Algeciras CF

Las notas del Algeciras 20-21

  • El uno a uno de los jugadores en una temporada colectiva sobresaliente

  • Vallejo, Robin, Armando, Iván, Llinares y Romero, la columna vertebral por minutos

La última gran alegría del algecirismo, la victoria ante el Sanse.

La última gran alegría del algecirismo, la victoria ante el Sanse. / Erasmo Fenoy

Como en todo final de curso llega el momento de recoger y discutir las notas. A nivel colectivo, el Algeciras CF ha completado una temporada sobresaliente que estuvo a punto de rubricar con matrícula de honor en el playoff de ascenso a Segunda celebrado en Extremadura. Como no existe debate a este respecto, se antoja más interesante entrar a analizar el uno a uno de los futbolistas de la plantilla que comandó Salva Ballesta, la plantilla 20-21 que ya ocupa un lugar privilegiado en la historia albirroja.

Como equipo, lo dicho, el Algeciras consiguió su gran objetivo por la vía rápida con el ascenso a la Primera RFEF como campeón del grupo IV-A en la primera fase. Los albirrojos clavaron una pica más en la segunda fase al lograr el pase al playoff de ascenso a Segunda, un premio extra a una andadura muy regular. Los de Ballesta, que lo bordaron en Villanueva de la Serena en la primera eliminatoria, rozaron la gloria en la gran final de Almendralejo, donde el algecirismo se dio un baño de masas.

En el plano invididual, el rendimiento de los jugadores del Algeciras ha estado muy ligado al número de minutos. De hecho, la columna vertebral del éxito de este equipo está compuesta por los que más han jugado: Vallejo, Robin, Armando, Iván, Llinares y Romero.

En la portería, Guille Vallejo lo disputó todo en los 26 partidos de competición concentrados en la primera campaña en convivencia con el Covid-19: 2.340 minutos. Es el único algecirista que ha sumado todos los minutos. El meta brilló especialmente durante la primera fase aunque sumó algunos errores innecesarios después. Con todo, dio seguridad casi siempre y se puede decir que estuvo notable. Su compañero, el joven Gonzalo Piña, se quedó inédito así que el cordobés salda el curso con un sin calificar.

En defensa sobresalió como un líder el francés Robin Lafarge, el jugador de campo albirrojo con más minutos acumulados (2.319, titular los 26 encuentros). El de Martinica, una grata sorpresa, encarnó la regularidad y casi siempre ralló por encima del notable, entre el notable alto y el sobresaliente. Fran Serrano (1.218) fue la pareja de baile más habitual de Robin. Solamente las lesiones impidieron que el cordobés destacase mucho más aunque en la primera fase resultó determinante incluso a pierna cambiada. Al final perdió el sitio pero cuando estuvo bien jugó de manera notable. Dani Espejo (1.771) se erigió en el amo y señor del lateral izquierdo. Pasó altibajos al igual que el equipo y también tuvo que bregar con lesiones. Como poco, un bien. Por la derecha, Alcázar (1.174) terminó por pasar a Melchor (919). El sub-23 de Jaén fue una de las grandes revelaciones de este Algeciras, un pulmón, una alegría a la hora de atacar. Notable su irrupción en la categoría y mucho margen de progresión. Melchor, un veterano que aporta muchos intangibles, cedió terreno por culpa de las dichosas lesiones, pero siguió ejerciendo como capitán ejemplar desde la banda. Más que bien. Pero para lesión jodida la de Álvaro Telis, uno de los refuerzos de invierno. El uruguayo apenas pudo disfrutar de cinco partidos (450) antes de romperse el Aquiles en un entrenamiento. Prometía muchísimo. Lo que se le pudo ver, muy bien. Su reemplazo fue el experto Jordi Figueras (428), que terminó como titular en el playoff por sus galones. Tuvo el infortunio de marcarse en propia ante la Real Sociedad B, pero el catalán cumplió sobre el verde. Bien. Los minutos de Ramón (42) y Trapero (20) son meramente testimoniales porque no hay argumentos para calificar su rendimiento. Como jóvenes del plantel aportaron entusiasmo y trabajaron sin rechistar.

