huerga

10 de agosto 2025 - 05:30

VOCECILLAS RADIOFÓNICAS. "Persona que hace cosas en la radio". Así se define Juan Carlos Ortega (Barcelona, 1968), el hombre de las vocecillas radiofónicas que representa un verso suelto y divertido en la Cadena Ser con Las Noches de Ortega. Premios Ondas en 2016, es padre de Ulises.

Pregunta.–Juan Carlos Ortega Moreno. Su nombre huele a torero por los cuatro costados.

Respuesta.–Bueno, y a filósofo. Espero tener más que en común con Ortega y Gasset que con Ortega Cano.

P.–"El humor absurdo más inteligente", se promociona su programa. Si no es inteligente, no es un humor. ¿O sí?

R.–No sabía que se promocionara así. Lo juro. Jamás hubiera puesto yo el calificativo absurdo. Creo que mi humor puede definirse de mil formas, pero no como absurdo; más bien como realista. Y lo de inteligente tampoco lo habría puesto, de verdad. Sólo apostillamos que una disciplina es inteligente cuando damos por hecho que, por lo general, no lo es.

P.–¿Dónde están sus límites? Del humor, no de usted...

R.–Nunca pienso en límites. Nunca me he cortado. Nunca he dejado de hacer algo que se me había ocurrido y que considerase bueno. Pero si alguna vez viene a mi cabeza algo lamentable, seré el primero en censurarme. El límite del humor es la maldad.

P.–Pone a la sociedad ante el espejo llevando las cosas al absurdo…

R.–Como la sociedad también soy yo, no me es especialmente difícil. Y ponerla frente al espejo (ponernos todos) es algo bastante sano.

P.–Me propusieron su entrevista diciéndome: "Trabaja en la SER pero le da palos a Pedro Sánchez". ¡Qué pena de país de trincheras!

R.–Sí, es una pena. Pero si se fija, ahora ya le dan palos a Sánchez todos. Me gusta haberlo hecho cuando no estaba de moda hacerlo entre los míos.

P.–Entonces, ¿lo descartamos para producir un programa en RTVE a razón de 14 milloncejos anuales?

R.–Lo descartamos, pero no por razones políticas. Lo descartamos porque jamás me lo pedirían y porque no sabría hacerlo.

Ahora le dan palos a Sánchez todos; me gusta haberlo hecho cuando no estaba de moda entre ‘los míos"

P.–Si los audios de Cerdán, Koldo, Ábalos y Leire sonaran en un programa suyo le dirían que se ha pasado inventando.

R.–Seguramente, sí. Por eso le decía que mi humor, más que absurdo, es realista.

P.–¿Sus colaboradores son amigos del señor Casamajor?

R.–Todos han aprendido el genio del señor Casamajor, que fue la mayor y más pura creación radiofónica de la historia. Adoro a Casamajor y a su creador, Sardá.

P.–¿Morirán de éxito los 'podcast'? Salimos a uno por español.

R.–Creo que al contrario. El 'podcast' es el mejor invento que le ha pasado a la radio en toda su historia. Y se quedará para siempre.

P.–Afirma: "Una de las esencias de la cultura y el humor debe ser la crítica al poder". ¿Está usted más solo que la una en esta tarea?

R.–Pienso que más que la crítica al poder, la esencia del humor debería ser la crítica a la mentira, venga de donde venga. La crítica a la teatralidad, a la pomposidad, al vacío.

P.–Creo que sólo fueron tres meses, ¿pero qué aprendió de Jesús Quintero en El lobo estepario?

R.–Me confirmó que la radio puede ser una forma de arte, algo que ya pude captar de pequeño, mientras lo escuchaba.

P.–"No me preocupa la polarización, sino la mala hostia que hay entre los polarizados". Amén.

R.–Sí, lo pienso de verdad. Que una sociedad esté polarizada no es malo. Lo malo sería que fuera un solo polo. El problema es el odio entre los polarizados.

P.–No ha votado nunca. ¿Le haría cambiar de opinión un partido formado por Jardiel Poncela, Mihura, Gila, Javier Cansado y Woody Allen?

R.–Me haría cambiar de opinión, sí. Pero no en el sentido de que empezara a votar, sino en el sentido de que empezaría a cuestionarme a esos hombres que ha citado y a los que tanto admiro.

P.–Como apasionado de la ciencia, ¿podría considerarse un fenómeno paranormal la eterna juventud de Jordi Hurtado?

R.–Lo adoro. Jordi Hurtado es un amor de persona. Y ojalá fuera verdad lo de su eterna juventud, pero creo que, por desgracia, está sometido al tiempo, como todos nosotros.

P.–Estudió año y medio una FP de Relojería. El péndulo del de pared de mi padre falla de vez en cuando. ¿Le podría echar un ojo?

R.–Si quiere voy a verlo, pero creo que no lo podría arreglar. Estuve toda la FP sin estudiar nada, pensando en no sé que cosas.

P.–Su madre le inculcó de niño el amor por la radio pero por lo que se ve tuvo poco éxito con el peine...

R.–Sí, creo que no he terminado de encontrar mi peinado, pero sigo intentando encontrar un estilo. Eso sí, debería verme al levantarme. ¡Parezco un monstruo!

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