Fútbol

Uno de los dos votos en contra de que la Supercopa se jugase en Arabia fue de la UD Los Barrios

  • Los gualdiverdes y la Ponferradina, los únicos clubes que se opusieron en la asamblea de 2019

  • Moya: "Se ocultaron las cifras de la operación, fue todo una incongruencia"

Álvaro Moya levanta la cartulina con el voto negativo en la asamblea de 2019

Álvaro Moya levanta la cartulina con el voto negativo en la asamblea de 2019

El intercambio de audios entre el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, y el jugador del FC Barcelona Gerard Piqué, desvelados por El Confidencial, ha levantado oleadas de quejas del balompié español por la fórmula empleada y el escenario de la Supercopa de España, pero pocos recuerdan ahora que esa decisión fue aprobada en abril de 2019 en una asamblea extraordinaria de la Española  con 94 votos a favor, dos abstenciones y dos votos en contra: los de Unión Deportiva Los Barrios y Ponferradina.

A primera hora del diez de enero de 2020 Mundo Deportivo publicaba una información en la que recordaba: “El pasado 29 de abril, la Federación Española (RFEF) celebró una Asamblea General Extraordinaria a fin de someter a votación los nuevos formatos de Copa del Rey y Supercopa de España. Con la presencia de 19 presidentes de federaciones territoriales, 33 clubs de todas las categorías (de Primera, sólo Barça, Atlético y Espanyol), 5 clubs de fútbol sala, 21 futbolistas, 11 árbitros y 13 entrenadores, la propuesta de la nueva Supercopa salió adelante por mayoría absoluta: 94 votos a favor, 2 en contra y 2 abstenciones”.

“¿Quién votó en contra? Según todas las informaciones, los representantes de dos clubs: la Ponferradina (Segunda División) y la UD Los Barrios (Tercera). Y una de las abstenciones corrió a cargo de Eduardo Herrera”, que en ese momento era presidente de la Federación Andaluza, recuerda la información.

El todavía presidente oficial de la Unión Deportiva Los Barrios, Álvaro Moya, confirma que se posicionó en contra de la ahora polémica medida, y explica: “Voté en contra porque se ocultaron al máximo órgano de gobierno, que somos los asambleístas, las cifras de la operación. No se dio información de ningún tipo, solo la estructura deportiva y sus modificaciones, que pasarían a ser cuatro clubes, diciéndonos que parte de esos beneficios irían destinados a los clubes de Segunda B Tercera -entonces no existía la Primera RFEF-, el famoso Impulsa 23”.

“También se hicieron objeciones por mi parte al escenario elegido, ya que Arabia Saudí no respeta los derechos humanos, no hay libertades y que seríamos un instrumento para blanquear al gobierno”, sostiene. “Ya antes habían dimitido tres integrantes del comité de ética de la Española por haber elaborado un informe negativo a llevar la Supercopa hasta Arabia Saudí... Fue todo una incongruencia”.

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