El Algeciras 'renueva' a Marcelino y comunica a Alvarito que no cuenta

El Algeciras Club de Fútbol se entrevistó ayer con el defensa Marcelino para confirmar su continuidad y con el centrocampista Alvarito para comunicarle que no entra en los planes. Ambos jugadores tienen contrato en vigor.

Marcelino Turrillo Monte de Oca conoció los planes de la directiva y el nuevo decorado surgido de las necesidades económicas y se mostró receptivo a adaptarse a la nueva situación, lo que celebró la entidad, porque era uno de los jugadores que el entrenador, Pablo Sánchez, quiere tener en la plantilla el próximo curso.

Aunque es central, el barreño, formado en la cantera algecirista y que fue respescado por Yiyi hace dos veranos tras una experiencia en Ceuta y en Tesorillo, ha jugado esta temporada con asiduidad en el lateral derecho (27 partidos, 2.104 minutos, un gol). Su nombre se une a la lista de catorce futbolistas que han zanjado su continuidad en la plantilla de Pablo Sánchez.

La otra noticia de la jornada la protagonizó Álvaro García Sena 'Alvarito', al que la directiva le comunicó que tiene un informe de la comisión deportiva que desaconseja su continuidad.

El medio algecireño quedó en volver a reunirse con el club en las próximas horas tras consultar con sus personas de confianza que postura tomar. El futbolista puede acceder a desvincularse de la entidad y marcharse a otro club o intentar hacer valer su contrato, pese a que sabe que no entra en los planes de los entrenadores.

Alvarito ha ido viendo como su presencia se reducía en las alineaciones del Algeciras la pasada campaña hasta quedarse con asiduidad incluso fuera de las convocatorias. Sólo ha disputado 14 partidos para un total de 453 minutos. Él mismo confesó en algún momento de la Liga que estaba sufriendo una crisis de confianza que le impedía rendir al nivel que es habitual en él y que llegó a demostrar en Segunda B de la mano de José Luis Montes. Luego tuvo gran protagonismo en la Liga del regreso a categoría nacional y la pasada parecía que iba a ser en la que acabaría de explotar, pero no llegó ese momento.

Ahora es muy probable que tenga que dejar su equipo de toda la vida, como le sucedió en el pasado a multitud de sus compañeros, al menos por un tiempo indefinido.