algeciras club de fútbol | cd san roque de lepe

Moussa pone en órbita al Algeciras

  • El malí se apodera de un triunfo bonito que deja a los albirrojos con un pie en la liguilla a falta de tres jornadas

  • Albertito, Iván e Ito marcan ante un rival dotado pero sin pegada y que nunca renunció a jugar

El Algeciras ha metido el turbo hacia la fase de ascenso a Segunda B. Lo tiene casi hecho. A falta de tres jornadas, los albirrojos disfrutan de cinco puntos de ventaja sobre el quinto. El triunfo solvente de ayer ante el San Roque de Lepe estuvo capitalizado por la exhibición de poderío de Moussa Sidibé. El malí puso en pie a las gradas del Nuevo Mirador con dos asistencias monumentales y se ganó cánticos de "torero, torero". Bendito fichaje de invierno. Albertito y el capitán Iván encarrilaron el partido en la primera parte e Ito puso la sentencia al final a una victoria que alimenta la caldera de la ilusión de un equipo que se acerca a la hora de la verdad enorme.

El Algeciras no está de invicto en los dos últimos meses de casualidad. José Antonio Asián ha dado con la tecla al mismo tiempo que la plantilla ha crecido en confianza y fuerza. Los rojiblancos juegan con una determinación que minimiza las grietas del equipo -que las tiene- y el bloque parece mucho más compacto cuando se siente a gusto con el balón. Este Algeciras, además de fajarse, también sabe jugar bien.

A los albirrojos les bastó un primer tiempo muy resolutivo para encauzar los tres puntos ante el San Roque de Lepe, un rival mucho más peligroso de lo que dice el marcador. Los aurinegros pagaron su falta de pegada en los últimos metros pero demostraron capacidad a la hora de mover la pelota. La falta de alicientes seguramente pesó en un plantel que nunca renunció a jugar. Lo cual le dignifica.

Albertito definitivamente ha recuperado la chispa. El trianero sumó su duodécimo gol de la temporada, el primero de la mañana, el que rompió las tablas en el minuto 18 cuando Tano encontró pasillo entre la zaga con un pase medido. El falso nueve se marchó y definió con disparo cruzado tras amargar al portero. Algo parecido a lo que hizo Iniesta en la final de Copa, con todos los respetos del mundo para el de Fuentealbilla.

El centro del campo armado por Ernesto-Tano-Iván-Mané marca las diferencias en un Algeciras que muerde más con Albertito y Moussa en ataque. Lo del malí se viene mascando desde que aterrizó pero lo de ayer fue escandaloso en el mejor sentido de la palabra. Hacía tiempo que el Mirador no veía a un extremo tan desequilibrante, tan incansable y tan generoso, cosa que la hinchada está sabiendo reconocer.

El festín de Moussa empezó pronto con la primera intentona local a los cinco minutos en un disparo mordido que atajó Puncho. De lo poco que fue a puerta y pudo parar el cancerbero lepero. Cargaba el Algeciras, casi siempre por la izquierda, y, después de un disparo de Manu Ramírez que se marchó alto, llegó el tanto abrelatas de Albertito.

Los aurinegros se estiraron y merodearon el área de Romero, donde reclamaron un penalti de Tano sobre Camacho que tiene pinta de que sí fue. El Algeciras respondió de manera letal al filo de la media hora con una arrancada de Moussa por la izquierda hasta el fondo del campo desde donde cedió el balón al centro para que Iván Turrillo rematase casi a placer. El capitán siempre aparece desde la segunda línea. Poco después Berlanga rozó el tercero al cabecear una falta botada por Mané y el duelo alcanzó el descanso de maravilla para los chicos de Asián.

Sólo una pájara podía aguar la fiesta en la segunda parte, pero lo cierto es que el Algeciras nunca dio sensación de que fuera a flaquear. Los albirrojos, no obstante, sí cedieron el esférico a su oponente durante un buen tramo del partido. Fue entonces cuando los leperos demostraron que con Tore, Camacho, Nico o Manu se puede hacer buen fútbol. La realidad es que de tres cuartos hacia arriba el San Roque tiene pinta de que podría haber luchado por la liguilla de no ser por tantos inconvenientes, pero así de cruda es la Tercera división.

El Algeciras puso el piloto automático, dejó correr el reloj y se agazapó para buscar una contra. Y así sucedió cuando Moussa despegó por la derecha en campo propio, se marchó de todos los que le salieron al paso, incluido un regate al borde del área, y centró para que Ito rematase de primeras, sin pensarlo, como debe hacer un centrodelantero. Le hacía muchísima falta al cordobés, que lo dedicó a la Tribuna mientras el estadio ovacionaba el tremendo eslalon de Moussa.

Hubo tiempo para ver un gol anulado a Ito por fuera de juego. Un buen remate de cabeza. Y para un calentón innecesario de Oñate al entrar al trapo con un contrario. Debe controlar los nervios el algecireño en un partido visto para sentencia y más en el descuento. Tras el pitido final, muchas palmas e inmejorables sensaciones antes de afrontar el próximo domingo la visita al líder, el Cádiz B de Mere, que hizo su trabajo en Las Cabezas y defenderá su posición con uñas y dientes en El Rosal. La liguilla ya se ve en el horizonte, aunque el Sanluqueño, cuarto a cuatro, y la Lebrijana, quinta a cinco, no lo van a poner nada fácil.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios