En medio de un ambiente oxidado más fácil de encontrar en torno a un equipo que lucha por la permanencia que en uno que camina hacia la fase de ascenso, el Algeciras solventó con un empate la comprometida visita de un Puerto Real que agota sus últimas posibilidades de engancharse a la zona alta.

El partido acabó con tres expulsados, dos por el bando local y uno por el visitante, y se resolvió desde los 11 metros. De penalti se adelantaron los albirrojos en el minuto 56 y así igualaron los verdiblancos en el 77'. La actuación del árbitro fue impecable.

Con todo, el resultado es la mejor noticia para un equipo algecirista que en las últimas semanas parece haber perdido el vigor que lo convertía en un adversario temible. El Algeciras tiene un buen conjunto que se convierte en sobresaliente cuando dota a su juego de esa intensidad, esa agresividad y esa concentración que le llevaron a completar una primera vuelta magnífica. Pero si pierde ese punto de vehemencia en el fútbol, de energía en la presión, se transforma en un equipo vulgar. Sin fluidez. Y en esas estamos. Depende de sus jugadores reencontrar el tono antes de que se escapen más puntos y el premio de 'liguilla' se lo lleve otro.

También es verdad que el Algeciras afronta los partidos de casa en un ambiente adverso que no ayuda. Existe la convicción en la grada -o al menos en el sector que más se hace notar de ella- de que los algeciristas deben disputar sí o sí la fase de ascenso y, por ende, ganar absolutamente todos los partidos por mor de un derecho divino que emana directamente del Espíritu Santo. La realidad es que el de Pablo es un equipo del que entran y salen los futbolistas a pares semana sí y semana también y que así es difícil encontrar un mínimo de regularidad. Y también es la realidad que los otros equipos juegan, que algunos tienen, con perdón, incluso mejor plantilla que el Algeciras, que demasiado hace con estar disputando una plaza entre los mejores y con mantener una racha buena en un campo, el suyo, que no pisa nada más que para jugar los domingos.

Así las cosas, el Algeciras se dedicó en la primera parte a intentar hacerse con el control de un partido que no se le puso cuesta arriba en el minuto 16 porque Reina le hizo un paradón a Selu y que no se le complicó más de la cuenta en el 24' porque Chapi despejó de cabeza un balón peligrosísimo en un córner.

Los albirrojos contagiaron a su rival de un creciente nerviosismo que hico caer a todos en la precipitación que tanto temen los entrenadores y tanto aburre e irrita al público. Alvi y su fútbol alegre y descarado eran casi lo único destacado en un equipo que veía demasiado al balón en las inmediaciones de un seguro Reina.

Y en el 56', cuando los de casa empezaban a entonarse, Raúl Domínguez intentó un centro al área desde la derecha y el visitante Jorge cortó la trayectoria del balón con la mano. El penalti lo ejecutó Javi Chico y abrió la puerta a los mejores minutos de los algeciristas, que pudieron hacer el 2-0 en un cabeceó de Raúl Domínguez que se estrelló en el palo (63') y en un paradón del meta Isaac a disparo de Alvi (68').

Cuanto más cerca parecía tener el Algeciras el triunfo arreció el mal ambiente. El público exigía más a los suyos y cuando Pablo Sánchez retiró a Alvi para dar entrada a Iván el enrarecimiento generalizado se convirtió en bronca. Pretendía el técnico meter un media punta de refresco para estabilizar a su equipo y darle más argumentos de cara a la búsqueda del segundo, pero una parte del público entiende que todo lo que no sea acumular delanteros es regalarle el partido al rival y se formó el jaleo. A todo esto, el efecto del cambio nadie lo pudo comprobar, porque a renglón seguido Berro cazó con efectividad un balón que se escapaba por la línea de fondo y con elegancia se lo sirvió a Navarro en el área. Álvaro Benítez no tuvo más remedio que derribarlo. El central algecireño se fue a la ducha antes de tiempo y el propio Berro ejecutó la pena máxima con acierto.

Con el 1-1, el Puerto Real quiso aprovechar su superioridad numérica para lograr una victoria que lo metiera en la pelea por la 'liguilla', pero tampoco lo consiguió. El visitante Jorge vio la segunda amarilla en el 87', con el partido convertido en una pelea sin sentido. Pablo dio entrada a George, pero como quitó a Chapi también originó las protestas de parte del público. El gibraltareño se fajó con los defensas verdiblancos sin éxito, mientras el Puerto Real buscaba una última oportunidad. Esta le pudo llegar al final, pero Javi Chico la evitó, lo que no impidió que también fuera expulsado cuando intentaba que un adversario se plantara solo ante Reina.

algeciras Reina u

Caballero l

Mena u

Jhony u

Chapi u

(George, 87') s.c.

Javi Chico l

Raúl Domínguez u

Alvi u

(Iván, 75') l

Álvaro Benítez l

Juanma Cruz u

(Juanito, 56') u

Nico Bezares u

puerto real Isaac u

Jairo u

Otón l

Alfonso u

Fernández u

(Salvi, 81') s.c.

Vicente l

Selu u

(Lechuga, 61') u

Jorge l

Berro u

(Juanlu, 87') s.c.

Navarro u

Melchor u

Árbitro: Reyes Gil (Sevilla). Bien. Expulsó con rojas directas a los albirrojos Álvaro Benítez (77') y Javi Chico (92') y con doble amarilla al visitante Jorge (86'). Amonestó por parte de casa a Caballero y Johny y a los verdiblancos Jairo, Otón, Berro y Vicente. Goles: 1-0, Javi Chico, de penalti (56'). 1-1, Berro, de penalti (77'). Incidencias: Partido de la 24ª jornada en el grupo X de Tercera división disputado en el estadio Nuevo Mirador, de Algeciras, con más público del habitual, unos dos mil espectadores.