El guardameta venezolano Nicolás Alves, que desde el pasado miércoles se entrenaba con la Real Balompédica, participó en la mañana de ayer en su última sesión de trabajo con el equipo de La Línea. El cancerbero regresó a Madrid, donde reside su familia, pero la Balona no descarta que vuelva el próximo mes de enero para enrolarlo en el equipo juvenil y que haga las veces de tercer portero de la primera plantilla.
Las circunstancias especiales de Alves, por su condición de cadete y de nacionalidad extranjera, hacían prácticamente imposible que el club resolviese el apartado burocrático de su contratación antes de que expire el año, por lo que ha tomado la solución de dejarle regresar a casa y se tomará un tiempo antes de tomar una decisión.
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