El centro del campo del Algeciras pivotó sobre dos nombres: Armando Corbalán (2.211) e Iván Turrillo (2.116). El valenciano Armando encajó como un guante desde primera hora y se convirtió en un indispensable en el once. Su única ausencia coincidió con la primera derrota de la temporada, la sufrida en Sanlúcar. El mediocentro siempre rindió sobre el notable. De Iván Turrillo Caballero poco más se puede decir que no se sepa. El capitán no para de crecer y firmó, seguramente, su temporada más completa en Segunda B, aderezada con cinco goles. Sobresaliente. Muy por detrás de estos dos, por diferentes motivos, estuvieron Yago Pérez (391), Yelko Pino (569), Dani Sales (199) y Álex Barrera (698). El gallego Yago no pudo levantar cabeza con las lesiones y se pasó casi toda la campaña en la enfermería. Lo poco que jugó lo hizo lastrado, sin ritmo y con recaídas. Una pena porque su jerarquía era máxima. Un insuficiente muy condicionado. Yelko puede ser el jugador más contradictorio del Algeciras 20-21. El vigués lo tenía todo para ser el '10' y quedó en un jugador relegado al banquillo. En algunos chispazos demostró el futbolista que llevaba dentro pero nunca tuvo dos partidos seguidos. ¿No se los ganó? Solo el cuerpo técnico lo sabe. Insuficiente. El sevillano Sales pintaba bien en verano y parecía que podía tener más relevancia. Solo participó con cuentagotas, lo justo para sacar un suficiente que no se sabe hasta dónde podría haber llegado. Barrera llegó en el mercado de invierno y cumplió sin alardes, aunque no se hizo con la posición en el momento decisivo. Un suficiente raspado.

Por las bandas hay que subrayar a Marc Llinares como el futbolista con mayor presencia (1.921). El catalán vivió su año y se consolidó como interior por delante del lateral. Su movilidad dio otro aire sobre todo cuando el equipo jugaba sin un punta de referencia. En las retinas, el gol en San Fernando o el que abrió la lata ante el Sanse. Notable. Gonzalo Almenara (1.072) llegó tarde pero lo hizo como se esperaba. El algecireño, de lateral y de interior, se apoderó de la derecha con músculo y solo le faltó estar fino en la última decisión para salirse. Un bien alto. Raúl Hernández (1.082) es un caso particular, también perjudicado por las lesiones casi desde el principio. El madrileño maravilló en pretemporada y solo recuperó su nivel desequilibrante en la recta final. Con confianza, probablemente el jugador con más calidad del equipo. Un bien justito. Los canteranos Juanjo Coronil (46) y Leiva (19) gozaron de la oportunidad con el primer equipo. Coronil, muy al principio, y el juvenil Leiva, casi el final. No disfrutó de un solo minuto el algecireño Tote, canterano que regresó en enero de su periplo con el filial del Eibar. No se les puede evaluar.

Arriba, el Algeciras ha sacado petróleo con Álvaro Romero (1.779), un extremo reconvertido en punta de lanza la mayor parte de la temporada ante las adversidades. El sevillano, cedido por el Unionistas de Salamanca, rindió casi siempre a gran nivel. Su desequilibrio en el área fue un quebradero de cabeza para los rivales y buena parte de los penaltis cobrados por los albirrojos surgieron de botas de Romero. Notable alto. Edu Ubis (1.027) aterrizó como el gran delantero del Algeciras. Varias lesiones le impidieron haber cuajado una campaña aún mejor porque la realidad es que la presencia de Ubis en el campo mejoró al Algeciras. Una buena racha le bastó para acabar como el pichichi algecirista de la liga regular y dio el empujón final para sellar el ascenso a la Primera RFEF. Su taconazo en La Línea le elevó a las altares del algecirismo. Un bien alto. Jorge Canillas (514) recaló en invierno para solventar el problema con el gol, pero el malagueño no lo consiguió. Se le vieron detalles y tuvo un par de partidos para haber goleado (Tamaraceite o UCAM), sin embargo no tuvo esa pizca de fortuna. Insuficiente para lo que se esperaba de él.

Entre los que causaron baja durante la temporada, solo cabe destacar el caso del algecireño Juan Serrano (1.002), pieza clave en el gran arranque liguero del Algeciras. La marcha del canterano al Betis Deportivo dejó a Ballesta sin uno de sus principales goleadores y un fijo en la zona ancha. Marcos Mendes (303), Juanma Justo (16), Melgar (23), Álvaro Benítez (92) y Fulton Medina (0) salieron en invierno tras no entrar en los planes del entrenador, aunque el delantero navarro sí contó con oportunidades para ganarse el puesto y era una de las grandes apuestas del verano.

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